26 de marzo de 2014

CRIMEA JUEGA EN PEKIN

Pepe Escobar. CounterPunch

“Estamos prestando mucha atención a la situación de Ucrania. Esperamos que todas las partes puedan mantener la calma y la moderación para impedir la escalada y el empeoramiento de la situación. La resolución política y el diálogo son las únicas salidas”.

Esta, en palabras del viceministro de Exteriores chino Li Beodong, es la interpretación oficial de Pekín -bastante moderada- de lo que está ocurriendo en Ucrania, hecha a medida para el consumo global.

Pero en un editorial del People’s Daily aparece lo que piensan en realidad los dirigentes. Y el enfoque se concentra claramente en los peligros del cambio de régimen, la “incapacidad de Occidente de comprender las lecciones de la historia” y “el último campo de batalla de la Guerra Fría”.

Sin embargo, una vez más, Occidente malinterpretó la abstención de China en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos ante una resolución apoyada por EE.UU. condenando el referendo crimeo. El sesgo fue que Rusia –que vetó la resolución– estaba “aislada”. No es así. Y la forma en que Pekín juega en la geopolítica demuestra que no era el caso.

Oh, Samantha…
La manada de elefantes en la sala (Ucrania), que según la opinión mundial viene a ser la auténtica "comunidad internacional" –del G-20 al Movimiento de No Alineados (NAM)-, y ya ha tenido suficiente hipocresía del “show excepcionalista”, ha comprendido perfectamente, e incluso ha aplaudido, que por lo menos un país del planeta tenga agallas para decir claramente “Que se joda EE.UU”. Rusia bajo el Presidente Vladimir Putin podrá albergar algunas distorsiones, como cualquier otra nación. Pero no se trata de un banquete, es realpolitik. Para hacer frente al Leviatán estadounidense es necesario, como mínimo, un tipo duro como Putin.

La OTAN –abreviatura de “Pentágono dominador de los alfeñiques europeos”- sigue emitiendo amenazas y advirtiendo de las “consecuencias”. ¿Qué va a hacer? ¿Lanzar contra Moscú una andanada de misiles balísticos intercontinentales equipados con ojivas nucleares?

Además el propio Consejo de Seguridad de la ONU es un chiste con la embajadora de EE.UU. Samantha “incomparable” Power, una de las madres de R2P (“responsabilidad de proteger”) criticando la “agresión rusa”, las “provocaciones rusas” y comparando el referendo crimeo con un robo. Oh sí, bombardear Irak, bombardear Libia y estar a punto de bombardear Siria solo fueron inocentes gestos humanitarios. Se podría decir que Samantha "La Humanitaria" hace una presentación mejor invocando a Sinead O’Connor en la ducha.

El embajador ruso Vitaly Churkin fue lo bastante cortés para decir “Esos insultos dirigidos a nuestro país son inaceptables”. Lo que agregó es lo que importaba: “Si la delegación de los Estados Unidos de América espera nuestra cooperación en el Consejo de Seguridad en otros temas, Power debe comprender esto con absoluta claridad”.

Samantha La Humanitaria, así como todo el montón de juveniles espectadores del Gobierno de Obama, no lo comprenderán. El ministro de Exteriores Adjunto de Rusia Sergei Ryabkov les ayudó un poco: Rusia no quiere utilizar las conversaciones nucleares con Irán para “aumentar las apuestas”, pero si EE.UU. y la UE insisten en sus sanciones y amenazas, es lo que sucederá.

Por lo tanto la trama se complica, como en el caso de una cooperación estratégica cada vez más estrecha entre Teherán y Moscú.

¿Secesionistas del mundo uníos?
Imaginad cómo se ve todo esto en Pekín. Nadie sabe qué sucede exactamente en los pasillos del Zhongnanhai, pero es justo argumentar que solo existe una contradicción aparente entre el principio fundamental de China de no interferir en los asuntos internos de Estados soberanos y la intervención de Rusia en Crimea.

Pekín ha identificado muy claramente la secuencia de los sucesos: injerencia occidental en Ucrania, que viene de largo, a través de las ONG y el Departamento de Estado; cambio de régimen perpetrado con la ayuda de fascistas y neonazis; un contraataque preventivo ruso que puede interpretarse como una operación según el libro de Samantha La Humanitaria R2P (protegiendo a rusos y “rusohablantes” de un segundo golpe planeado en Crimea y frustrado por los servicios de inteligencia rusos).

