12 de abril de 2014

CRISIS PSOE-IU EN ANDALUCÍA: FUESE Y NO HUBO NADA

Susana Díaz (PSOE) y Diego Valderas (IU). "Teatro,
lo vuestro es puro teatro....estudiado simulacro"
Por Marat

Decíamos ayer...
A mediados de Abril de 2012, poco antes de la formación del pacto de Gobierno andaluz entre PSOE e Izquierda Unida, afirmaba “...el previsible acuerdo PSOE-IU en torno a la formación del próximo gobierno andaluz bascula entre un pacto de legislatura y un acuerdo de gobierno, polarizándose especialmente hacia el segundo.

Lejos de ser cualquiera de las fórmulas el origen de un espacio de resistencia frente a las políticas liberales del PP y de la clase social a la que éste representa, ambas pueden representar el canto del cisne de la coalición que dirige Cayo Lara. 

En el marco de un PSOE que lanza mensajes confusos de colaboración y entendimiento y, a la vez, de confrontación –líneas rojas de sanidad y educación, que podría fácilmente a romper con su insistencia en demandar pactos en dichas materias-, de unos sindicatos mayoritarios que lanzan el aviso a IU de que la mera votación de investidura a Griñán limitaría a la coalición al “derecho a la pataleta” y, principalmente, de un PP que amenaza con intervenir a las Comunidades Autónomas si no se pliegan a sus políticas brutales de austeridad y recortes sociales, la esperanza de una política autónoma y alternativa frente a este estado de cosas es un espejismo interesado al que, tal vez, algunos deseen sucumbir por sus ansias de tocar poder. Nadie con dos dedos de frente se imagina un gobierno presidido por un dirigente del PSOE abanderando una rebelión institucional y social. Son de sobra conocidos los límites de la disidencia de este partido. El miedo a ser desbordado ante una posición de protesta guarda su acomodada viña.

En la esfera política la más que posible alianza de IU con el PSOE andaluz, sea mediante pactos de gobierno o de legislatura, puede significar el abrazo del oso definitivo de los social-liberales a la coalición socialdemócrata.

No es previsible una resistencia institucional de un PSOE que abandere desde la Junta de Andalucía las resistencias a la destrucción de los restos del Estado social por el PP y la clase cuyos intereses defiende el gobierno.

Para ello el PSOE necesitaría recurrir a una movilización permanente de la sociedad andaluza; movilización a la que no está dispuesto porque podría sobrepasar sus compromisos de “partido responsable” con el sistema económico y constitucional del capital.

Ante lo que seguramente será un amago de disenso controlado por parte de este partido en las instituciones autonómicas andaluzas y una aceptación tácita de las reglas de juego que le impongan el Estado central, el PP y las fuerzas económicas del capital, el compromiso de grado 1 (pacto de gobierno) o de grado 2 (pacto de legislatura) que IU seguramente firmará con dicho partido supondrá tensiones internas que pueden romper la coalición dirigida por Cayo Lara a nivel federal o bien poner fin a su carácter de alternativa a la izquierda del PSOE o ambas cosas a la vez. La ruptura de dichos pactos, si quiere evitar el coste político que supondría mantenerlos en el escenario dibujado anteriormente, sería más difícil de explicar ante las bases sociales de las izquierdas que el anuncio de impedir el acceso del PP al gobierno andaluz, limitándose a dar su voto a la investidura de Griñán, en caso de aceptación de algunos puntos irrenunciables (defensa de la sanidad y la enseñanza públicas, cobertura del desempleo agrario, investigación sobre casos de corrupción en la Junta,...), y paso posterior a una posición parlamentaria independiente.

Por otra parte, resulta un tanto inexplicable que las bases sociales y el entorno próximo a IU contribuyesen a extender la afirmación sobre la identidad política PSOE-PP (PPSOE) y ahora su dirección andaluza, con el beneplácito de la federal se empeñen en ganar el referéndum entre las bases para un programa de acuerdos con el PSOE. Este, por mucho que el sectarismo y la estupidez coaligadas se empeñen en afirmarlo, no es lo mismo que el PP y el paso de los días no hace más que confirmarlo. Pero la distancia no es tan grande, como la experiencia del último gobierno Zapatero y la timorata “oposición” capitaneada por Rubalcaba demuestran, como para justificar un cheque de confianza a modo de pacto de IU con el PSOE. Una cosa es no caer en el absurdo extremeño y otra confiar en que el PSOE haya cambiado, cuando los hechos no permiten extraer, en absoluto, tal conclusión. El anhelo de la coalición socialdemócrata de demostrar que es opción de gobierno puede costarle muy caro, sobre todo cuando ocuparlo es algo cada vez más alejado de tener poder. Éste es algo hoy privativo de los centros de decisión económica capitalistas. Frente a ello, él único poder real político actual es el que da hacerse fuerte en la calle, como lo están demostrando el sindicalismo y la izquierda griegos.

IU no es una izquierda de la que quepa esperar la revuelta obrera y el proyecto socialista. Lo suyo no pasa de la construcción de una nueva institucionalidad “constituyente” y pacatamente reformista. Pero es una corriente política muy necesaria en la movilización social y de los trabajadores, mucho más cuando a su izquierda falta todavía mucho tiempo para construir una auténtica y poderosa izquierda revolucionaria.

Si se arroja al barranco, se despeñará. Si es capaz de situarse como instrumento de cierre del acceso del gobierno andaluz al PP y, a la vez, como grupo político independiente frente al PSOE y sin otros compromisos que apoyarle en lo que coincida con su programa, mientras moviliza la calle, será parte de la solución frente a las agresiones que sufren los trabajadores y no del problema que podría llegar a ser con el “pacto de progreso” andaluz.”

Una tormenta en un vaso de agua:
Dicho pacto ha sufrido su primera crisis escenificada en menos de dos años y su amago de “suspensión temporal” -pretendida mezcla de sentido de responsabilidad y de dignidad por parte de IU- se produce ante la firma y aprobación del decreto por parte de la Presidenta Susana Díaz, figura en ascenso dentro del PSOE a nivel nacional, que desposeyó a la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía en manos de IU (Elena Cortés) de competencias en materia de adjudicación de viviendas, tras la acogida provisional de 8 de las 22 familias desalojadas de la Corrala Utopía 

En las primeras horas de la madrugada del sábado 12 de Abril se ensaya un nuevo capítulo del culebrón de la “supuesta ruptura”. Tras idas y venidas, prologadas reuniones de urgencia entre los socios, reuniones en solitario de la dirigencia andaluza de IU, con el Coordinador General nacional Cayo Lara incluido, apelaciones del señor Anguita a la dignidad de IU tras la humillación infligida por el PSOE, actitudes de enredador del PP andaluz en “patriótico” sentido de la responsabilidad, dispuesto a apoyar la labor de Gobierno del PSOE-A (posible ensayo de una “grosse koalition” a nivel nacional y de la UE), Susana Díaz se desdecía de la retirada de competencias en materia de adjudicación de viviendas a la Consejera de Fomento y Vivienda Cortés y se las  devolvía.  

