7 de marzo de 2011

LA ÉPOCA DE LO QUE PARECÍA IMPENSABLE



Michael R. Krätke. Sin Permiso

El Estado federal central estadounidense está exprimido y este año ya no puede contribuir más. Muchos estados federados se encuentran al borde de la quiebra.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y las agencias de calificación parecen haberse dado ahora cuenta de que la crisis de deuda es mucho más grave en los Estados Unidos que en la Eurozona: para los presupuestos públicos de 2011-2012 se ha alzado la marca en un nuevo endeudamiento que supone más del doble de la media del de la Unión Europea. Tanto más vale la pena echar un vistazo a lo que ocurre en ultramar: allí hay tantos frenos a la deuda y prohibiciones de déficit como pueda desear cualquier corazón conservador. Desde 1917 rige un tope legal para la deuda federal, cuantificado en números absolutos. Además, mediante la ley o mediante algún preceptos constitucional del estado federado en cuestión, todos los estados federados (salvo Vermont) están obligados a presentar un presupuesto anual equilibrado. Y sin embargo, los EEUU, como la mayoría de sus estados federados, que se hallan más profundamente enterrados en la deuda que Irlanda o Grecia.
No por casualidad, las agencias de calificación amenazan a los norteamericanos con una drástica depreciación de su solvencia. A nivel interno, se habla de una depreciación de los bonos estadounidenses por debajo del nivel de Japón. Por vez primera se debatirá en el Congreso de los EEUU la posibilidad de la bancarrota de algunos de los estados que forman la Unión, algo que la constitución estadounidense no contempla. Un curso de acción semejante es audaz pero ha de debatirse, en opinión de Patrick McHenry, el nuevo presidente republicano del Comité de control de la Cámara de Representantes. El presidente del Banco central, Bernanke, va más lejos, y dibuja nada menos que una bancarrota del Estado federal central.

Validez por 100 años
El secretario del tesoro Geithner requirió con estridencia al Congreso elevar sin demora el límite de deuda, para poder rebasar el límite de los actuales 14'3 billones de dólares. Pero los republicanos se enrocan. De no llegar a ningún consenso a fines de marzo, la potencia mundial estará, de facto, en bancarrota. Algo apenas concebible: hasta un parlamento dominado por republicano tendrá que acabar cediendo y levantado el tope de endeudamiento; evidentemente, sólo a cambio de ulteriores y drásticos recortes del gasto.
La deuda federal para el próximo presupuesto anual, que comienza en junio, se estima en un total de 14'8 billones de dólares. Con ello, los Estados Unidos se permite a escala federal un una deuda del 100%, y una tasa de déficit (reendeudamiento) de, de nuevo, el diez por ciento, como ocurrió en el punto culminante de la crisis financiera mundial en el 2009. Con lo que el banco central propio (la Reserva Federal) se convierte en el mayor acreedor, seguido muy de cerca por China, Japón, algunos Estados del Golfo y la Gran Bretaña. Entretanto, el tiempo de vencimiento de los bonos del Estado federal norteamericano ya es, en promedio, de sólo unos 50 meses, lo que significa que en los próximos 12 debería refinanciarse más del 40% de la deuda federal. No sorprenderá, así pues, que se hable ahora de alargar esos plazos de vencimiento, con bonos a 50, 60 o aun 100 años. Por ahora Por ahora, gracias a la política de bajas tasas de interés, la carga de los intereses no pesa demasiado en el presupuesto federal, pero eso podría cambiar.
No sólo el Estado central, sino también la mayor parte de los estados federados anuncian grandes agujeros en sus presupuestos: 125 mil millones de dólares para los presupuestos de 2011-2012, mientras en el presupuesto del año en curso superan los 130 mil millones de dólares. Si se aprueban y despliegan estos presupuestos, la tasa de déficit en Nevada para el 2010-2011 alcanzará un 45'2%; en Illinois, un 44'9%; en la pequeña Nueva Jersey, un 37'4%; en la gran Texas, un 31'5%; y en California, un 29'3%. Todos los estados federados juntos registran, de media, un déficit del 20%. A medida que arrecie la crisis inmobiliaria y laboral a escala regional, mayor será el déficit. La crisis económica más dura desde la década de los treinta se ha abierto paso hasta alcanzar dramáticamente los ingresos fiscales, que actualmente se encuentran entre un 12% y un 15% por debajo del nivel anterior a la crisis. Sin la ayuda financiera de la Unión –unos buenos 140 mil millones de dólares desde comienzos de 2009–, que ha cubierto entre un 30% y un 40% del déficit, muchos estados se encontrarían desde hace ya tiempo en la bancarrota. Sin un nuevo endeudamiento federal, sin un flujo monetario desde Washington, el déficit de los estados federados nunca podría haber sido financiado.

