4 de marzo de 2012

LA REFORMA LABORAL SUSTITUIRÁ SÉNIORS POR JÚNIORS

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:


Ruego a los lectores disculpen el ridículo título de la noticia pero estoy obligado a respetar el dado por la fuente original. Frente al pernicioso hábito, cada vez más extendido, de usar un idioma ajeno para expresar algo que el propio bien podría hacer, sustituyendo la palabra "sénior" por mayor y "júnior" por joven, parece que en la colonizada culturalmente sociedad española cotizan al alza los gilipollas en varios idiomas, además del nativo. Debe ser cosa de que los extranjerismos dulcifican las realidades sociales haciéndolas más tolerables.

Sin más, les dejo con el artículo.


R. Pascual / L. Ansorena. Cinco Días

La reforma laboral puede tener "efectos perversos" en su aplicación. Así lo empiezan a advertir distintos expertos del mundo de la judicatura, a medida que los despachos de abogados van recibiendo las demandas empresariales para aplicar la nueva ley. "La inmensa mayoría de los requerimientos de empresas que hemos recibido estas últimas semanas son para despidos y no para aplicar medidas de flexibilidad interna", aseguraron ayer desde Abdón Pedrajas & Molero.
Precisamente el director de formación de este despacho de abogados y catedrático de Derecho del Trabajo, Tomás Sala, hizo ayer un análisis crítico de los posibles efectos inmediatos de la aplicación de la reforma y advirtió sobre el riesgo de que muchos empresarios tomen la decisión de despedir a los trabajadores "más mayores y más caros" y sustituirlos por "jóvenes con un nuevo contrato de emprendedores bonificado, que les hace más baratos".
Este efecto pernicioso podría darse, según Sala, por la falta de equilibrio en la reforma, ya que en lugar de poner exclusivamente el acento en aumentar la flexibilidad interna, facilita con la misma intensidad los despidos y las contrataciones baratas de los más jóvenes.
En su opinión, es algo objetivo que la reforma facilita y abarata el despido por la reducción de la indemnización general de 45 a 33 días con un máximo de 720 días de indemnización; la clarificación de las causas objetivas de despido y la eliminación de la autorización administrativa en los ERE, y la erradicación del despido exprés y de los salarios de tramitación.
Si a esto se le suman los incentivos fiscales y de cuotas para contratar a un joven menor de 30 años a través de uno de los nuevos contratos de emprendedores para empresas de menos de 50 trabajadores (el 99% de las compañías en España), la ecuación es sencilla: muchos empresarios pueden aprovechar para hacer procesos de sustitución de plantillas de trabajadores mayores con elevados salarios por otros jóvenes bonificados y de menores remuneraciones.
Es más, Sala aseguró que el periodo de prueba de un año de estos contratos "es a todas luces abusivo" y, a su juicio, con ello se ha intentado "justificar por la puerta de atrás" la libertad total de despido durante los primeros 12 meses de la relación laboral.
El propio presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha reconocido que es posible que "en un primer momento" algunos empresarios "no hagan un uso exquisito" de la reforma laboral. De lo que se desprende que incluso los dirigentes empresariales esperan que se produzcan efectos perversos de la nueva norma como el que se acaba de explicar. No obstante, desde el entorno del Gobierno se descarta que esto vaya a ocurrir. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, cree que los empresarios no prescindirán de los trabajadores con mayor edad porque ofrecen "experiencia y valor añadido". "Y si lo hacen, estos empleados tienen ya sus derechos consolidados. En caso de despido, cobrarán 45 días por año trabajado".
Igualmente, desde Empleo se justifica que la reforma, además de las bonificaciones para menores de 30 años, incluye asimismo incentivos para la contratación de parados de larga duración mayores de 45 años.
A tenor de la configuración de las nuevas bonificaciones, los expertos apuntan que esos incentivos pueden dejar en desventaja al resto de los aspirantes, fundamentalmente los desempleados que tienen edades comprendidas entre 30 y 45 años. Pero Hidalgo también rechaza esa posibilidad y subraya que no hay que preocuparse por estos colectivos, ya que están fuera de "los tramos de edad con más problemas de integración laboral".

