2 de marzo de 2013

NO TIENEN VERGÜENZA: AHORA GRILLO NO LE GUSTA A UN SECTOR DE LOS INDIGNADOS

Por Marat
El cinismo y el oportunismo más indecentes se instalaron hace ya mucho tiempo en el mundo de los indignados. De hecho, nació bajo esta premisa. “Ni de izquierdas ni de derechas”, apareciendo como el rostro “buenrollista” del capitalismo, con sus “revoluciones” de colores 2.0, su ciudadanismo, su negación del sujeto oprimido de clase, su rechazo a la lucha de clases, al socialismo como horizonte de esa lucha y su unitarismo desmovilizador de las izquierdas en un viaje-bucle hacia ninguna parte.

Son muchas las pruebas que muchos hemos dado, incluso desde días antes de su presentación pública en sociedad, el 15 de Mayo de 2011, de sus conexiones en origen y actuales con las elites globalistas de las Fundaciones norteamericanas del capital. El conocimiento de estos hechos no ha variado ni un ápice la ideología, cada vez más explícita, de quienes dicen rechazar todas (en realidad sólo las que implsan un proyecto de revolución socialista) porque “dividen” a su movimiento ni de su hoja de ruta.

En estos días casi se han solapado en el tiempo la muerte del OTANico, anticomunista y amigo de intervenciones del imperialismo USA en Libia, Stéphane Hessel y el éxito del M5S del gritón, histriónico, matón de amenazas continuadas a sus oponentes y prefascista Beppe Grillo.

Respecto a Hessel algunos indignados ya han expresado su distanciamiento. Su estilo empalagosamente blando –los indignados han ido ganando en decibelios de desahogo en la calle, en absoluto en radicalidad emancipatoria frente al capitalismo, salvo que por tal se entienda sólo los bancos- y su proximidad al sector social-liberal –tengo dudas de qué hubiera ocurrido si Hessel hubiera estado vinculado a otras corrientes ideológicas procapitalistas- del sistema político europeo le hicieron perder enteros entre parte de sus seguidores, que ahora reniegan de él. 

El caso de Grillo es distinto. Hace menos de un año, cuando éramos muy pocos quienes denunciábamos las conexiones ideológicas y de formato organizativo entre Grillo y las franquicias de la 15Memez, el silencio era la respuesta. Ni siquiera lo negaban. Sabida es la gran ignorancia que habita en ese movimiento y es muy posible que pensaran que Grillo era un personaje de la película de Disney “Pinocho”.     

Al principio de la campaña electoral italiana, cuando la prensa burguesa ya se hacía eco de tan grotesco personaje, con un equilibrio entre ensalzamiento y crítica, empezaron los primeros balbuceos indignados de admiración hacia el mismo, aunque con un evidente desconocimiento de su figura y movimiento, que aún continúa en parte pero que ya combina con una indisimulada complicidad hacia sus postulados prefascistas.

Pero he aquí que Grillo tiene un éxito innegable en los resultados electorales. La práctica ingobernabilidad en la que el mapa político deja a Italia, más su aparente oposición a los dictados de la Troika, hace que en algunas páginas alternativas indignadas comparta loas con el mafioso Berlusconi como héroes de oposición del momento. En otras, directamente Grillo ocupa todos los parabienes en exclusiva para el analfabeto político medio de los indignados españoles.

Grillo y Berlusconi, Berlusconi y Grillo son la sinécdoque sintomática de unas izquierdas revolucionarias que se han negado a comparecer en Europa porque, cuando son más necesarias, están atrapadas en la la indignación diseñada por el capital, en lugar de estar impulsando una revolución socialista que sería el único muro posible en defensa de las libertades democráticas y como trinchera contra un fascismo que resurge con una fuerza que fue anunciada hace tiempo, pero que casi nadie quiso escuchar cuando era el momento de empezar a construir, primero las líneas de defensa frente a él, y luego las de ataque.

Pero he aquí que una parte de los “indignados” italianos denuncia lo que Grillo representa. ¿Les rechazarán los de la sección española, como aquí hacen con quienes denunciamos tanto los presupuestos ideológico-políticos de la indignación como de sus subproductos políticos derivados, les acusarán en plan nazi de ser defensores o partes de lo que ellos llaman “la casta”? No lo harán porque su “crítica a Grillo y a M5S la realizan desde los mismos supuestos político-ideológicos de la “indignación” de la que han nacido ambos. Lo quieran o no los indignados, su ciudadanismo interclasista,su rechazo a las formas de partido y sindicales como base de la lucha política, su aparente posición transidelógica (de derechas en realidad) es su único dios y los Grillo sus profetas.        