Claves para entender un baile de la yenka
En el baile la yenka equivale a lo que en política son las idas y venidas, los pasos adelante y atrás, algo parecido a lo que ha sucedido en apenas 48 horas entre los socios del gobierno andaluz. 

En realidad, cabría hablar de una puesta en escena, una performance, la simulación pactada de un desencuentro, un como si, destinado no tanto a reorganizar el equilibrio interno de fuerzas dentro del pacto de gobierno -de una Susana Díaz que, de alguacila del anterior gobierno en solitario PSOE de la Junta, ha pasado a estrella ascendente dentro del social-liberalismo español (¡cómo andará el PSOE para que esta iletrada sea hoy un personaje con posibilidades de candidata a la presidencia del gobierno del Estado español!) y de una IU, cuyo trágala hasta el jueves ha sido más que lamentable- como de intentar mejorar la imagen que a cada uno de los socios le connota la ligazón con el otro. 

La prensa del régimen, los bancos, la derecha del PP y, en general, los poderes fácticos andaluces, españoles y hasta europeos pusieron en el ojo del huracán a Elena Cortés, la Consejera de Fomento y Vivienda de IU, cuando ésta anunció en su día (abril de 2013) el conocido como Decreto Antidesahucios (Ley de la Función Social de la Vivienda) que ponía el bien social de la vivienda por delante de la especulación bancaria, al prever el realojo en régimen de alquiler de desahuciados -durante no más de 3 años, todo hay que decirlo- en viviendas vacías en manos de los bancos y la multa de hasta 9.000 euros si estos se negasen a alquilarlas. Hasta de bolchevique se tildó a la Consejera del Gobierno, por hacer lo que algunos gobiernos capitalistas europeos, con más sensibilidad social que el PP y antes que el PSOE, no habían hecho. Luego las cosas no llegaron tan lejos, entre otras razones porque el Gobierno del PP recurrió contra dicha Ley y Bruselas puso el grito en el cielo porque ello podría suponer la quiebra de los bancos españoles. He aquí una de las claves principales para entender el porqué de esta bronca por el “realojo provisional” (no durante un máximo de 3 años, como prevé la ley, ni definitiva en una vivienda pública) de sólo 8 de las 22 familias desahuciadas.

El llamamiento de Susana Díaz a cumplir la legislación vigente tiene que ver con su respeto a y acatamiento de las “leyes superiores” del gobierno del PP en España (ya dije en su día, en el artículo entrecomillado que abre éste, que el PSOE  no llevaría a cabo ninguna resistencia institucional contra las leyes del gobierno central desde la Junta de Andalucía). Su alusión a que estas personas no podían pasar por delante de las 12.000 familias andaluzas en lista de espera para la concesión de una vivienda es falaz y sucia. Y lo es porque lo que se había hecho era sacar a esas 8 familias de la calle -hay que preguntarse qué pasará con las 14 restantes-, no concederles una vivienda pública y porque cabe preguntarse si entre esas 12.000 familias de las que hablaba la señora Díaz había también personas en “riesgo de exclusión social”, que es a lo que la Consejera de Vivienda se ciñó cuando realojó provisionalmente a esas 8.  

Desconozco hasta qué punto existe relación con esta bronca entre socios con la coartada de los desahuciados de la Corrala Utopía y dos hechos concretos sucedidos en este año 2014. 

El primero de ellos es que a mediados de Enero el Banco de Santander ha concedido 500 millones de euros a la Junta de Andalucía para que ésta pueda hacer frente a las “tensiones de tesorería”

El segundo es que, hace tan sólo unos días, la Junta -en concreto la Consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés- expedientaba con multas de hasta 11,1 millones de euros a ocho bancos, entre ellos el Santander, por no registrar el número de viviendas desocupadas que estos poseen.

¿Molesta Elena Cortés a la señora Susana Díaz y a sus planes de subordinación entusiasta al capital? Estoy por afirmar que sí, tras el conocimiento de estas dos noticias que un amigo colgaba ayer en una red social pero no me atrevo a afirmar lo que no he podido comprobar con mis ojos ni mis oídos ni nadie podrá hacerlo porque este tipo de felonías políticas se hacen pero no se dicen. En todo caso, bien podría ser el asunto de la Corrala Utopía una cortina de humo sobre los motivos de la crisis, como afirma mi amigo.

La realidad es que muy poco más que la aprobación de dicha Ley Antidesahucios puede exhibir IU como éxitos de su cogestión gubernamental con el PSOE. 

La realidad es mucho más triste. IU no ha conseguido que se mantuvieran las inversiones sociales en los últimos presupuestos del Gobierno andaluz. Por el contrario, la dotación presupuestaria de la Consejería de Fomento y Vivienda, en sus manos, se ha visto reducida. 

El Banco de Tierras (para la expropiación de fincas improductivas) que pretendía IU se ha quedado en un Observatorio de Tierras para el estudio de la situación de las fincas “públicas”, lo no es otra cosa que tragar con que te den gato por liebre y encima sin apenas recursos económicos. 

El Impuesto sobre Grandes Superficies para fomentar el pequeño comercio se lo ha echado atrás la señora Susana Díaz.

La Garantía de Servicios Básicos de luz y agua a familias con pobreza energética se lo ha echado también atrás la Presidenta de la Junta, vinculando esta medida a lo que hiciera el Gobierno del Estado. 

A cambio IU ha tragado con recortes salariales a funcionarios y despidos de empleados públicos de la Junta y recortes en inversiones sociales.

Así mismo, y a pesar de las iniciativas parlamentarias de IU para investigar en profundidad el caso de los EREs, lo cierto es que el propio PSOE-A los dinamitó y hoy vemos cómo amplios sectores de la sociedad andaluza y española, que no son en absoluto de la caverna, se preguntan qué hace IU en un gobierno que no es demasiado diferente en lo económico y social del existente al frente del Estado -los matices no son para tirar cohetes en absoluto- y porqué sigue gobernando con un partido, el PSOE-A carcomido por la corrupción. 

Nadie busque en las supuestas presiones de la CUT, aún integrada en IULV-CA, referente político del SAT, razones para esta puesta en escena del tour de force de IU en Andalucia con su socio el PSOE. Si el SAT es fuerte, dentro de lo que el sindicalismo andaluz en su conjunto puede serlo hoy, la CUT es muy poco, fuera de Marinaleda y menos lo sería aún fuera de IU. Y eso Gordillo y Cañamero lo saben, a pesar de sus periódicas disidencias que parecen bordear una ruptura que en más de 20 años no se ha producido. En la calle hace mucho frío.