Situación de emergencia financiera en California
Pero ahora se ha cerrado la espita monetaria, de modo que ha estallado el puro pánico financiero, y todos los gobernadores de los estados federados se van dejando llevar por la desesperación. Jerry Brown proclamó en enero, en su toma posesión del cargo, la situación de emergencia financiera en California. Así que los reclusos son liberados antes de tiempo; las vacaciones escolares, prolongadas; escuelas y universidades, bibliotecas y museos, cerrados (o privatizados); los salarios, espectacularmente recortados; la oferta de plazas públicas, paralizada; y cientos de miles de funcionarios, enviados a unas vacaciones forzadas o prejubilados. Así se amañaron las cuentas tanto como se pudo y dejaron de pagarse facturas multimillonarias acumuladas durante años, con previsibles consecuencias desastrosas para las economías regionales, que fiadas a la demanda pública del estado. Impuestos y gravámenes se han visto drásticamente incrementados en 30 estados federados. Y habrá que subvenir a ulteriores obligaciones.
Las ciudades, municipios y estados federados norteamericanos están por ahora endeudados por un monto rayano en los tres billones de dólares. Como ya quedó dicho, funcionarán durante algún tiempo todavía gracias a la ayuda financiera federal. En 2011 expiró el programa Build America Bonds, con el cual la Unión asumió un tercio de los intereses. El mercado irrumpirá inmediatamente, porque, a diferencia de Europa, tanto las ciudades como los estados federados están descapitalizados y atraviesan por grandes dificultades a la hora de tratar de colocar nuevas emisiones de bonos (Nueva Jersey acaba de fracasar en la operación). Los intereses, igual que los costes de las permutas de incumplimiento crediticio (credit default swaps) para los bonos municipales, se disparan al alza. Las cosas se pondrán verdaderamente feas, cuando los ciclópeos déficit de los fondos de pensiones entren en el campo visual. Las pérdidas milmillonarias que experimentaron en la crisis financiera estos depósitos de profesores y funcionarios no pueden ser cubiertas por los estados federados, como tampoco pueden éstos echarse a las espaldas los costes de la retardada reforma sanitaria. La verdad es que no se adivina en el horizonte de los EEUU el fin de la crisis financiera.

Michael R. Krätke, miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica y derecho fiscal en la Universidad de Ámsterdam, investigador asociado al Instituto Internacional de Historia Social de esa misma ciudad y catedrático de economía política y director del Instituto de Estudios Superiores de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido.

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3991

6 de marzo de 2011

LA ECONOMÍA AL BORDE DE UN NUEVO DERRUMBE

Patricio Guzmán. Kaos en la Red

www.kaosenlared.net/noticia/economia-borde-nuevo-derrumbre

Economistas reconocidos como Nouriel Roubini han advertido que la economía mundial podría derrumbarse y que ningún país tiene recursos como para realizar una nueva operación de rescate como la que se llevó adelante en 2008. En el mundo estamos viviendo una espiral inflacionista, sube el petróleo y el gas, el oro, otros minerales y materias primas y los alimentos.

Detrás de estas subidas de precios encontramos la política de ‘quantitative easing’ de la Reserva Federal norteamericana, es decir la producción de trillones de dólares, para llevar a cabo inyecciones de masas monetaria, desde que comenzó la crisis financiera. La Reserva Federal de Estados Unidos, que dirige Ben Bernanke, intenta superar la Gran recesión que dura más de tres años, con una política de creación masiva de dinero en circulación, que aumenta los precios en todo el globo. El petróleo, comenzó una rápida escalada de precios, incluso antes de las primeras movilizaciones populares en Egipto.[1]

Muchos países subdesarrollados, ahora llamados ‘emergentes, se han beneficiado de los altos precios de las commodities, por supuesto más sus clases dirigentes en esas regiones caracterizadas por la pésima distribución de los ingresos. Al mismo tiempo, según la FAO (Organización de Agricultura y Alimentación de la onU), los pobres están siendo fuertemente impactados por el alza de los alimentos. Un par de datos sirven para aquilatar la importancia de la alimentación en el gasto familiar, en China, la compra de alimentos representa cerca del 40% del gasto familia, y en la India cerca del 50%. En los países desarrollados, los hogares gastan solamente un décimo de sus ingresos en alimentos.

