23 de febrero de 2015

LIBIA: LOS INCENDIARIOS GRITAN “¡FUEGO!”

Manlio Dinucci. Red Voltaire

Iniciada bajo un pretexto humanitario enteramente fabricado, la guerra contra Libia no ha terminado todavía. Después del derrocamiento de la Yamahiriya, de la muerte bajo las bombas de la OTAN de 120 000 libios (según las cifras de la Cruz Roja Internacional) a los que supuestamente había que proteger, después del linchamiento de Muammar el-Kadhafi y del ulterior éxodo de 2 tercios de la población libia, es evidente que “el trabajo” sólo está comenzando.

La guerra que se extiende por Libia está provocando cada vez más víctimas, y no sólo en tierra sino también en el mar. Se trata de las numerosas personas que, empujadas por la desesperación, tratan de atravesar el Mediterráneo y terminan ahogándose en sus aguas.

«Desde el fondo del mar nos preguntan dónde están nuestros sentimientos humanos», escribe Pier Luigi Bersani.

Bersani tendría que preguntarse primeramente dónde estaban sus propios sentimientos humanos y además su propio concepto de la ética y de la política el 18 de marzo de 2011, cuando, en vísperas de la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Libia, él mismo, desde su posición de secretario del PD (Partito democratico), gritaba «¡Enhorabuena!» afirmando que «el Artículo 11 de la Constitución (italiana) repudia la guerra, no el uso de la fuerza por razones justas».

Enrico Letta, quien –como Bersani– lanza hoy un llamado al sentimiento humanitario, debería acordarse del 25 de marzo de 2011, cuando, como vicesecretario del PD, declaraba: «guerreristas son quienes están en contra de la intervención internacional en Libia y no nosotros que somos constructores de la paz».

Esta «izquierda» disimulaba las verdaderas razones –económicas, políticas y estratégicas– de la guerra al afirmar, el 22 de marzo de 2011, por boca de Massimo d’Alema (ya todo un experto en «guerra humanitaria» en Yugoslavia) que «en Libia ya existía la guerra, emprendida por Kadhafi en contra del pueblo insurgente, una masacre que había que detener».

Siguiendo fundamentalmente esa misma línea, el 24 de febrero de 2011 –día del inicio de la guerra–, el secretario del PRC (Partito della Rifondazione Somunista) Paolo Ferrero acusaba a Berlusconi de haber demorado «días en condenar la violencia de Kadhafi» y afirmaba que había que «desmantelar lo más rápidamente posible el régimen libio».

Ese mismo día, jóvenes «comunistas» del PRC, junto a «demócratas» del PD, tomaban por asalto la embajada de Trípoli en Roma, quemaban la bandera de la Yamahiriya libia e izaban la del rey Idris, la misma que hoy ondea sobre la ciudad libia de Sirta ocupada por los yihadista, como pudimos ver hace 3 días en el noticiario del primer canal de Italia.

Esta «izquierda» iba incluso por delante de la derecha en cuanto a empujar hacia la guerra al gobierno de Berlusconi, inicialmente reacio –por razones de interés– pero que inmediatamente después pisoteó cínicamente el Tratado de No Agresión y participó en el ataque permitiendo el uso de las bases y de las fuerzas aeronavales de Italia.

En 7 meses la aviación de Estados Unidos y la OTAN efectuó 10 000 misiones de ataque, utilizando más de 40 000 bombas y misiles contra los libios mientras que se infiltraban en Libia unidades de fuerzas especiales, que incluían miles de comandos qataríes. Simultáneamente se proporcionaba financiamiento y armas a grupos islamistas anteriormente definidos como terroristas. No está de más recordar que entre esos grupos se hallaban los que más tarde, después de ser enviados a Siria para derrocar el gobierno de Damasco, fundaron el actual Emirato Islámico e invadieron Irak. Así se provocó la desintegración del Estado libio y también el éxodo –y por consiguiente la hecatombe que actualmente ocurre en el Mediterráneo– de los inmigrantes africanos que habían encontrado trabajo en Libia.

También se propició así la guerra interna entre sectores tribales y religiosos que ahora luchan en Libia por el control de los campos petrolíferos y de las ciudades costeras, hoy principalmente en manos de los grupos vinculados al Emirato Islámico.

Y ahora, después de reiterar nuevamente que «abatir a Kadhafi era una causa sacrosanta», el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Matteo Renzi, Paolo Gentiloni, toca la alarma porque «Italia está amenazada por la situación en Libia, a sólo 200 millas». Gentiloni anuncia por lo tanto que se dirigirá al parlamento sobre la posible participación italiana en una intervención militar internacional «enmarcada por la ONU». En otras palabras, nos anuncia una segunda guerra en Libia presentándola como una misión de «preservación de la paz», tal y como Obama le había pedido en junio de 2013 al entonces primer ministro Letta, con el respaldo de la ministra de Defensa italiana Pinotti y la aprobación de Berlusconi.