Además Pekín sabe perfectamente que Crimea ha sido esencialmente rusa desde 1783, que Crimea –así como gran parte de Ucrania– cae directamente en la esfera de influencia de la civilización rusa y que la interferencia occidental amenazaba directamente los intereses de seguridad nacional de Rusia (como dejó claro Putin). Ahora imaginad un escenario similar en el Tíbet o en Xinjiang. Interferencia occidental que viene de largo vía ONG y la CIA; toma de posesión de la administración local por parte de los tibetanos en Lhasa o de los uigures en Kashgar. Pekín podría fácilmente utilizar la R2P de Samantha en nombre de la protección de los chinos han.

Sin embargo, el hecho de que Pekín acepte (silenciosamente) la reacción rusa al golpe de Kiev recuperando Crimea a través de un referendo y sin disparar un tiro no significa que vaya a permitir que los “divisionistas” del Tíbet o de Taiwán se lancen al mismo camino. Incluso aunque el Tíbet, más que Taiwán, podría presentar un fuerte caso histórico por la secesión. Cada caso tiene su propia miríada de complejidades.

Ahora el Gobierno de Obama –como un minotauro ciego– se halla perdido en un laberinto de giros creado por él mismo. Se necesita un nuevo Borges –ese Buda con traje gris– para relatar la historia. Primero fue el giro hacia Asia-Pac –que cerca China bajo otro nombre– como se entiende bien en Pekín.

Luego vino el giro a Persia, “si no, iremos a la guerra” dijo el "Cero a la Izquierda en Busca de una Idea" John Kerry. Hubo, por supuesto, el giro marcial a Siria, abortado en el último minuto gracias a los buenos oficios de la diplomacia moscovita. Y vuelta al giro a Rusia, pisoteando el tan elogiado “reajuste” y concebido como una retribución por Siria.

Los que creen que los estrategas de Pekín no han analizado cuidadosamente -y calculado las reacciones- de todas las implicaciones de esos giros superpuestos merecen encontrarse con Samantha en la ducha. Adicionalmente, es fácil imaginar a Think-Tanklandia china conteniendo apenas su regocijo al analizar a una superpotencia que gira impotente sobre sí misma.

Mientras los perros occidentales ladran…
Rusia y China son socios estratégicos en el G-20, en el club BRICS de potencias emergentes y en la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO). Su objetivo primordial, en estos y otros foros, es la emergencia de un mundo multipolar sin la intimidación del imperio estadounidense de bases, un sistema financiero internacional más equilibrado, no más tiranía del petrodólar, una cesta de divisas; esencialmente un enfoque de mutuo beneficio del desarrollo económico global.

Un mundo multipolar también implica, por definición, a la OTAN fuera de Eurasia, la que desde el punto de vista de Washington es la razón principal para interferir en Ucrania. En términos euroasiáticos es como si –después de ser expulsada de Afganistán por un montón de campesinos con kalashnikovs– la OTAN estuviera girando de vuelta a través de Ucrania.

Aunque Rusia y China son socios estratégicos claves en el campo energético –Ductistán y más allá– se superponen en su carrera para cerrar tratos en Asia Central. Pekín está construyendo no solo una sino dos Nuevas Rutas de la Seda a través del Sudeste Asiático y de Asia Central, incluyendo conductos energéticos, ferrocarriles y redes de fibra óptica, y llega hasta Estambul, la puerta a Europa. Sin embargo, en lo que respecta a la competencia entre Rusia y China por los mercados en toda Eurasia es más un arreglo de beneficio mutuo que un juego de suma cero.