De acuerdo con la FAO: “En los últimos 50 años la producción mundial de alimentos ha aumentado de forma vertiginosa, incluso más que la tasa de la población mundial. Entre 1990 y 1997 la producción per cápita de alimentos creció casi un 25 %, sin embargo, en el mundo aún pasan hambre 830 millones de personas, aproximadamente una de cada siete, lo cual representa a una población mayor a la que vive en Europa. El problema del hambre, como fenómeno grave y generalizado, no se debe a la escasez de alimentos, sino a la pobreza de las poblaciones afectadas, quienes carecen de los medios para adquirirlos.”

Un reporte del Banco japonés Namura, indicó una lista de 25 países con los mayores riesgos de inestabilidad como consecuencia de las alzas de alimentos. Entre ellos figuran: Túnez, Egipto, Marruecos, Nigeria, El Líbano, India, Pakistán, China, Hong Kong, y Vietnam.

El alto precio del petróleo podría ser la causa inmediata de la próxima crisis, en un contexto en el que aún seguimos sufriendo las consecuencias de la Gran Recesión.

El alza de los precios de los hidrocarburos tiene un efecto en cascada sobre el resto de los precios, se trata de un precio relativamente inelástico, por lo que la subida se traduce en un efecto inmediato restrictivo sobre la demanda.

El 2 de julio de 2008 el barril de crudo alcanzó su precio más alto con USD $147,
El 2 de enero de 2009 había descendido hasta USD $34. Así que puede decirse, que el mayor estímulo para la economía mundial no provino del rescate masivo del sistema financiero, ni de las gigantescas inyecciones de dinero fresco, sino de la caída sistemática del precio de los hidrocarburos. Ahora puede afirmarse que la era del petróleo barato ha llegado a su término.

En una entrevista al diario español La Vanguardia del 3 de diciembre de 2009, el economista Jeff Rubin señalaba que “Fue el agotamiento del petróleo y no las hipotecas basura la verdadera causa de la crisis. Nos han hecho confundir síntoma con enfermedad, y aunque nadie sepa exactamente cuanto petróleo queda ni cuando se acabará lo que queda claro es que el petróleo barato si se ha acabado y desencadenará una cadena de consecuencias”

La crisis de la deuda, los efectos recesivos de los recortes del gasto social y de los salarios, la ola de movilizaciones y huelgas en Europa, los levantamientos populares en el mundo árabe, y sus efectos más allá, el alza del precio del petróleo, de los alimentos y de otras commodities, anuncian que estamos entrando en una nueva fase de la crisis económica y social, y que la Gran Recesión no es un fenómeno pasajero, sino que el mundo capitalista entro en una fase recesiva de muchos años.

El alto desempleo, la inflación de alimentos y productos basicos, las presiones del FMI para que se apliquen más recortes de gasto social y se reduzcan aún más los niveles de vida de la gente, estan en la base de la agitación social que se extiende por el mundo.

El levantamiento popular en Túnez, que provocó la caída de la dictadura, se extendió a Egipto donde puso fin a la dictadura de Mubarak, y luego a todo el mundo árabe. En estos días se descompone el régimen de Gadafi en Libia. En Arabia Saudita, el gobierno debió ‘comprar’ a la población con grandes transferencias de dinero a los hogares, y de momento consiguió parar las protestas. Todas las dictaduras de los países árabes, incluida después de la ‘normalización’, el régimen de Gadafi, mantenían buenas relaciones con los países capitalistas desarrollados. Estados Unidos y la Unión Europea les daba legitimidad, los consideraba regímenes estables, muchos de los dictadores incluso eran miembros de la Internacional de partidos socialdemócratas, de la cual ahora están siendo rápida, pero tardíamente, marginados.