Así que otra vez estamos en la encrucijada.

19 de febrero de 2015

EL GRAN HERMANO YA ESTÁ AQUÍ. INDRA SABE Y CONTROLA TODO

Javier Monzón, presidente de Indra. Foto Community.
Begoña Capape. PepeReyElkartea

Indra es una compañía especializada en consultoría, innovación, tecnología de Defensa e  Información (CNI). Según Xabier Salvador, periodista especializado en temas económicos, Indra es una empresa bien emparentada con las finanzas públicas, como ministerio de Defensa y Hacienda. También lo es por su estrecha y nada cuestionada relación con la inteligencia española, aunque el CNI e Indra mantienen unas líneas divisorias, es difícil aclararse donde empieza una y acaba otra. Y, finalmente, porque una empresa que trabaja para la defensa de un país encierra más secretos que los estrictamente necesarios en virtud de su papel en la tecnología militar.


Ministerio de Defensa. Reunión con Indra
Javier Monzón es el presidente de Indra. Lo es desde que Felipe González la creó en 1993 y al día de hoy, buscando puertas giratorias, Gonzalez encontró una en INDRA como consejero. Después de varios cambios de gobierno, Monzón ha demostrado tener un gran sentido de la supervivencia, todos los gobiernos que sucedieron a Felipe querían su cabeza. Pero su proximidad con el Rey y la supuesta vinculación con los hijos de los políticos… igual tiene que ver algo con su supervivencia.

Según algunos testimonios de trabajadores de Indra, lo que se pretende es colocar a miembros del CNI en las empresas e instituciones más estratégicas del Estado español y de otros países. En Hego Euskal Herria, ya lo han conseguido, entraron de la mano de Patxi López, aquí se han asentado y han empezado a controlar a todo el mundo. Es curioso que una empresa que controla el AVE de la Meca, con 160.000 pasajeros diarios, se “meta” en el negocio de los KZgunea….y las bicis de Bilbo. Que se pretende? Y lo más grave… quién le ha permitido quedarse?

Comunidad autónoma vasca
En Bizkaia lleva el control y gestión de los KZgunea  junto a LKS del grupo Mondragón. Una adjudicación que provocó una gran polémica por la adjudicación y por el despido de la mayoría de los trabajadores y eso que este “pequeño negocio”, le reporta a Indra grandes beneficios y pocos gastos. El G. de Gasteiz le paga 6,5 millones de euros por llevar la gestión de los KZgunes, también corre por cuenta del Gobierno todo el material informático y los ayuntamientos facilitan los locales. En el apartado de gastos sólo hay que poner 1.220.000 de los salarios de la gente que trabaja en los KZgunes.

Cuando alguien se hace socio de un KZgune, ellos mismos te dan un nuevo correo y la  clave para acceder y ésta no es otra que tu DNI, clave que por supuesto no puedes cambiar. Es cuestión de cruzar datos y sale el curriculum de cualquiera.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Bilbo le adjudicó también el sistema de préstamos de bicicletas. Una adjudicación que da que pensar, porque una empresa que realiza sofisticados proyectos tecnológicos, la gestión de cuatro bicis… no se entiende.

Para el proyecto de las instalaciones de los accesos a Bilbo, formó una UTE con la joya de la corona: Excavaciones Vda de Sainz. No hay megaproyecto de construcción en Bizkaia en el que no aparezca esta empresa. Se lo adjudicaron por 6.486.187 sin IVA.

Indra en Catalunya
En estos momentos, Indra está siendo investigada por la fiscalía anticorrupción. Compró la empresa “Europraxis” a Josep Pujol Ferrusola para facturar en el mercado catalán. Según la fiscal que lleva el caso, desde la compra de “Europraxis” por parte de Indra, ha tenido contratos y adjudicaciones de la Generalitat por más de 160 millones de euros. Según algunos medios de comunicación, se ha llevado las obras más importantes que ha adjudicado la Generalitat. Esto se puede traducir en millones de euros.

La situación de “Indra” cambió tras comprar la consultora de Josep Pujol. Sólo unas semanas después de que se cerrara esa operación en abril de 2001, “Indra” logró uno de los mayores contratos del Gobierno catalán, presidido aún entonces por Jordi Pujol. La tecnológica española obtuvo una adjudicación de 13,8 millones de euros para modernizar el sistema tributario autonómico. Y en diciembre de ese mismo año, consiguió otra licitación de 3,4 millones de euros para mejorar la circulación rodada en el territorio de la comunidad.

Sin duda, la compra de Europraxis supuso un punto de inflexión para “Indra” en sus relaciones comerciales con la Generalitat. Se calcula que entre 2001 y 2013, la compañía ha logrado en Cataluña adjudicaciones públicas por valor de 190,9 millones de euros. Además, ha conseguido al menos otros 33,7 millones de euros a través de uniones temporales de empresas. La suma sólo tiene en cuenta las licitaciones de la Generalitat y de instituciones adscritas a la Administración autonómica. No se han sumado los encargos que le han otorgado ayuntamientos y otras entidades locales.