Estamos a 43 días de las elecciones europeas, unas elecciones que tienen un peso político mucho mayor que el que los proabstencionistas están dispuestos a admitir. Son unas elecciones que podrían constituir el primer test serio de debilitamiento del PP y de reconfiguración del mapa político español. Y eso IU lo sabe muy bien. 

Como sabe también que la fuerza de su ascendente en los sondeos preelectorales se está frenando, no sólo por la aparición de extrañas ofertas políticas mediáticamente proyectadas, sus broncas internas en tantas comunidades autónomas y no sólo por las listas, la tensión entre su excesivo electoralismo y su llamamiento a la movilización, sus vínculos con un sindicalismo desacreditado como el de CCOO sino por el penoso papel de sujetavelas que está haciendo en Andalucía, que puede ser el espejo anticipado de lo que sería un gobierno nacional PSOE-IU. Todo ello explica que IU haya querido hacerse ahora el “hombrecito” y haya amagado con un puñetazo en la mesa (suspensión temporal del pacto) sin fuerza de convicción alguna, lo que se ha demostrado con el hecho de que en menos de 48 horas las aguas hayan vuelto al cauce de la sumisión de IULV-CA al PSOE-A.

Si en IU hubiese alguien con capacidad dirigente que no confundiese tacticismo con estrategia no habría firmado ese pacto con el PSOE o cuando menos el jueves les habría mandado a la mierda. Se habría hecho respetar esta organización, no como ahora que, bajo su pretendido sentido de la responsabilidad, ha hecho el ridículo más espantoso al volver a un redil que poco bueno puede ofrecer a la clase trabajadora andaluza y española.

11 de abril de 2014

¿POR QUÉ LAS EMPRESAS DEL IBEX OBTUVIERON 8.000 MILLONES DE EUROS?

J. Gutiérrez Betancor. Canarias-Semanal

La evidencia la están vomitando los datos. En el curso del pasado ejercicio las grandes empresas españolas repartieron la friolera de 8.000 millones de euros en dividendos. Estos enormes beneficios en tiempos de crisis han sido posibles después de sacar del mercado de trabajo a 121.000 asalariados.

De acuerdo con los datos proporcionados por un reciente informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las grandes empresas que cotizan en Bolsa repartieron 8.553 millones de euros entre sus afortunados accionistas. La mayor parte de su capital se relaciona con las empresas que forman parte del Ibex, que contaron con unos dividendos que ascendieron a 7.830 millones de euros. No obstante, sus beneficios descendieron en relación con los del pasado ejercicio en un 32.5%.

Pero si gratos fueron los resultados del pasado año para las empresas del Ibex, para el conjunto de la Bolsa española los resultados fueron considerablemente más halagüeños. Los beneficios obtenidos durante el año 2013 se elevaron nada más y nada menos que a la cifra de 25.078 millones de euros frente a los 8.802 millones del ejercicio anterior.

¿Cuál es el mecanismo que permite estas optimistas perspectivas económicas para el gran capital español? La clave reside en que para que esos resultados fueran posibles alrededor de 120.000 trabajadores de las empresas del Ibex fueron puestos en la calle a lo largo del año 2013. Ello significa que la reducción de plantillas se elevó en lo que a las empresas del Ibex se refiere nada menos que al 8.9%.

Hay un dato especialmente significativo que pone de manifiesto la razón de tan suculentos beneficios. Durante el pasado año el despido de trabajadores se concentró particularmente en los sectores de comercio y servicio. Justamente en estos dos sectores pueden los que se repartieron mayores volúmenes de dividendos. Tras arrojar a las filas del paro a más de 128.000 personas, esos sectores perdieron alrededor de un 18.3% de mano de obra. La relación parece evidente: a mayor cantidad de trabajadores despedidos corresponde un sustancial incremento de los dividendos.

Las conclusiones están a la vista: las grandes empresas del Ibex incrementaron sus beneficios a costa de la destrucción masiva de empleo y del incremento de la explotación laboral de los trabajadores que permanecieron en plantilla.

Pero si estos datos resultan escandalosamente hirientes, más lo es el hecho de que ello ha sido posible gracias a la complicidad silenciosa de los dos grandes sindicatos amarillos: UGT y CCOO.

10 de abril de 2014

JUAN MOSCOSO, DIPUTADO DEL PSOE, ASEGURA QUE LAS CLASES SOCIALES NO EXISTEN

El moderno y desclasado desclasante Juan Moscoso
Diario Octubre

Proclaman el fin de las clases para ocultar que son la clase explotadora

“Las clases, tal y como un día las entendimos, desaparecieron” “Los ciudadanos ya no se definen por su situación en el mundo del trabajo. Se definen por muchos otros factores, distintos, y sobre todo por su capacidad de consumo, que se ha convertido en elemento identificador e igualador. Se han creado categorías de consumo, no de clase”

Así sentencia Juan Mosocos, diputado del PSOE y autor del libro “Ser hoy de izquierdas. Por una izquierda moderna y ejemplar” el final de la sociedad de clases.

No es la primera vez que la burguesía sentencia el final de la separación de la sociedad en clases. De hecho la burguesía lleva hablando del fin de la desigualdad desde sus primeros intentos de tomar el poder hace más de 500 años. Tampoco es la primera vez que dicho intento proviene desde “la izquierda” o de partidos con siglas obreras. No en vano las bases para destrucción del primer país socialista de la historia, la extinta Unión Soviética, están en las “reformas” realizadas por Nikkita Jruchev, que tenían su expresión ideológica en proclamado por el mismo fin de las clases en la URSS y el paso de la dictadura del proletariado al “Estado de todo el pueblo” como expresión de la voluntad de un pueblo no dividido en clases, que 30 años después se desveló como una nuevo Estado de dictadura de la burguesía.

Proclamar el final de la sociedad de clases y justificar las desigualdades sociales con otras causas persigue un objetivo fundamental: Ocultar la explotación sobre la clase obrera. Una forma muy recurrente de hacer esto es pretender simplificar la cuestión de la división de la sociedad en clases a la distribución social de la riqueza, o lo que es lo mismo dividir la sociedad en grupos que se diferencian por la riqueza social de que disponen, es decir su capacidad de consumo.

Pero precisamente la capacidad de consumo de un ser humano viene determinado por el lugar que ocupa en la producción social, es decir por la clase social a la que pertenece.

Explotadores y explotados
El origen de la división de las sociedades primitivas en clases es la aparición de la propiedad privada. En el momento en que la sociedad fue capaz de producir más de lo necesario para el consumo inmediato aparecieron los propietarios y los no propietarios. Pronto los poseedores comenzaron a tomar a otros seres humanos como esclavos para apropiarse del excedente de su trabajo, apareciendo así la división de la sociedad en clases, poseedores y desposeídos, amos y esclavos.

