27 de julio de 2015

LA CRISIS MUNDIAL DEL AGUA QUE VIENE Y SU “PRESAGIO”: LA SEQUÍA DE CALIFORNIA

Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada

En espera de la supuesta sexta extinción masiva, el planeta se encamina a una crisis catastrófica del agua que presagia una sequía sin precedentes en California.

Es curioso que los voraces megabancos de Wall Street propalen el riesgo por la crisis global del agua: desde Goldman Sachs hasta Bank of America Merrill Lynch (BAML).

¿Pretende Wall Street financiarizar las catástrofes globales?

Durante la conferencia “Los cinco principales riesgos en el mundo”, Goldman Sachs colocó en primer lugar a la crisis acuífera, que sería mucho mayor que el alza de los alimentos y el agotamiento de las reservas de energía.

Allí Nicholas Stern advirtió que los acuíferos subterráneos podían secarse al mismo tiempo que el derretimiento de los glaciales en el Himalaya, mientras Donald Kennedy, académico de Stanford, explayó que el cambio climático global ha desatado una espiral que se retroalimenta: “tenemos sequías combinadas con un exceso psicótico (sic) de lluvias.”

Los analistas de BAML aducen que la sequía que lleva cuatro años en California “ha causado una devastación sin paralelo en la región” y sentencian que “la sequía en California es el presagio de la crisis global del agua que viene.”

Proyectan que para 2050 el 45% del PIB global estará en peligro “con 50 países con riesgos de conflicto por el agua.”

Las cifras son escalofriantes: abrupto descenso de los niveles de los acuíferos, que alcanzó 30 metros, al unísono del derretimiento de la capa de nieve en Sierra Nevada (California), que se encuentra a 5% de sus niveles históricos.

Su impacto económico es ya disruptivo: la sequía tendrá un costo de 2.700 millones de dólares para la agricultura de California, lo cual redundará en “restricciones obligatorias de agua”, afectaciones a la salud humana y daño a la fauna, hundimientos de terrenos, intrusión marina e incendios forestales.

Para 2060, “el abasto de agua de California será deficitario en más de 13 billones (trillones, en anglosajón) de galones (nota: un galón=3.78 litros) con 80% de probabilidad de una megasequía durante varias décadas de este siglo.”

BAML expone en un diagrama perturbador el porcentaje de California para cada categoría de sequía que divide en cinco rubros: excepcional, extremo, severo, moderado y anormalmente seco.

Shane Ferro, de Business Insider, asevera que, como consecuencia del cambio climático, la asequibilidad del agua constituye "el mayor problema global del siglo XXI", basado en un previo reporte del BAML.

Los analistas de BALM diagnostican que “a escala global, 750 millones de personas carecen de acceso a una fuente salubre de agua potable y 2.400 millones no tienen acceso a instalaciones sanitarias adecuadas”, cuando “cerca de 50 países son oficialmente clasificados como estresados (sic) por carencia de agua, y hasta 70% de los acuíferos subterráneos del mundo han alcanzado su pico”, en similitud al célebre “pico del petróleo” que anuncia su posterior decaimiento después de su nivel máximo.

La demanda global del agua excederá la oferta en 40% de 2030 hasta 2050, mientras 3.900 millones de personas vivirán bajo severo estrés acuífero.

Cabe señalar que el devaluado “México neoliberal itamita” se encuentra entre los 50 países estresados, por lo que destaca la misántropa letalidad consustancial a la megacorrupta ley Korenfeld, donde están implicadas las altas esferas del racista gobierno infanticida del primer ministro de Israel, Bibi Netanyahu, cada vez más aislado del concierto universal.

World Resources Institute cataloga a los 36 países “extremadamente estresados por carencia de agua (más de 80%)”, donde México es colocado en el inmediato nivel “alto (entre 40 y 80%.”

La quiebra acuífera de California no es menor, como metáfora de la crisis global del agua en ciernes que afecta a un estado inmensamente rico que, si fuera país, sería la octava economía a escala global.