Respecto a Ucrania (“el último campo de batalla de la Guerra Fría”) y específicamente Crimea la posición oficial (tácita) de Pekín es una neutralidad total (referencia: el voto en la ONU). Sin embargo el auténtico trato es el apoyo a Moscú. Pero esto no puede salir nunca a la luz porque Pekín no está interesado en enfrentarse a Occidente, a menos que reciba una gran provocación (la conversión del giro en un cerco de línea dura, por ejemplo). No hay que olvidar: desde Deng Xiaoping (“mantened un bajo perfil”) esto tiene que ver, y seguirá teniendo que ver, con el “ascenso pacífico de China”. Mientras los perros occidentales ladran la caravana china-rusa sigue adelante.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: A algunos que, a estas alturas deben creerme agente del Kremlin putinista, debo aclararles que ni bebo vodka ni he creído nunca que Putin deje de ser lo que es: el presidente de un país capitalista, ex "socialista", con el que no simpatizo particularmente: Chechenia, homosexuales (como si estos fueran tratados en la mayoría de los nuevos Estados de la UE con mejor simpatía). Y fuera de esa retórica no hay mucho más que achacarle, sobre todo por parte de paises de la UE (España, por ejemplo, donde el tratamiento a la protesta social por parte de sus autoridades se acerca a lo hitleriano).

Hay un tipo que se empeña en demostrarme que si hay nazis en Maidan también los hay en Rusia. Se le olvida a este sujeto, al que no voy a publicar ninguno de sus "comentarios", porque ya los podrá encontrar iguales en El Mundo, El País o La Razón que, mientras en Maidan vieron lucha democrática, en España hacen comparaciones con los nazis y en Rusia no gobiernan ni nazis ni fascistas, al contrario que en Ucrania. 

Puede que en Rusia haya fascistas pero las autoridades rusas no lo son, o al menos no más que Merkel, Obama y todos criminales a los que en su día les pareció bien destruir Yugoslavia e inventar el estatuto para Kosovo, un país de la mafia, y ahora les parece mal la partición de Ucrania. Eso sí, con la participación de sujetos como Julio Rodríguez Bueno, de Paz Ahora, un ni-ni antes de que llegaran los ni-nis oficiales.  

Rusia no es la URSS. La propia URSS aceptó, en su momento, con ciertos matices dentro de lo que en su día algunos definieron como la política del toma y daca o del reparto de zonas de influencia, el status quo imperial mundial, pero, a su vez fue un factor decisivo de freno a la agresividad del capitalismo dentro de sus fronteras contra las clases trabajadoras y contra los países que, en mayor o menor medida, decidieron jugar fuera de su campo. 

Durante muchos años, tras la caída del "socialismo" (entrecomillo a propósito), USA ha carecido de límites en su accionar internacional. Por una vez, Rusia, tras el freno puesto a las pretensiones USA respecto a Siria, le ha puesto al imperialismo norteamericano una frontera. Y eso es bueno. Está claro que estamos en un terreno de "realpolitick" y de geoestrategia pero, dentro de ese marco, que no sea sólo USA la que domine es un modo de debilitar al imperlialismo. Y no me me vengan ustedes con el imperialismo chino o el ruso porque esos están por hacer. 

En este contexto mundial, los procesos revolucionarios tienen el campo mucho más abierto que antes. 

23 de marzo de 2014

22M: NO LO LLAMES INDIGNACIÓN. LLÁMALO LUCHA DE CLASES

Varios miles de manifestantes, para la prensa del capital
Por Marat

Si algo dejó claro la descomunal manifestación del 22M en Madrid es que los protagonistas y el contenido de la protesta social han mutado de forma radical desde el 15 de Mayo de 2011 hasta hoy, para orgullo de la gran mayoría y el desconsuelo oculto de algunos; entre ellos del partido gobernante y del poder económico capitalista del país.

Frente a aquellas consignas imperativas y censoras del “sin banderas porque nos dividen”, un mar de banderas rojas, rojas y negras, sindicales y tricolores. Nunca habían desfilado tantas de estas últimas en Madrid, algo sobre  lo que la decadente y degenerada Monarquía borbónica habrá tomado buena nota. Y marchaban las rojas, rojas y negras, sindicales y tricolores sin otra separación que la de los cortejos en los que se integraban pero con un profundo sentimiento de “unidad de clase”.

Frente al anodino “no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” del pasado,  los gritos rotundos del presente de “obrero despedido, patrón colgao”

Frente a la estúpida, desclasada y desclasante apelación a los “ciudadanos” y a la “ciudadanía”, con las que se nos ha machacado durante estos últimos años, las voces, ya roncas de un largo día, que proclamaba la identidad de quienes allí estábamos bajo el lema que recorría de un lado a otro de la manifestación: “Viva la lucha de la clase obrera”.