Trabajo asalariado y capital
En el capitalismo la separación entre explotados y explotadores se basa en la separación entre capitalistas y trabajadores asalariados.

Los capitalistas son el grupo de personas propietarias de los recursos (tierra, minas, maquinas etc) necesarios para producir los bienes que la sociedad necesita y demanda.

Los asalariados son aquellos grupos de personas que al no poseer recursos propios para la producción se ven obligados a trabajar a cambio de un salario.

La relación entre el capitalista y el trabajador asalariado es de compra-venta. El trabajador vende su fuerza de trabajo a un precio, el salario, que se establecerá en base a la especialización del trabajo, esto es su coste de producción, y de la oferta y la demanda de una especialización determinada.

La propiedad sobre los medios de producción otorga a los capitalistas un lugar dirigente en la producción social. Deciden donde y cuanto se invierte y por lo tanto qué y cuanto se produce y por lo tanto determinan la investigación científico técnica y el desarrollo cultural y artístico.

El capitalismo es la época de la explotación asalariada, pero no todos los asalariados son explotados de la misma forma que no todos los súbditos eran siervos de la gleba.

Trabajo manual y trabajo intelectual
Con la revolución del neolítico el ser humano fue por primera vez capaz de producir más de lo necesario para su sustento sentando las bases para la separación de la sociedad en clases y con ella la separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.

Primero los esclavos, después los siervos quedaron relegados al trabajo manual, el trabajo que genera la riqueza material. El trabajo intelectual, la organización y administración de la producción, la sociedad y la política, la ciencia y la cultura y por tanto el acceso al conocimiento y la capacidad para desarrollarlo pasaron a ser potestad de la clase dominante.

De la misma manera en nuestra moderna sociedad capitalista los obreros son la clase relegada al trabajo manual, a la transformación de unas mercancías en otras, de las materias primas en bienes de uso y consumo, mientras que la burguesía realiza el trabajo intelectual, dirigiendo, administrando y diseñando toda la producción material, social y artística. Tal es la separación de clase en nuestros días entre trabajo intelectual y trabajo manual, que mientras el segundo se ve obligado a entregar su fruto a cambio de un salario perdiendo todo derecho de propiedad sobre él, el segundo genera para quien lo realiza derechos de propiedad.

Patentes y registros de propiedad intelectual generan a los burgueses intelectuales derechos de autor y rentas sobre la riqueza material que el trabajo manual genera al reproducir sus obras, diseños y patrones.

El trabajo manual del obrero genera toda la riqueza material, pero no le otorga a este ningún derecho sobre su obra.

Amplias capas de la población asalariada ocupan en la actualizad un lugar en la producción destinado al trabajo intelectual y aunque en la mayoría de los casos al convertirse en asalariados ceden sus derechos intelectuales al capitalista que los contrata, la proporción en la perciben la riqueza social y el papel que desempeñan en la organización del trabajo es muy diferente al de los obreros.

Hablar del fin de las clases sin acabar con la explotación es reivindicar el “derecho” a vivir del fruto del trabajo ajeno
Cada vez que la burguesía, desde la gran oligarquía financiera, hasta el pequeño burgués, proclama la extinción de las clases no tiene otra intención que ocultar la explotación sobre la clase obrera que implica la separación en clases de la sociedad capitalista. Cuando plantean que hoy nos diferencia más nuestra capacidad de consumo no tienen otra intención que ocultar la diferencia entre quienes producen la riqueza material y quienes se arrogan el derecho a disfrutar de ella sin producirla. No quieren decir otra cosa más que:

“Yo tengo derecho a no bajar a las minas ni entrar a las fábricas, tengo derecho a no cargar ladrillos, tengo derecho a no desgastar mi vista cosiendo, tengo derecho a no castigar mis manos, ni mi espalda trabajando el campo… pero tengo derecho a comer del fruto del campo, a vestir ropas, a una vivienda y a consumir la energía y las mercancías que fabricaron los obreros en las minas y en las fabricas. Tengo derecho porque puedo comprarlo.”

La sociedad de clases tuvo su origen y por lo tanto tendrá su final, pero de igual manera que una clase surgió para explotar a otras, esta solo desaparecerá cuando desaparezca toda forma de explotación y opresión. Entre tanto las proclamas acerca del final de las clases no serán más que máscaras tras las que la burguesía esconde su carácter explotador.

¿Qué quiere decir “supresión de las clases”? Todos los que se llaman socialistas reconocen este objetivo final del socialismo, pero no todos, ni mucho menos, reflexionan sobre el alcance de dichas palabras. Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en su mayor parte), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen de economía social.

“Es evidente que, para suprimir por completo las clases, no basta con derrocar a los explotadores, a los terratenientes y a los capitalistas, no basta con suprimir su propiedad, sino que es imprescindible también suprimir toda propiedad privada sobre los medios de producción; es necesario suprimir la diferencia existente entre la ciudad y el campo, así como entre los trabajadores manuales e intelectuales. Esta obra exige mucho tiempo. Para realizarla, hay que dar un gigantesco paso adelante en el desarrollo de las fuerzas productivas, hay que vencer la resistencia (muchas veces pasiva y mucho más tenaz y difícil de vencer) de las numerosas supervivencias de la pequeña producción, hay que vencer la enorme fuerza de la costumbre y la rutina que estas supervivencias llevan consigo.” (Lenin “Una gran iniciativa”).

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: 
El señor Juan Moscoso realiza una impagable contribución al desenmascaramiento de su partido, el PSOE. 

Cuando un parlamentario, al que la dirección de su partido no ha enmendado la plana, y que por tanto cabe entender que representa la opinión de aquella (la que cuenta porque el resto son “brazos de madera” que cacarean, en el mejor de los casos, un izquierdismo falso pero tragan con lo que les echen), que las clases sociales como tales ya no existen y que éstas no operan como factores de identificación social, está claro que implícitamente asume que pronto quitarán la O de sus siglas, dado que en la práctica ya lo hicieron, al menos desde que el “clan [sevillano] de la tortilla” se hizo con un partido escondido bajo la cama durante la dictadura fascista para posicionarse en el nuevo escenario político surgido tras la muerte del dictador. 

Sus apelaciones a la “modernidad”, al “progresismo”, no son nuevas. De ahí que el prólogo al libro del señor Moscoso haya sido realizado por Pérez Rubalcaba y epilogado por Felipe González, como se sabe representantes de “lo nuevo”, que consiste en que los social-liberales vayan admitiendo ya abiertamente que no se reconocen en el término “izquierdas”. En esto tampoco la escudería del PSOE  es original. Se le ha adelantado, en un impagable favor, su socio en la Internacional Socialista, el Partido Democrático (Italiano), heredero bastardo del antiguo Partido Comunista de Italia, para el que su ubicación en la izquierda ya no es un elemento definitorio. 