¿Cómo se puede ser tan demagogo o tan cretino para decir que Grillo es parte del 1% cuando su 99% incluye a todos los explotadores, junto a las victimas de su explotación, que no son directamente miembros de la lista Forbes, grandes banqueros o grandes accionistas de multinacionales? ¿Acaso no es ya una payasada reaccionaria la caprichosa y falaz división del 1 y el 99% que supone una unidad subordinada de los trabajadores a la mayoría de los empresarios en ese 99? ¿Acaso ese axioma no es una defensa del capitalismo nacional?

Les dejo, sin más, con la evidencia hipócrita del texto de unos reaccionarios que, cuando se miran al espejo, culpan al reflejo de lo que ven y no a lo reflejado de la imagen que se va formando.

HAY UN ESPACIO VACÍO QUE EL M5S OCUPA… PARA MANTENERLO VACÍO

Los escritores que integran Wu Ming Foundation explican que el movimiento de las 5 Estrellas de Grillo es "una franquicia político-empresarial con grandes dosis de copyright, rígidamente controlado y liderado desde un vértice".
WU MING. Diagonal

Ahora que el Movimento 5 Stelle parece haber “estallado” en las elecciones, creemos que no se puede aplazar más una reflexión sobre el vacío, la ausencia, que el movimiento de Grillo y Casaleggio representa y administra. El M5S administra la ausencia de movimientos radicales en Italia. Hay un espacio vacío que el M5S ocupa… para mantenerlo vacío.

A pesar de las apariencias y de la retórica revolucionaria, creemos que en los últimos años el M5S ha sido un eficaz defensor de lo existente. Una fuerza que ha funcionado como “tapón” estabilizando el sistema. Es una afirmación contraria a la intuición, parece absurda, si miramos solo al contexto italiano y, sobre todo, si no vamos más allá de la primera impresión. ¿Cómo puede ser? ¿Grillo estabilizador? ¿Precisamente él, que quiere que se vaya la vieja clase política? ¿Precisamente él que, según dicen todos, se está preparando para ser un factor de ingobernabilidad?

Creemos que en los últimos años Grillo, consciente o no, ha garantizado la estabilidad del sistema.

En los últimos tres años, mientras en los otros países euromediterráneos y en general en occidente se extendían, y en algunos casos radicaban, movimientos inequívocamente antiausteridad y antiliberales, aquí eso no ha pasado. Sí que ha habido luchas importantes, pero han quedado confinadas en territorios restringidos, o han durado muy poco. Muchas chispas, pero no las necesarias para encender el fuego, como sin embargo ha pasado en otros lugares. Nada de indignados aquí, nada de Occupy ni de primaveras de ningún tipo, nada de “Je lutte des clases” contra la reforma de las pensiones.

No hemos tenido una Plaza Tahrir, ni una Puerta del Sol, ni una plaza Syntagma. No hemos luchado como se ha luchado –y en algunos casos se sigue luchando– en otros lugares. ¿Por qué? Las razones son múltiples, pero hoy queremos desarrollar una sola hipótesis. Puede que no sea la más importante, pero creemos tenga cierta relevancia.

Aquí, una gran cantidad de “indignación” ha sido interceptada y organizada por Grillo y Casaleggio –dos ricos sexagenarios provenientes de la industria del entretenimiento y del marketing- a través de una franquicia político-empresarial con grandes dosis de copyright y de marca registrada, un “movimiento” rígidamente controlado y liderado desde un vértice, que recoge y emula reivindicaciones y consignas de los movimientos sociales, pero mezclándolas con apologías del capitalismo “sano” y con discursos superficiales centrados en la honestidad del político/administrador individual, en un programa embarullado donde coexisten propuestas liberales y antiliberales, centralistas y federalistas, libertarias y de extrema izquierda. Un programa passepartout que recoge de aquí y de allá, típico de un movimiento diversivo.

Prestad atención: el M5S divide el mundo entre un “nosotros” y un “ellos” en un modo completamente distinto al de los movimientos mencionados anteriormente. Cuando Occupy propuso la separación entre el 1 y el 99 por ciento de la sociedad, se refería a la distribución de la riqueza, yendo directamente al centro de la desigualdad: el 1 por ciento son los multimillonarios. En caso de haberlo conocido, Occupy hubiese incluido también a Grillo. En Italia, Grillo forma parte del 1 por ciento.

Cuando el movimiento español retoma el grito de las caceroladas argentinas: “¡Que se vayan todos!", no se refiere solo a la “casta”, y no está añadiendo implícitamente: “Ocupemos nosotros su puesto”. Está reivindicando la auto-organización y la auto-gestión social: probemos a hacer lo máximo posible sin ellos, inventemos nuevas formas, en los barrios, en los puestos de trabajo, en las universidades. Y no por medio de los disparates tecno-fetichistas de Grillo ni de las cantidades ingentes de retórica de los pequeños roedores de tipo “parlamentario”: son prácticas radicales, juntarse para defender la comunidad de los excluidos, impedir físicamente desahucios y ejecuciones hipotecarias, etc.