Perfil del desempleado
Sin embargo, al contrario de lo que asegura Hidalgo, el perfil del parado de larga duración en España es el de un varón de entre 30 y 34 años que lleva dos o más años sin trabajar, según el último informe regional del mercado laboral de la patronal de las empresas de trabajo temporal, Agett.

Dicho informe, basado en datos oficiales de la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre de 2011, señala que, desde el tercer trimestre de 2007, los parados de larga duración se han incrementado un 570,9% y que las personas que llevan más de un año buscando trabajo han pasado de 393.200 al inicio de la crisis a 2,6 millones.

Más dudas sobre la aplicación de la norma
Los despachos de abogados han recibido con ciertas dudas la reforma laboral. A falta de que se concrete en el Parlamento, los expertos se preguntan cómo se interpretarán algunos artículos del cambio normativo.
La reforma establece que los expedientes de regulación de empleo ya no requerirán de autorización administrativa. Solo un juez podrá detenerlos si no se ajustan a derecho. "¿Qué pasará en ese caso?", se pregunta Fernando Bazán, del despacho de abogados CMS Albiñana & Suárez de Lezo. "¿Los despidos se declararán nulos o improcedentes?".
El cambio legal elimina los salarios de tramitación (los correspondientes al periodo transcurrido entre el despido y el fallo judicial). Los juristas se preguntan qué pasará con las rescisiones anteriores a la reforma y pendientes de sentencia.

3 de marzo de 2012

SEGÚN MEDVÉDEV, LAS ELECCIONES DE 1996 NO LAS GANÓ YELTSIN SINO ZIUGÁNOV

Giulietto Chiesa. Megachip

Traducido por G.L.

"Las elecciones presidenciales de 1996 no las ganó Boris Yeltsin." Si lo hubiera dicho un opositor de los actuales, se podría dudar de ello, aunque las cosas sucedieron efectivamente así. Sin embargo, el autor de estas declaraciones es nada menos que Dmitri Medvédev, presidente ruso en funciones aún durante algunas horas. A ver si nos aclaramos. En 1996 Boris Yeltsin tenía un índice de aprobación del 6%. Lo volvieron a candidar gracias a una campaña pagada por varias fundaciones estadounidenses, bajo la dirección de Anatoli Ciubais (quien mantuvo una poltrona como ministro de Putin y también de Medvédev).

Pero, por lo que sabemos ahora - según las palabras del propio Medvédev- por más dinero y golpes bajos que se emplearon,no habría sido suficiente si no hubiera habido fuertes "retoques" de las cifras oficiales. Boris Yeltsin, según los datos oficiales, obtuvo un 35,3%, mientras que Guennadi Ziugánov, líder de los comunistas, tuvo que conformarse con el 32%. Así llegaron a la segunda vuelta, eliminando un montón de contrincantes, entre los que se encontraban Alexander Lébed y Mijail Gorbáchov (a quien se reconoció un 0,5%).

Yeltsin ganó la segunda ronda con el 53,8%, mientras que Ziuganov se quedó estancado en un 40,3%.

Muchos observadores, incluyendo quien escribe estas líneas, dudaron de ese resultado y lo pusieron por escrito. El análisis de la votación en varias regiones revelaba fraudes evidentes. Por ejemplo, de unos 600.000 votos en Tatarstán Yeltsin parecía haber perdido en el recuento en papel, mientras que los ordenadores lo daban como ganador. Pero no fue posible hacer ningún control.

Al cabo de unas semanas, las papeletas fueron destruidas.

Reconstruir la verdad fue imposible entonces, pero no ahora. Así pues, ¿qué está pasando y por qué? Veamos las circunstancias. Dmitri Medvédev, se reúne el 20 de febrero con líderes de los partidos que no fueron admitidos a las elecciones parlamentarias en el pasado mes de diciembre. Quiere discutir con ellos, a puerta cerrada, sus propuestas para reformar el sistema electoral. Es un gesto conciliador pocos días antes de las elecciones y su salida de la escena, mientras las protestas continúan en el país. La frase en cuestión no aparece en el versión oficial, pero inmediatamente se la dicen a los periodistas algunos participantes.