Lo significativo no es que los social-liberales no sean, de hecho, ni siquiera de centro izquierda, lo significativo es que lo asuman. Vivimos un tsunami dentro de lo que históricamente fueron las izquierdas entendidas en su pluralidad: los socialdemócratas pasan a ser social-liberales de facto y repudian su herencia ideológica abandonada hace mucho, los comunistas pasan a ser socialdemócratas y se avergüenzan de su pasado bolchevique e insurrecional.

La clave, que no es nada original, se encuentra no en el desplazamiento ideológico de la sociedad sino en el de esas izquierdas que, al renegar de sus identidades, transmiten a las clases trabajadoras que están huérfanas y que no es en ellas en las que deben encontrar la respuesta. He ahí la cuestión que explica que los desposeídos, los explotados, los oprimidos dentro de la maquinaria capitalista no encuentren en medio de una crisis que les está devolviendo a la condición proletaria del siglo XIX otro   medio de expresar su ira y su rabia -¿qué narices es esa chorrada de la indignación?- que caer en brazos de su enemigo de clase más radical: el fascismo, nacido del capitalismo en crisis. Cuando las izquierdas dejan de ser banderas de rebelión, y se convierten en fuerzas del orden burgués y de contención, otros ocupan su lugar, los que jamás debieron hacerlo. 

El fascismo es el programa de las clases medias, que temen ser laminadas y desprovistas de sus privilegios, hoy por el capital, ayer por el fantasma del comunismo, pero quienes ponen la carne de cañón, nutren sus filas y caen en sus batallas son los desarraigados sociales, los parados, los que pierden su condición de seres con derechos, perdidos en medio de una ausencia de revolución social  que les libere de su condición de esclavos y les ponga en el centro de la historia, anunciándoles su emancipación de clase. 

Esto se vio ya a principios de los años 80 del pasado siglo cuando en las ciudades de extracción obrera de Francia el peso político que iba perdiendo el PCF lo iba ganando el Front National. Hoy el Front National francés es ya una formidable amenaza a las libertades y al futuro de las clases trabajadoras que, disparan sobre sí mismas, abandonando también a un PSF que hace políticas de derecha. Las primeras propuestas del nuevo primer ministro francés, el xenófobo  Manuel Valls, señalan que nada bueno puede cambiar en su programa económico y social para las clases trabajadoras francesas e inmigrantes. 

A los partidos autodenominados, pronto cambiarán sus nombres (la socialdemocracia alemana ya no es siquiera miembro de la Internacional Socialista), socialistas no les salen las cuentas electorales. No dan para mayorías suficientes que les permita gobernar por sí solos. Prefieren hacerlo con coaliciones  verdes (derechas “modernas”) antes que con los excomunistas, que siempre serían un recuerdo de lo que ellos fueron un día ¿Cómo iba a ser de otro modo, si en su papel de copia de las derechas liberales y neocons dan peor imagen que el original al que imitan. Lejos de una reflexión que les haga recuperar lo mejor de su pasado, que nunca fue mucho (baste ver su papel en el aplastamiento de la revolución alemana de 1918 o en el de la Revolución de Octubre), irán girando y girando a la derecha hasta su propia muerte por consunción. No pueden hacer otra cosa. Sus compromisos con el capitalismo se lo impiden. Y si no que se lo pregunten a Felipe González porque los Craxi y los Carlos Andrés Pérez ya no pueden responder desde sus tumbas.      

La clase trabajadora sí que sabe lo que es y, a aquellos sectores de la misma que lo hubiesen olvidado, la crisis capitalista y quienes la están pagando se lo han aclarado. Otra cosa es que al señor Moscoso le parezca que es poco moderno, y sobre todo "peligroso" (para el orden capitalista al que él defiende), apelar a la existencia de clases sociales.

Les recomiendo encarecidamente que lean la entrevista, que encontrarán en el enlace superior, al señor Moscoso porque su cinismo político no tiene desperdicio. Él es uno de esos sujetos que, de tanto repetir como un loro las palabras "ciudadanos" y "consumidores", creen que las realidades de explotación y clases sociales desaparecen. 

9 de abril de 2014

ALCALDE FASCISTA: ASÍ TERMINA EL EX CAPO DE REPORTEROS SIN FRONTERAS

El fascista Robert Ménard se autovota en las elecciones
municipales francesas
Jean-Gy Allard. Contrainjerencia

Pretendió representar la libertad de prensa durante todos estos años desde que creo Reporteros Sin Fronteras (RSF) donde se consagró en atacar a Cuba y a los países progresistas. Negaba rotundamente ser un agente norteamericano y de las grandes corporaciones a pesar de las numerosas pruebas demostrándolo. Robert Ménard ahora se quitó definitivamente la máscara al hacerse elegir alcalde de la ciudad francesa de Béziers con el respaldo absoluto del Frente nacional, el partido de la extrema derecha gala. 

RSF, fachada de la NED norteamericana, de la CIA y de varios gigantes franceses de las comunicaciones, sigue citada como referencia en materia de libertad de expresión por varios órganos de prensa internacional que se niegan a reconocer la complicidad criminal de RSF con Washington en sus operaciones de desinformación.

Los vínculos de Ménard con órganos de inteligencia norteamericanos, cuando reinaba literalmente como secretario general de su organización, alcanzaron niveles de grosería sorprendentes. Mientras desencadenaba campañas de prensa contra Cuba, con una histeria inalcanzada previamente, se permitía viajar a Miami y a celebrar ruidosamente sus ataques a la isla con los elementos de la mafia cubanoamericana más identificados a la CIA.

“Las campañas de información que realizamos para los turistas que van a Cuba son concebidas por nuestra agencia, Saatchi & Saatchi”, se jactaba Ménard sin precisar que Saatchi & Saatchi es subsidiaria de Publicis, la primera agencia publicitaria de Francia, la tercera en el mundo, que realiza millonarias campañas para la US Army, Bacardí y hasta el Mossad israelí (servicios de espionaje hebreos).

El sitio Web norteamericano Counterpunch (*), publicó en agosto de 2007 un artículo de  los investigadores Diana Barahona y Jeb Sprague,donde se mostraba la alianza entre RSF y el Departamento de Estado a través de contratos con  la Nacional Endowment for Democracy (NED)  y el Internacional Republican Institute (IRI), dos de los intermediarios usados desde la administración de Ronald Reagan para desviar fondos públicos hacia organizaciones extranjeras.

Desde años Ménard asoció RSF a esa gran mafia de los jerarcas de la prensa continental llamada Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una vieja criatura de la CIA cuya sede en Miami lleva el nombre de su “refundador” el agente Jules Dubois, miembro ilustre de la inteligencia norteamericana.