La gran mayoría de los contratos corresponden a proyectos del sector de las tecnologías de la información, pero el abanico de entidades adjudicatarias es variado: desde el Servicio Catalán de Tráfico al Departamento de Gobernación y Administraciones Públicas, pasando por el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, Gestión de Infraestructuras S.A. (GISA), Puertos de la Generalitat, Ferrocarriles de la Generalitat y la Entidad Autónoma de Juegos y Apuestas de la Generalitat.

En 2012, un año después de que CiU regresara al Ejecutivo de la Generalitat, Indra consiguió uno de sus mayores contratos con la Administración catalana a través de una UTE en la que también participaron El Corte Inglés, Zemsania y Emte. El consorcio se adjudicó el servicio para el control de puestos de trabajo y soporte informático a los usuarios de la Generalitat por un importe total de 196 millones de euros.

Según algunas fuentes cercanas, la policía judicial cuestiona que “Europraxis” costara realmente en aquel momento los 44,4 millones de euros que Josep Pujol y sus cinco socios se embolsaron por su traspaso. Los investigadores subrayan que la consultora apenas disponía de activos y de trabajadores en plantilla, y apuntan que esa compraventa pudo servir para blanquear fondos procedentes del pago de comisiones ilegales y para garantizar el acceso de Indra a contratos de la Administración autonómica gracias a la ascendencia del clan Pujol en las instituciones catalanas.

Trabajos de Indra
Indra lleva el control de los siguientes proyectos
-control de los sistemas de gestión, tickets y seguridad en el Ave de la MECA (440 millones)
-control de los tickets y pases del metro de Madrid
-control de los tickets y canceladoras de Euskotren y tranvía de Bilbao
-control de la seguridad de la mayoría de los aeropuertos del Estado español  y en ocho ciudades en China
-seguridad de trenes en Turquia
-lidera el proyecto de control automático de fronteras en Europa. El objetivo de esta iniciativa es actualizar e integrar los sistemas que ya existen, prepararlos para que puedan verificar pasaportes y DNI de última generación. El importe del proyecto ABC4EU asciende a 16,8 millones de euros.
-recuento de votos de elecciones en el Estado
-adjudicación del proceso electoral de Irak (130 millones)
-Indra, negoció la renovación de la defensa aérea libia El contrato para modernizar el obsoleto sistema de defensa aérea de Trípoli incluía nueve radares tridimensionales fijos y móviles; centros de mando y control, equipos de guerra electrónica y sistemas de comunicaciones. Su importe superaba los 200 millones de euros.
-Indra participa en la interconexión de los sistemas sanitarios europeos
-lleva toda la gestión del personal de Osakidetza
-adjudicación del expediente 009/2011/ARM/AT para la Ejecución de las obras correspondientes al Proyecto de Construcción de las Instalaciones de los accesos a Bilbao por San Mames, Fase II 48.202.149,07 euros
-rehabilitación motriz en la nube según el blog OTXARKOAGA.ES
-adjudicación de los trabajos correspondientes para la elaboración del “Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible para el Territorio Histórico de Álava” (180 millones)
-Indra, probará en Araba el nuevo sistema informático para las fiscalías. Esta empresa que ya informatizó a la Fiscalía General del Estado, es la contratada por el Gobierno para cumplir una demanda histórica de los fiscales vascos.
-Indra lidera el proyecto de I+D Origin para optimizar el desarrollo de software en las compañías globales. Es un proyecto para crear un universo donde el jugador tenga una identidad y pueda consultar toda la información que este necesite, independientemente de la consola que tenga.
-Londres dio a Indra el proyecto de modernización del centro de control del tráfico de sus 12 túneles
-Actualmente trabaja en el proyecto de la construcción de misiles METEOR. Este  programa se lleva a cabo mediante cooperación con Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Suecia. Se prevé un ritmo de entrega de 10 a 14 unidades por año hasta el 2017
-por último, Indra ha firmado con los Emiratos Árabes Unidos un contrato para la fabricación de  “Drones For Good”

Y por si hay alguna duda, hemos recogido las palabras que el periodista Diego Carcedo pronunció este verano, en el XXVI Seminario Internacional de Seguridad y Defensa, organizado por la Asociación de Periodistas Europeas (APE)  “Expertos de la Guardia Civil y de Interior cifraron en unos 300.000 millones de euros las pérdidas anuales globales por las ciberamenazas –en España no hay estadísticas- y en miles, los puestos de trabajo. En nuestro país se producen 39.000 ataques diarios que, en su mayor parte son neutralizados por el Mando Conjunto de Ciberdefensa, por el Centro Criptológico Nacional por el Área de Seguridad de la Guardia Civil, por el CNI, por Indra  y por el Centro Nacional para la Protección de Infraestructuras Críticas (CNIC)”.