Frente a los postmodernos carteles de la ideología informatizada middle class de la “revolución de color” de la plaza que antaño decían aquello de “Fallo del Sistema”, la ocupación completa de Madrid con centenares de pancartas que proclamaban “el capitalismo no funciona”. No éste ni aquél capitalismo, no el capitalismo malo de los banqueros, como si capitalismo sólo fuera el poder financiero, frente al “de rostro humano” de los buenos años de consumo para aquellos que mientras sonó la música bailaban al ritmo del amodorrante tecnopop de la ideología trans del sistema, sino el capitalismo de la explotación laboral, de las relaciones alienantes de producción, del paro como horizonte de no vida. Del capitalismo como sistema económico con nombre y producción de dolor, lágrimas y sangre de la clase trabajadora. 

Frente a la morralla ideológica “inclusiva” y sin apelación a la lucha de clases del “somos el 99%” (incluyendo, pero sin la honestidad de proclamarlo, a los empresarios pequeños y medianos, tan chupasangres de sus empleados como los propios propios plutócratas) la evidencia de que la voz cantante la llevaban los mineros asturianos y leoneses, los bomberos madrileños, los aún trabajadores de Coca-Cola de Fuenlabrada, los trabajadores de la limpieza, los parados de toda España, los de Salvemos Telemadrid, los desempleados de la RTVV, los maestros y profesores, los trabajadores de toda condición de la sanidad a la que están privatizando, aunque conservando, por ahora, el cartel de “pública, los humillados pero dignos trabajadores de Sniace, los trabajadores precarizados de las tierras y pueblos del Estado español. Éramos ayer más que conscientes de que no necesitábamos incluir en ningún mentiroso 99% a nuestros patrones. Nos bastaba con la conciencia de nuestra fuerza y de que el asalariado, el parado y el autónomo dependiente son la inmensa mayoría de este país. Ayer se hizo evidente que la primera alianza que hay que sostener es la solidaria e indestructible unidad de clase que proclamaban banderas con las siglas U.H.P.

La imagen del rasfari, del perroflauta y del extravagante de la nariz roja de payaso, del antipolítico, de derechas, que grita contra los políticos y los partidos en general, se convirtieron en evidente minoría eclipsada por la verdad de las decenas de miles de pancartas y banderas de organizaciones políticas de las izquierdas y sindicales, evidenciando que no todos los políticos son iguales, entre otras cosas porque cualquiera que haga política, incluso desde la humilde militancia de a pie en organizaciones de las izquierdas no es igual a la gentuza del PP y de sus aborregadas huestes y votantes, por mucho que algunas ingenierías políticas del sistema (Partido X, Podemos, Equo) se hayan sumado a la cantinela del ni-ni “ni de izquierdas ni de derechas”, con el único fin de reorientar la protesta social y el cambio de escenario político contra las trampas del Mar de los Sargazos de un neopopulismo sin proyecto transformador. 

Todo este cambio, que venía gestándose desde la Marcha Minera de hace dos años, y que detonó ayer en la composición social y en la carga política de las Marchas de la Dignidad que se unieron en una  inmensa riada humana con la clase trabajadora madrileña, era conocido por el gobierno actual del capital.

Por eso el largo apagón informativo primero sobre el 22M en la gran mayoría de los medios del capital -al fin y al cabo son empresas- , por eso la utilización de la agonía del expresidente Suárez, embalsamado mediáticamente aún en vida, con el fin de hacer luz de gas sobre las marchas. Por eso la andanada del mermado mental y corrupto Ignacio González, que comparó hace días a las marchas  con los neonazis de Amanecer Dorado, como si su partido no apoyase con entusiasmo a los neonazis de Svoboda en el gobierno fascista de Kiev. Por eso más de 100 autocares fueron parados ayer por guardia civiles en las entradas de Madrid con el fin de que ya que no era posible impedir la marcha, al menos poner su grano de arena a las decenas de provocaciones (incluidas las de la página de Antidisturbios UIP en twitter el día anterior) de la caverna mediática y política del Partido Podrido.  Por eso mismo, la Delegada del Gobierno en Madrid, frau Cifuentes calentaba el ambiente dos días antes afirmando que algunos grupos provocarían violencia en Madrid, anunciando ya que emprendía el camino, como e ocasiones anteriores, de la profecía autocumplida, al estilo de Randolph Hearst. 