En las horas del fracasado golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez, en abril de 2002, la representante de RSF, María José Pérez Schael, hizo la apología de los golpistas en la prensa local y en el 2004, RSF hizo campaña contra la “Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión de la República Bolivariana de Venezuela”, en clara defensa de los intereses de los grandes medios comerciales, en particular los del magnate Gustavo Cisneros.

En 2008, después de 23 años, el aparentemente  inamovible  fundador de Reporteros sin Fronteras (RSF), Robert Ménard, anunció sorpresivamente  que dejaba su cargo como secretario general de la controvertida organización.  El defensor supremo de la Libertad de Prensa aceptaba firmar un millonario contrato con el Emir de Qatar… país que denunciaba hasta entonces como un verdadero infierno para los comunicadores.
Ni un año duraron sus amores con el emirato. El que predicaba el odio a Cuba y Venezuela con subsidios del Departamento de Estado, reapareció en París en junio de 2009, reencarnado en defensor de los derechos de la extrema derecha.

En otros tiempos, Robert Ménard estudió en un colegio católico y soñó con hacerse sacerdote. Luego fue sucesivamente militante  trotskista y anarquista.

Ahora se exhibía con movimientos de extrema derecha y en abril de 2011 publicó “Viva Le Pen”, un alegato a favor del ultraderechista Frente Nacional (FN), caracterizado por su discurso antiinmigrantes y las salidas antisemitas, de su fundador, Jean-Marie Le Pen, padre de la actual jefa del partido.

La revista francesa Le Nouvel Observateur, en un retrato del recorrido de Ménard hasta su elección en Biziers, señala el curioso hecho que el autodesignado militante de la libertad de prensa se asoció a Omar Harfouch, “un turbulente playboy líbano ucraniano”, supuestamente amigo de Muamar el Gadafi, que sostuvo a RSF hasta consagrarse a otra causa… el Concurso Miss Europa.

La importante publicación francesa también subraya que Ménard en el 2001 prefirió ignorar al periodista Sami Al-Haj, detenido por las tropas norteamericanas en Afganistán y encarcelado en el campo de concentración y de tortura de Guantánamo. Hizo caso del colega solo en 2006 cuando no hubo otra alternativa.

En el caso del asesinato de los periodistas, Tars Protsyuk de Reuters y José Couso de la televisión española, Ménard llegó a afirmar que fue por casualidad que un tanque estadounidense abrió el fuego contra el hotel de Bagdad donde se encontraban.

Camaleón que ante todo privilegia su cuenta bancaria, Ménard revela una vez más la verdadera naturaleza de su “combate” por la libertad. ¿Entenderán algún día las agencias de prensa que se refieren a RSF como indiscutible fuente de información en materia de comunicaciones, el trabajo sucio de esta otra herramienta CIA de desinformación?

(*) http://www.counterpunch.org/2006/08/01/reporters-without-borders-and-washington-s-coups/

8 de abril de 2014

BROTES VERDES EN ESPAÑA: LA MOROSIDAD DEL COMERCIO SUBE UN 50% EN 2013 Y SE SITÚA EN EL 15,2%

L. Miyar. El economista

La calidad de la cartera crediticia del sector servicios ha seguido con su deterioro durante el año pasado, para alcanzar un ratio de mora superior al 22%. Aunque buena parte de este porcentaje se debe a la situación del inmobiliario, lo que tira de la morosidad es la evolución de otras actividades, como comercio y hostelería.

Así, durante 201 la ratio de mora de las entidades de crédito por los préstamos concedidos al comercio ha escalado un 50%, para situarse a final de año en el 15,23%, mientras doce meses antes era del 10,72%. En dos años, el comercio ha duplicado su ratio de mora, ya que en el año 2011 terminó en el 7,2 por ciento.

Los créditos con impagos en el comercio alcanzaban a final de 2011 los 5.461 millones de euros y los 7.840 millones en 2012, según los datos del Banco de España, y crecieron hasta 10.438 millones a cierre del pasado año.

Además, la ratio de mora también se ve afectada por el menor tamaño de la cartera crediticia. Así, los préstamos al sector del comercio, la tercera actividad con más volumen tras el inmobiliario y otros servicios, alcanzaban en diciembre de 2013 los 68.531 millones de euros, lo que supone una disminución del 6,24% en relación a al ejercicio anterior.

Esta disminución de los créditos es la segunda más moderada, tras el sector de otros servicios, cuya cartera crediticia sólo cayó el 2,62% en el año pasado.
Otro actividad muy castigada por la crisis, la hostelería, refleja esas dificultades en la evolución de su morosidad. Tras el inmobiliario, es la rama que mayor ratio de créditos dudosos presenta, y sigue con su tendencia alcista.

Durante el año pasado, la ratio de mora subió un 38 por ciento, para situarse en el 23,23 por ciento, lo que significa que de cada cuatro créditos concedidos a la hostelería uno ya ha entrado en morosidad.

La cartera de morosos ha pasado de los 5.987 millones de euros en 2012 a los 7.094 millones del año pasado. Como en el caso del comercio, el menguante volumen de la cartera de créditos también es responsable de parte del crecimiento de la ratio de morosos. En el caso de la hostelería, el stock de créditos bancarios ha disminuido un 8,59 por ciento en un año, al pasar de 33.406 millones de euros a 30.537 millones.

Se multiplica por cuatro
La morosidad de la hostelería, que empezó a crecer en 2008 con el inicio de la crisis, se ha multiplicado casi por cuatro desde finales de 2010. Este sector, uno de los que más acusa la bajada del consumo de las familias, al igual que el comercio, tenía hace tres años una mora del 5,24%.

Dentro de servicios, la actividad más deteriorada es el inmobiliario. Los bancos achican la cartera crediticia expuesta a este sector y, por otra parte, la entrada de morosos, tras la bajada por el traspaso a la Sareb, vuelve a crecer.

Así, el volumen de créditos al inmobiliario baja a ritmos cercanos al 21%. Si a finales de 2012 las entidades de crédito tenían 220.000 millones de euros en sus balances, a cierre del año pasado esta cifra había disminuido a 174.400 millones.

Respecto a la morosidad, tras una leve mejora a finales de 2012, los últimos datos disponibles, los correspondientes al último trimestre de 2013, muestran que ha repuntado hasta 37,99%, el más alto de toda la crisis.

La razón no sólo se encuentra en ese menor tamaño de la cartera, sino también en que la entrada neta de morosos vuelve a crecer.

Tras el traspaso de préstamos deteriorados a la Sareb por parte de las entidades rescatadas, el volumen de morosos bajó desde sus máximos de 84.097 millones, en el tercer trimestre de 2012, a 59.562 millones en el primer trimestre de 2013. Sin embargo, el deterioro de lo que queda en los balances continúa, bien porque hay más créditos que incurren en impagos, bien por las nuevas normas sobre refinanciaciones, que endurecen las clasificaciones de los préstamos. Así, tras tres trimestres de subidas, a cierre del año pasado, el saldo de morosos en inmobiliario se situó en 66.265 millones, una subida del 11,25 por ciento en sólo nueve meses.