Pero la rebelión popular no se ha limitado a los países árabes, el ejemplo del levantamiento de la población de Tunez y de Egipto, se extendió al conjunto de los países árabes, y traspasó sus fronteras, las protestas llegaron hasta Irán, e incluso a China. Un analista internacional, al ser consultado por las consecuencias de la rebelión en curso en Libia, señaló que tendría consecuencias serias, en primer lugar para Italia, ya que Libia le suministraba el 25% de petróleo y gas, pero que lo que realmente debía preocupar era la extensión del movimiento a China.

El miércoles pasado tuvo lugar en Grecia la octava huelga general de 24 horas, desde enero de 2010,en protesta contra las draconianas medidas de austeridad que el gobierno del PASOK, acordó con las potencias europeas y el FMI, a cambio de los préstamos de emergencia que evitaron a última hora el cese de pagos, en mayo. Las informaciones indican que fue también una de las huelgas más masivas. La economía griega se paralizó, el transporte público, puertos, telecomunicaciones y la industria eléctrica se encontraban entre los sectores completamente detenidos. Incluso los propietarios del pequeño comercio se unieron mayoritariamente a las protestas. La manifestación central convocada en Atenas, convocó más de 100.000 personas según la agencia Reuters.

Las medidas de austeridad contra los trabajadores y los servicios de la población que continúa llevando adelante el gobierno griego, han profundizado la crisis económica. El Producto Interno Bruto disminuyó en un 6% en el último trimestre de 2010.

La situación social en Grecia es explosiva, pero no es el único país europeo con amplias protestas de trabajadores y jóvenes. En Gran Bretaña, en un fenómeno inédito en décadas los jóvenes entraron en una ola de protestas masivas, ha habido gigantescas manifestaciones y huelgas en Portugal, España y Francia. Manifestaciones masivas en Italia...

¿Porqué sube el precio del cobre y de otros commodities?
Las dos principales teorías para explicar las grandes subidas del precio del cobre están basadas en el crecimiento y la inflación, y la combinación de ambas ideas: los bancos Chinos prestaron sumas enormes de dinero para contrarrestar la recesión de 2008, lo cual impulsó el crecimiento del PIB así como la compra especulativa de commodities, acciones y propiedad inmobiliaria.

El gobierno central chino quiere diversificar sus reservas, del dólar, y los recursos naturales son una buena manera de reducir las reservas en dólares.

SimonHunt, president de SimonHuntStrategicServices, dijo ya en Julio de 2009 que los inversionistas embarcaban cobre hacia China con el objetivo de almacenarlo, y esto no aparece en el sistema de reportes. Si este es el caso, los inversionistas deben estar entendiendo equivocadamente las importaciones de cobre por China como demanda industrial en lugar de demanda especulativa.

Entonces, como explicación a la subida de precios hay que añadir un componente especulativo; los capitales de inversión que han encontrado una salida en los mercados de commodities y sus derivados, tras el derrumbe de los nichos de inversión de alta rentabilidad en los países desarrollados, con el estallido de las burbujas. Esto ha provocado sobretodo la subida de precios en los mercados de materias primas, agrícolas de alimentos.

Los Estados Unidos pueden permitirse aumentar la masa monetaria con mayor libertad que cualquier otra economía, por el doble papel del dólar, como moneda interna de la economía norteamericana, y como divisa internacional, lo que significa que una parte de la inflación producto del aumento de dinero, se exporta a otros países.

China ha mantenido su moneda vinculada con el valor del dólar, para mantenerlo ha debido seguir, a los Estados Unidos en la producción de dinero. Pero en la medida que crece la amenaza inflacionaria, que en gran parte es una exportación de Estados Unidos producto de su política de dólar barato, China, India y otros países han subido sus tasas de interés, y aplicado restricciones al crédito, dando por terminado dos años de expansión del crédito sin parangón.

El temor que la India, pero especialmente China, que es la gran economía con más rápido crecimiento, una recesión como resultado de esta política de restricción cuantitativa de la masa monetaria ha alarmado a los especuladores globales. No es una cuestión menor si se considera que el FMI estima que por cada punto de caída en el PIB de China se reduciría el PIB Mundial en casi 0.5 por ciento

[1] El mundo árabe, el FMI y Rato. Manel Perez, La Vanguardia. 27/02/2011.