En fechas recientes, la NASA advirtió que “el agua potable de California se agotará en un año”, por lo que sus científicos “abogan adoptar medidas urgentes para lograr sostenibilidad en el consumo de agua potable en California”.


Según la NASA, California “desde 2002 viene perdiendo agua almacenada y dos terceras partes de estas pérdidas se derivan del uso de aguas subterráneas por los agricultores que han tratado de combatir los efectos de las sequías, por lo que los presentes almacenamientos del líquido en California podrían acabarse en un año.”

Según el portal Business Insider, los expertos aseguran que California ha sufrido su peor sequía en los últimos mil 200 años. Expone una serie de fotos impresionantes al cuarto año de sequía en California.

California ya no cuenta con su principal fuente de agua de superficie, que proviene de la nieve almacenada en las montañas más elevadas y que ha desaparecido debido a la sequía y que se ha derretido en forma dramática.

Pese a que representa sólo 1,5% de toda la economía de California, su industria agrícola, puesta en la picota hidráulica por su excesivo consumo, enarbola la más alta producción comparada a otros estados de Estados Unidos (EU).

La otrora mirífica California, tercer estado en extensión de EU después de Alaska y Texas con 423 mil 968 kilómetros cuadrados, es el más poblado con casi 39 millones de habitantes –casi 13% de todo EU, lo cual le otorga 55 relevantes votos en el colegio electoral– donde habita 31% de mexicanos (dentro del 38% de latinos).

Sin tomar en cuenta la ominosa letalidad criminal del fracking –que dilapida colosales masas del líquido–, la simultánea crisis acuífera en California y México es ya transfronteriza y bidireccional, en el aspecto humano, con graves reverberaciones migratorias, que no aborda ninguno de los irredentistas esquemas financieristas/militaristas del Tlcan, Aspan, Plan Mérida, NorthCom, NorthAmerica, TPP, TTIP, TISA.

¡Es increíble que no exista una tripartita política hidráulica del invasivo esquema de Norteamérica!

Como si lo anterior fuera poco, Russia Today expone que detrás de las ofensivas de los barbáricos yihadistas “se encuentra una lucha mucho más cruel: el control del agua”, una de cuyas medidas ha sido reducir el suministro de agua en las áreas controladas por el gobierno de Irak.

De por sí la contaminación y el calentamiento global han agravado la escasez acuífera en Medio Oriente, donde se prevé que para 2025 las sequías provocarán hambrunas masivas.

Lo que no destruye la naturaleza lo acaban por aniquilar los depredadores “humanos.”

24 de julio de 2015

EL DOGMATISMO DE LA “UTOPÍA REFORMISTA”

Pere Ametller. La Izquierda Diario

Llevamos meses viendo a gran parte la izquierda española apoyando al gobierno de Syriza. Después de su claudicación ante el chantaje de la Troika se hace necesario preguntarse cual es el trasfondo de este fracaso y ver cuales son las reacciones del reformismo ibérico después de la aprobación del tercer memorándum griego.

"Pedimos disculpas a los marxistas de todo el mundo porque Grecia haya rechazado cometer un suicidio ritual para el avance de la causa. Ustedes han sufrido desde sus sofás." Así se pronunciaba Raimundo Viejo Viñas, mano derecha de Pablo Iglesias en Catalunya y miembro destacado también de Barcelona En Comú.

El cinismo de Raimundo parece que le juega una mala pasada. Para millones de griegos las medidas acordadas con la Troika suponen un “suicidio” nada “ritual”. Obvia que el memorándum no se sufre ni se está combatiendo desde el sofá. Obvia las movilizaciones y huelgas que han habido en Grècia contra el memorándum de Tsipras y las convocatorias para dar apoyo al pueblo griego en el Estado Español. Deja en evidencia quien ha visto el proceso desde el sofá avalando la claudicación. Quien tranquilamente en nombre del “realismo” y de rechazar supuestos dogmatismos ideológicos -en este caso marxistas- pide a los griegos que se resignen al peor paquete de medidas aprobado hasta la fecha por su Parlamento.