Fuera de servicios, la construcción tiene una evolución paralela al inmobiliario. Su ratio de mora es muy similar, del 35,29%, y la cartera de créditos desciende en un 21,4% en el último año.

Al igual que en el inmobiliario, tras un descenso en la entrada neta de morosos durante el cuarto trimestre de 2012 y primero de 2013, ha vuelto a subir. Así, a final de año, los bancos tienen en balance 20.316 millones en créditos dudosos de la construcción, lo que supone un aumento del 17,8% respecto a nueve meses atrás.
El resto de la industria, sin tener en cuenta la construcción, presenta unas ratios de morosidad más moderados, si bien siguen subiendo y triplican el de hace tres años. A cierre del pasado ejercicio, la ratio se situó en el 13,75 por ciento, mientras en 2012 se encontraba en el 9,43 por ciento.

En total, la banca tiene en balance una cartera crediticia de 658.703 millones de euros concedida a las actividades productivas, un 13,48 por ciento menos que en 2012, de los cuales 143.512 millones corresponden a créditos dudosos. Es decir, la ratio de morosidad se sitúa en el 21,78 por ciento.

7 de abril de 2014

PRESIDENTE DE COCA-COLA ESPAÑA: "¡OS VAIS A ENTERAR!"

Marcos de Quinto, Presidente de Coca-Cola España
“Este ERE no es mio”. Pues para no ser suyo, Marcos de Quinto está poniendo mucho empeño en defenderlo…

nuevatribuna.es

El presidente de Coca-Cola España enseñó esta semana los dientes tras las críticas vertidas en twitter contra el ERE de la embotelladora que afecta a más de mil trabajadores. Marcos de Quinto nunca se ha caracterizado precisamente por la prudencia pero sus tuits son realmente incendiarios:"Yo no estoy contra los sindicatos, sino contra los mafiosos que amparados en su sindicalismo golpean a compañeros"; "el ERE está quitando privilegios a liberados que cobran 110.000 euros y solo trabajan 13 días al año: lamento descubrírtelo"; “vuestros líderes os han llevado al abismo”; “los trabajadores seguirán sin trabajo y tendrá que devolver parte de la indemnización”. “Alucino!”, han sido algunas de sus perlas…¡Imagínense a Botín lanzando estos improperios! Lo más increíble del ataque viral de Marcos de Quinto es su radical cambio de postura desde que estalló el conflicto desvinculándose desde el principio del ERE con su ya famoso “este ERE no es mío”. Claro que ahora le han tocado la marca y su nerviosismo por el perjuicio de Coca-Cola ante la opinión pública ha terminado por estallar. Hay quien recuerda cuando este empresario que se precia de ser un ‘animal social’ criticó el ERE de Telefónica; o, en un ejercicio de incongruencia corrió el Rally Dakar promocionando a la competencia con ‘Zumos Pascual’. Lo más lamentable es que sus críticas en las redes sociales son falsas ya que no hay liberados sindicales, sin contar con la falta de ética al utilizar datos confidenciales de las nóminas de los trabajadores. Por cierto, la suya, debe rondar el millón de euros, una cifra nada despreciable que le permite vivir cómodamente, eso sí, cuando ‘cuatro payasos no le toquen las narices’. Su desahogo no solo ha traspasado el plano público. Cuentan a este ‘mentidero’ que Marcos de Quinto “ha perdido los nervios y los papeles”. Y es que en reuniones con representantes de los trabajadores pasó de asegurarles, en un tono más conciliador, que la embotelladora iba a ser “generosa” con ellos, a amenazarles con que iba a “hacerles desaparecer” y que “iba a ir a por ellos” sin importarle el dinero que tuviera que gastar para conseguirlo. ¡‘Os vais a enterar’! Vaya, el cordero se ha convertido en lobo.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Para quien desee felicitar a Marcos de Quinto por su progresismo gerencial, respeto a la clase trabajadora y a sus representantes, estilo versallesco y comportamiento ejemplar...para los criminales de la CEOE (gran patronal), les dejo sus perfiles 

¿YA SABES EN QUÉ CONSISTE LA "GUERRA NO CONVENCIONAL"? (VÍDEO)

Un nuevo concepto de actuación subversiva y contrarrevolucionaria

Canarias-semanal.org

En la actualidad, aquellos procedimientos que un día utilizaran los EE.UU. para acabar con la revolución cubana, han sido considerablemente actualizados con la utilización de una nueva metodología de desgaste, mucho más sutil y encubierta, que la usada en la década de los cincuenta y sesenta para someter a la isla caribeña.

Escenarios de esta nueva metodología subversiva, conocida hoy como la "guerra no convencional", la hemos podido contemplar en países como Honduras, Ecuador, Libia, Siria, Ucrania y, ahora, en Venezuela… Se trata de un nuevo concepto de actuación subversiva y contrarrevolucionaria conocida como "guerra no convencional".

Pero ¿qué es la guerra no convencional? ¿En qué consiste? ¿De qué forma y en qué países se aplica?

El vídeo que les ofrecemos da buena cuenta de ello y nos ayudará a identificar procesos políticos que presididos por lemas tales como "primavera", "libertad", "democracia" y "rebelión" representan justo todo lo contrario


VÍDEO REPORTAJE:


guerra no convencional from CANARIAS-SEMANAL.ORG on Vimeo.

6 de abril de 2014

EUROPA SE DESCARGA PERSIGUIENDO A LOS GITANOS

Deportaciones gitanas en el siglo XX
Perseguidos, discriminados, expulsados y excluidos, en Europa los gitanos son objeto de un permanente e implacable acoso. En 2013, el gobierno socialista de Hollande desalojó a cerca de 21.000 gitanos de los terrenos que ocupaban