Medvedev dijo, al parecer, también otras cosas. "¿Hasta ahora no se habían dado cuenta? ¿Acaso las elecciones anteriores fueron todas modélicas? ". Como diciendo: no hagan como si nada, que ustedes también lo sabían. De modo que no exageren ahora con sus quejas: estamos aquí para hablar de ello pero sin montar tanto escándalo.

A continuación se dirigió a Boris Nemzov, que estaba entonces en el gobierno de Yeltsin, y le recordó que él había sido uno de los organizadores de esa victoria manipulada.

El Kremlin, donde todavía reside Medvedev, lo ha desmentido. Sin embargo, los testigos son demasiados y ha habido reacciones que confirman la magnitud del escándalo. Y que han intentado pararlo antes de que se propague. El primero en hablar ha sido precisamente Anatoli Ciubais, hombre de los oligarcas, artífice de la privatización, que mantuvo su poltrona como ministro y cerebro, como guardián de la operación, tanto bajo el gobierno de Putin como bajo Medvédev. No podía quedarse callado, puesto que era el jefe del equipo electoral de Yeltsin en esa época, y si hay alguien que sabe todo, ese es él. Pues bien: Ciubais desmintió todo, con tono algo amenazante. "Si se toma en serio la afirmación de que en 1996 ganó Ziugánov y no Yeltsin, entonces habría que reconocer la ilegitimidad de los dos mandatos presidenciales del presidente Putin y de Medvédev".

Atención, pues, a quienes toquen estos cables de alta tensión porque se muere: este es el mensaje. Se trata de un mensaje simultáneo a Putin, quien será el seguro ganador en estas nuevas elecciones.

Poner en tela de juicio la historia electoral de Rusia "democrática" significa reabrir el capítulo de la privatización, es decir, la rapiña que se hizo tras aquellas elecciones regalando a un puñado de bandidos las inmensas riquezas del país.

Queda por comprender el significado y el propósito de las revelaciones de Medvédev. ¿Fue una metedura de pata, o hay detrás un plan?

Sorprenden dos cosas: todos los medios, los amigos así como los enemigos del Kremlin, han silenciado una noticia de semejante calado.

El silencio de los periódicos y cadenas de televisión en 2012 no es menor que el que rodeaó, en Rusia y en todo el mundo, el fraude electoral que se perpetró contra la población rusa. El temor de que la verdad salga a la luz es lo suficientemente grande para petrificar todos los lugares donde reside el poder. Igual que entonces, el consenso de los oligarcas y de Occidente consiste en impedir a toda costa la elección de un comunista como presidente de la "nueva Rusia". Incluso a costa de clavar una última punta en la tapa del ataúd de la democracia rusa.

La segunda cosa curiosa es, bien vista, la más impresionante. Es el silencio del Partido Comunista de la Federación Rusa. El partido del candidato que, como entonces, en caso de segunda vuelta, competiría con Vládimir Putin. La única reacción de ese lado se la han asignado a uno de los secretarios del Comité Central, Sergei Obujov, el cual se la ha tomado con Medvédev, en lugar de aplaudirlo.

Obujov - que no estaba presente en la reunión susodicha- dijo: "Enseñe los documentos. No tenemos esos datos". Muy extraño que los ganadores de entonces se nieguen a aceptar la victoria, por tarde que se la hayan reconocido. Obujov luego se olvida de que en aquel momento Ziugánov protestó con vehemencia, aunque de pronto todas las protestas se amortiguaron, para después acabar desapareciendo de la agenda.

En vísperas de las elecciones, sin embargo, una noticia como ésta, podría no ayudarle ni siquiera a Ziugánov. Se le podría preguntar por qué aceptó la derrota sin luchar, sabiendo que había ganado. Se le podría preguntar por qué su oposición en los últimos años ha sido "leal" hasta tal punto de no haber hecho sentir su fuerza real en el país.

Pero sería como pedirle a Al Gore, que ganó las elecciones presidenciales de 2000 contra George W. Bush, por qué aceptó la derrota, decretada por la Corte Suprema por mayoría de votos.

A veces sucede que, con una pistola en la sien, uno descubre de pronto que es muy miedoso.