Por eso anoche, la “progre” Sexta, de la derechista Antena 3 (Editorial Planeta), en su infumable programa “laSextaNoche” se empeñaba una y otra vez, a través de su presentador, en dar carnaza a la dóberman madrileña y señora de las porras Cristina Cifuentes para “recrear” el final de la manifestación, escamoteando la verdad de que la brutalidad de la carga policial se produjo cuando un grupo numeroso de manifestantes se preparaban para acampar en Recoletos, de que las cargas se iniciaron una hora antes de que se cumpliese el plazo legal de duración de la manifestación, de que la violencia la iniciaron los robocops de las UIPs, de que la respuesta de aquellos manifestantes agredidos por el lanzamiento de pelotas de goma a bocajarro y apuntando con el arma por encima de la altura del pecho (hay vídeos de ello) fue defensiva, para convertir en la noticia del día los disturbios y no la inmensa manifestación de Madrid.

Por eso mismo el indecente engendro al servicio del imperialismo llamado EL PAÍS, que despide a sus trabajadores, emplea hoy domingo la sucia pluma de sus esbirros Jerónimo Andreu, Marién Kadner y J.J. Gálvez, que titulan su vómito del día con el rótulo de “La Marcha de la Dignidad toma el centro de Madrid con miles de personas”, escribiendo sin rubor que sólo 2.000 personas entraron a pie en la ciudad, cuando sólo la columna noroeste que entró por Moncloa estaba compuesta por muchas más, cuando esas “miles de personas” formaron la mayor manifestación que haya conocido la ciudad desde la muerte del dictador. ¡Qué lejos queda el empotramiento de “periodistas” en el desclasado 15M y de portavoces de Democracia I-rreal Ya en los medios de PRISA. Por eso hoy la SER, que patrocina a golpistas neonazis y fascistas en Ucrania y en Venezuela, señala, como chivato criminalizador, a grupos independentistas y a la Coordinadora Antifascista como culpables de la violencia, callando que la violencia pretendidamente legitima del Estado es la que incendió la respuesta defensiva. Pero tranquilos, aún les queda el Público de Roures, fabricante de mesías mediático televisivos que quieren ser un bote de Colón para salir en la TV y ser eurodiputado en Bruselas, que se empeña en decir que los que allí estábamos éramos “ciudadanos indignados”. No, no éramos ciudadanos, no nos limitamos a indignarnos, ni somos clase media. Somos clase trabajadora y fuimos por lo nuestro, la lucha de clases.

Lo que ayer hizo el poder del capital, a través de su brazo tonto del Gobierno es lo que ya hizo el día 12 de Julio de 2012 en la Castellana contra la Marcha Minera. Conocemos bien sus procedimientos. Tenemos memoria. Pagaran por sus actos más temprano que tarde.

El miedo está empezando a cambiar de bando. El capital y su gobierno saben que los agitamanitas han sido desplazados por la clase trabajadora, lo quieran o no los sindicatos verticales (bastaba ver la cantidad de banderas de CCOO que, a pesar del silencio cobarde y cómplice de la Ejecutiva Confederal de su sindicato para con las marchas, que días antes había protagonizado su enésima indignidad al sentarse con Rajoy, Rosell y UGT a actuar, una de tantas veces, como apagafuegos y muñidor de la paz social, estaban allí proclamando que las bases sindicales no tenían porqué seguir en su indecencia a sus dirigentes). Una nueva radicalización de las luchas apunta ya hacia el poder económico de la burguesía y sus esbirros, estén dentro o fuera del Gobierno. 

Si la ocupación de empresas y de los medios de desinformación del capital empieza a producirse, quizá entonces empiece a saltar la cera de sus oídos pero, para entonces, puede que, venturosamente, sea ya demasiado tarde para ellos, por mucha represión que impulsen.

Por eso, del mismo modo que ayer estuve en las marchas por la dignidad en defensa de mi clase, el 28 de Marzo estaré aquí contra la represión.