Eduardo Febbro. Página/12.
Los han perseguido por toda Europa, los siguen acechando y no siquiera el territorio de las palabras los protege de la infamia. El diccionario de la Real Academia Española asimila la palabra gitano con una connotación despreciativa, como si el hecho de ser gitano implicara “engaño” o una negatividad en potencia. Perseguidos, discriminados, expulsados y excluidos, en Europa los gitanos son objeto de un permanente e implacable acoso. Suecia acaba de admitir oficialmente que, durante el siglo XX, llevó a cabo una política de segregación contra los gitanos, quienes eran vistos como “incapacitados sociales”. Entre los años ’30 y ’70 el Estado sueco llegó incluso a esterilizar a las mujeres gitanas. El señalamiento y las políticas represivas contra los gitanos están hoy en pleno auge. En Europa occidental, Francia, Gran Bretaña y Alemania los tratan con mano de hierro mientras que en Europa del Este países como Hungría, Eslovaquia y la República Checa han llegado a un menosprecio racial extremo. En Gran Bretaña, los gitanos son regularmente expulsados de los terrenos donde viven, en Alemania el gobierno de la canciller Angela Merkel prepara un dispositivo destinado a que los romaníes –principalmente rumanos y búlgaros– no permanezcan más de seis meses en el país si no encuentran trabajo. En cuanto a Francia, desde que el ex presidente conservador Nicolas Sarkozy se comprometió en 2010 a desmantelar los campamentos gitanos, las operaciones policiales y las expulsiones no han cesado. En 2013, el gobierno socialista de François Hollande desalojó a cerca de 21.000 gitanos de los terrenos que ocupaban.
Deportaciones gitanas en el siglo XXI
El doctor Laurent El Ghozi, miembro de Romeurope, una asociación que defiende los derechos de los gitanos, señala: “Los gitanos son objeto de un desprecio específico. Se observan reacciones violentas, hostiles, contra poblaciones pobres, migrantes, supuestamente nómadas o gitanas”. Hay, de hecho, todo un país del Tercer Mundo en el seno de la Unión Europea, una suerte de nación paria compuesta por los 12 millones de gitanos repartidos en varios países del Viejo Continente. Los gitanos actualmente constituyen el grupo étnico minoritario más importante dentro de la Unión Europea. Y también el más oprimido. Romaníes, gitanos, zíngaros o simplemente pueblo gitano, desde que llegaron de la India hace diez siglos estas comunidades jamás conocieron un trato de igual a igual. No tienen ni los mismos derechos y ni siquiera se les reconoce públicamente el genocidio perpetrado contra ellos por la Alemania nazi. En todos los países ocupados por el régimen del Tercer Reich el pueblo gitano fue víctima del mismo exterminio que los judíos. Más de 600 mil murieron en los campos de la muerte. Thomas Hammarberg, ex comisario europeo para los derechos humanos, resume sin concesiones el calvario: “En Europa, los diversos grupos de romaníes sufrieron cinco siglos de represión vergonzosa desde que llegaron de la India al cabo de una larga migración. Los métodos represivos fueron variados: desde la esclavitud a la matanza, pasando por la asimilación forzada, la expulsión o la internación”. Han cambiado algunos métodos, pero el tratamiento que reciben no. Segregación escolar, exclusión laboral, requisitos imposibles de alcanzar para encontrar una vivienda, separatismo social, la UE no ha logrado poner en marcha un proceso de integración que respete las diferencias. La paradoja es enorme: se habla de romaníes, gitanos u otras denominaciones para señalar a personas que serían extranjeras o inmigrados. Inexacto. Michaël Guet –trabaja en el Consejo de Europa en la oficina del representante especial a cargo de los romaníes– recuerda que “la mayoría de los romaníes son ciudadanos europeos y, por consiguiente, no son migrantes en el sentido estricto de la legislación europea”. Lo mismo afirma Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea y encargada de la Justicia: “Hay 12 millones de romaníes en Europa que, como nosotros, están en Europa en su propia casa. Ayudar a que se integren es nuestras responsabilidad”. Sin embargo, se los trata como ingredientes tóxicos de la sociedad. Cuando ocupó la cartera de Interior, el actual primer ministro francés, Manuel Valls, había dicho que “esas poblaciones tienen modos de vida que son considerablemente diferentes a los nuestros”.
Las tensiones se agudizaron tanto más cuando, en 2010, la ampliación de la UE a los países del Este incrementó la circulación de gitanos. 8 por ciento de la población húngara es gitana, 9 por ciento de la eslovaca, 10 por ciento de la búlgara, y 9 por ciento de la rumana. En Francia hay 400 mil (0,6 por ciento de la población), en Argentina 300 mil y en Brasil 800 mil. Según la Unión Romaní Internacional, en América latina habría poco más de un millón y medio de gitanos. Durante un coloquio organizado a principios de abril en Bruselas por la UE, Viviane Reding dijo que “la vida cotidiana de los gitanos empezaba a mejorar”. Nada es menos seguro. En París, la familia Muntean lleva años en busca de un departamento: “Es lo mínimo y lo imposible”, dice el padre. Los expulsaron en 2010 del terreno donde vivían (Sarkozy), estuvieron un tiempo en locales prestados por asociaciones, luego vivieron en una carpa en plena calle hasta que la policía los desalojó. Terminaron en un hangar perteneciente a la Municipalidad de París, pero el municipio hizo un juicio para sacarlos de ahí, además de las varias intimaciones que recibieron para dejar el territorio francés. De hecho, los gitanos que provienen de algunos países de la UE no gozan de los mismos derechos que otros ciudadanos de la Unión. Si son oriundos de Rumania o Bulgaria, su estatuto está sometido a las medidas de adhesión transitorias de esos países, lo que tiene como consecuencia limitar los oficios que pueden ejercer y el tiempo de residencia legal.
Las condiciones en que, en octubre del año pasado, fue expulsada de Francia Leonarda Dibriani, una estudiante kosovar de 15 años, pone de relieve la inhumanidad que impera en todo lo que hace a los gitanos. Leonarda fue detenida cuando participaba en una excursión escolar con sus compañeros del Colegio André Malraux, de la localidad de Pontalier, al este de Francia. La policía la fue a buscar al autobús, la hizo bajar frente a todos sus compañeros y luego la expulsó por no tener papeles junto a su madre y sus cinco hermanos. Ser nómada, vivir en casas rodantes, exponer los orígenes de otras culturas infunde miedo. Objeto de mitos, odios y supersticiones absurdas, los gitanos conforman una minoría contra la cual, a lo largo de los siglos, los poderes políticos se han ensañado. Allí donde van sufren un proceso feroz de aislamiento y desintegración. En Hungría, los hijos de gitanos son escolarizados mayoritariamente en escuelas para deficientes mentales.
Paul-Marie Couteaux, candidato del partido de extrema derecha Frente Nacional en el distrito 6 de París, en las elecciones municipales de finales de marzo y principios de abril, tiene muy claro lo que quiere hacer con ellos: pretende concentrarlos “en campos” y califica la presencia de los gitanos en su barrio como una “lepra” que “afea la estética de París”. Excluidos de la vivienda, de la educación y del trabajo, los romaníes no tienen muchas opciones al alcance. Por eso, en buena parte, montan campamentos para vivir, con lo cual se crea una suerte de villa miseria improvisada en localidades donde hay terrenos libres. Y allí se enciende otro foco de represión y menosprecio: “Vivir con una villa miseria al lado es tener delante de los ojos una miseria intolerable, así como los comportamientos ligados a la miseria. El romaní no es espontáneamente un ladrón o sucio, pero vivir en una economía de supervivencia puede acarrear comportamientos eventualmente delictuosos”, cuenta el doctor Laurent El Ghozi, miembro de Romeurope.