Entre los que “se tienen que ir”, los españoles incluirían también a Grillo y Casaleggio (¡inconcebible un movimiento liderado por un millonario y por una empresa de publicidad!), y también a aquel Pizzarotti que en Parma hace meses que gestiona la austeridad ignorando las ampulosas promesas electorales hechas una tras otra.

Ahora que el movimiento de Grillo entra en el Parlamento, votado como último recurso por millones de personas que con razón encontraban repugnantes o en todo caso inadmisibles las otras opciones políticas, termina una fase y comienza otra. El único modo de comprender la fase que comienza es entender cuál ha sido el rol de Grillo y Casaleggio en la fase que termina. Para muchos se han comportado como pirómanos. Para nosotros, lo han hecho como bomberos.

¿Puede un movimiento que nació como diversivo convertirse en un movimiento radical que tenga como objetivo abordar cuestiones cruciales y que separe el “nosotros” del “ellos” a través de las justas líneas de fractura? Para esto, primero tendría que suceder otra cosa. Tendría que verificarse un Evento que introdujese una discontinuidad, una escisión (o más) dentro del movimiento. En pocas palabras: el movimiento de Grillo tendría que evitar ser su “prisionero”. Por ahora no ha sucedido, y es difícil que lo haga. Pero no imposible. Nosotros, como siempre, apoyamos la rebelión. Incluso dentro del Movimento 5 Stelle.

27 de febrero de 2013

ITALIA: GRILLO™ FOR DUMMIES

Giuliano Santoro. Kaosenlared

Es un fenómeno complejo que no queremos liquidar con un eslogan. Sin embargo, aquí algunas razones para desconfiar de Beppe Grillo y de su “Movimiento 5 Estrellas”.

Italia siempre ha tenido anomalías que, de diferentes maneras, han terminado infectando otros países. Hace unos años, en el contexto de la crisis económica y de la crisis de la representación política, en este país se empezó a difundir un partido populista liderado por un cómico, que utiliza las redes y parte del lenguaje de los movimientos sociales para abrir una brecha entre los electores que desconfían en los partidos tradicionales y que están abandonados y aislados por el neoliberalismo. Es un fenómeno complejo que no queremos liquidar con un eslogan. Sin embargo, aquì algunas razones para desconfiar de Beppe Grillo y de su “Movimiento 5 Estrellas”.
1. La propiedad de la marca.
El Movimiento 5 Estrellas (Movimento 5 Stelle, M5S) fue fundado el 4 de octubre 2009 por el cómico Beppe Grillo y por el empresario experto en web-marketing Gianroberto Casaleggio. Cuatro años antes, basado en el éxito de los espectáculos de Grillo, surgieron los foros locales de “Los Amigos de Beppe Grillo”, que utilizaron la plataforma de pago MeetUp. La manera de funcionar de este movimiento está organizada por un reglamento escrito por Grillo y Casaleggio, el llamado “No Estatuto” (Non Statuto). En el artículo 3 de este No Estatuto se establece claramente la propiedad de la organización: “El nombre Movimiento 5 Estrellas es una marca registrado a nombre de Beppe Grillo, que es el único titular de los derechos de uso del mismo”.
2. Ausencia de democracia.
Desde la naturaleza de propiedad de la marca se llega a la estructura autoritaria del M5S. En estos años, esta se ha mostrado de dos maneras. Primero, Grillo y Casaleggio trabajaron para qué la pagina webwww.beppegrillo.it fuera el único órgano de comunicación y organización de su movimiento. Un órgano que permite a los lectores de intervenir únicamente escribiendo sus comentarios contestando a los aportes, como un común sitio de información mainstream. El No Estatuto, y después unas reglas dictadas por Grillo, establecieron que está prohibido abrir sedes, construir herramientas comunicativas autónomas y participar en debates en televisión. Por otra parte, los propietarios de la marca siempre evitaron que se pudieran haber realizado asambleas nacionales del Movimiento. Quienes intentaron sacar adelante asambleas, poniendo en relación varios territorios y debatiendo el tema de la organización, han sido expulsados. La decisión sobre la expulsión la toma exclusivamente Grillo y su “personal” (que no se sabe quien son) y realmente significa la prohibición de utilizar la marca, en una perfecta lógica empresaria. Los que fueron purgados cuentan como recibieron un aviso legal, para que no utilicen la marca del M5S, que es solo propriedad de Grillo.
3. La Red utilizada como si fuera la televisión.
Leyendo hasta aquí, alguien podría preguntarse como es posible que tanto autoritarismo puede ser confundido con algo que tiene que ver con “democracia directa” o “democracia líquida”. Para comprendelo, necesitamos ver el M5S en el contexto social y mediático en Italia. Beppe Grillo tuvo éxito con su participación en los programas mainstream de la televisión en la noche de lo sábados. Participó también en diversos anuncios publicitarios. En 1986, cuando obtuvo su máxima notoriedad y el Partido Socialista lo atacó duramente por una broma sobre su Secretario General Bettino Craxi, Grillo dejó de estar regularmente en la televisión y empezó a una gira por todo el país con su espectáculo de teatro. En la década de los noventa, Grillo se mantuvo en una situación de fama en los medios italianos gracias a una buena relación con algunos programas de televisión (primeramente con “Stricia La Notizia”, el telediario cómico inventado por Antonio Ricci – el primer autor de Grillo – que se emite todas las noches en Telecinco, del grupo de canales de Silvio Berlusconi). En el 2004 se encontró con Casaleggio y descubrió la web. Desde ese momento entra en la red reproduciendo el esquema vertical de la televisión y utilizando plataformas de video on demand. Con Grillo, la televisión coloniza Internet. Con él, millones de nuevos usuarios conocen internet en una manera ideológica y dogmática. La hegemonía de la televisión, que caracteriza el corto ventennio de Berlusconi, se muda al espacio web 2.0. La red se transforma en una máquina para construir consenso y conformismo, en lugar de favorecer la participación y el intercambio entre diferentes sujetos.
4. El liberalismo.
La base de la utilización de la Red por parte de Grillo tiene una visión fuertemente liberal: la red para el cómico es el espacio donde se constituye la perfecta competencia entre las ideas, donde se realizará la mejor asignación de los recursos y la justa redistribución de la riqueza, la potenciación de “competencias” y el reconocimiento de la “meritocracia”. Todo esto, según la ideología de Casaleggio, debería pasar sin conflicto social y sin relaciones de fuerza. Es lo que Wu Ming 1, en un articulo del 2011, insertado en un contexto mas amplio ha llamado “fetichismo digital” (http://www.wumingfoundation.com/giap/?p=5241).
5. La primacía de las elecciones.
Grillo ha puesto a disposición su fama, construida por medio de la televisión, en la red. La fuerza de la representación puede llenar el vacío de la representación política. Esta enésima anomalía explica que el Movimiento empezó con la idea de ir “mas allá de la representación”, pero ha terminado legitimando la delegación, el mecanismo electoral, la confianza en el voto como única herramienta para cambiar las cosas. Mirando las actividades y los debates del M5S, puedes darte cuenta como todo en su interior está centrado casi totalmente con la temática del voto y de las campañas electorales. Para quienes participan en el M5S, no se trata de cambiar un sistema que no funciona, sino de sustituir a los gobernantes por “ciudadanos”, los políticos de profesión por “personas normales”.
6. “Ni de derechas ni de izquierdas”.
Al inicio, más allá de las cuestiones organizativas y del estilo comunicativo, el M5S estaba animado por temas principalmente “de izquierdas” como la ecología, la participación de los ciudadanos o la lucha contra los abusos de la clase política. Muchas veces, sus militantes utilizaban símbolos y lemas utilizados por los movimientos sociales globales, como la mascara de Anonymous, las banderas contra el TAV en Val Susa o las imágenes de las calles de las primaveras árabes o de las acampadas del Estado Español. Pero el M5S siempre se ha definido “ni de derecha ni de izquierda”. No es una medida para tomar distancia de los partidos mayoritarios, unificados en la adhesión a las políticas de austeridad. Los análisis del voto demuestran que el M5S ha obtenido su boom electoral, en la primavera del 2012 en Sicilia, recogiendo los votos de los electores de la derecha desilusionados por el partido empresa de Berlusconi y el secesiónismo xenófobo de la Lega Nord. Esto sucede porque, en el nombre de la representación de “todos los ciudadanos”, el M5S hace también suyos temas tradicionalmente de derecha como la desconfianza hacia los migrantes, el rechazo de los derechos de ciudadanía para los migrantes de segunda generación, la petición de la restauración de la soberanía nacional, la protesta contra los impuestos y el gasto publico. En la red hay imágenes de un diálogo entre un exponente de Casa Pound, organización neofascista, y Beppe Grillo. “Los de Casa Pound quieren saber si tu eres antifascista” pregunta el militante de extrema derecha. “Esto es un problema que no me compete”, contesta Grillo. "Las cuestiones importantes son otras", dice el socio de Casaleggio, así que uno de Casa Pound podría ser parte sin problemas de este movimiento. "No habría problemas: Ustedes están aquí igual que nosotros”.





Tradución por Dinamopress. Giuliano Santoro es autor de “Un Grillo Qualunque. Il Movimento 5 Stelle e il populismo digitale nella crisi dei partiti italiani” (Castelvecchi, edición actualizada al 2013).