Quien alentaba el camino de la movilización popular cuando estas medidas las aprobaban Pasok o Nueva Democracia se niega a hacerlo ahora que el ejecutor es Tsipras. Si hay alguna muestra de dogmatismo es esta: apoyar a “los nuestros” hagan lo que hagan, defender lo indefendible.

El eurodiputado de ICV -EUiA -formación con la que Podemos se ha coaligado en Catalunya- Ernest Urtasun reconocía que "el acuerdo de ayer no es lo que quiere el gobierno de griego, que se ha visto obligado a aceptarlo para evitar daños mayores".

Ningún dirigente de esta organización o su referente en el resto del estado, Izquierda Unida, han realizado la más mínima crítica a la estrategia de Syriza que ha llevado al fracaso. Sin duda ha sido la Troika quien ha impuesto la nuevas medidas. Pero ¿No hay ninguna responsabilidad en la estrategia emprendida desde Syriza que le ha llevado a no poder hacer frente a ese chantaje por otra parte previsible desde el minuto cero?

El argumento esgrimido por Urtasun es el mismo que lleva tiempo defendiendo CiU en Catalunya: no hay margen para llevar acabo mayores políticas sociales. Es la vieja cantinela expresada tanto por conservadores como socialdemócratas desde que comenzó la crisis y que se puede resumir en “la dictadura de los acreedores es invencible”. Es cuanto menos paradójico ICV-EUiA y Podemos la reproduzcan para justificar a Tsipras. Más cuando pretenden basar su campaña electoral del 27S en un frente contra los recortes de CiU. ¿Qué haría una Generalitat gobernada por “Catalunya sí que es pot” cuando se tope con la Ley de Estabilidad Presupuestaria? Su balance de los seis meses de gobierno de Syriza responde a esa pregunta.

Desde hace décadas, si hablamos de IU, y meses, si tomamos a Podemos, se viene haciendo bandera de la vuelta a la socialdemocracia. Una socialdemocracia que venden como la “original”, la que hacía reformas sociales y fue padrina del Estado del Bienestar. Pero siempre sin renunciar a la esencia del programa socialdemócrata: no cuestionar al capitalismo ni sus instituciones.

En determinados momentos históricos estos marcos le permitieron otorgar concesiones para amplios sectores de la clase obrera de los países imperialistas. La crisis capitalista ha reducido hasta la inexistencia unos límites que ya se achicaron brutalmente en las últimas décadas de ofensiva neoliberal. La socialdemocracia y su gestión humana del capitalismo es antes “gestión” que “humana”. Y “gestionarlo” acaba suponiendo aplicar las mismas medidas contra el pueblo y la clase trabajadora que la derecha. Asumir los marcos del capitalismo y sus instituciones, supone asumir que el poder real lo tiene el capital y no el gobierno.

Los nuevos reformismos de Syriza y Podemos retoman la vieja idea de de pretender hacer reformas sin un atisbo de medidas anticapitalistas en su programa. En Grecia acabamos de ver como solventar los graves problemas sociales sin tocar un pelo de los intereses de los grandes capitalistas se ha demostrado la gran utopía reformista. ¿Porque estas formaciones no realizan una autocrítica y cambia su posicionamiento después de haber presenciado el fracaso de su estrategia en primer plano? Porque descartan la única opción que queda: la de pelear por una salida revolucionaria, que rompa con los regímenes políticos de la democracia para ricos e imponga un programa anticapitalista.

Una salida así está totalmente por fuera de sus coordenadas. Sin disimulo alguno Pablo Iglesias ya señaló que para él ‘no hay alternativa a la economía de mercado’. Se ha empleado a fondo para dejar claro que lejos de cualquier atisbo izquierdista su proyecto descarta por completo la opción de socializar los medios de producción, la única vía realista para un verdadero reparto del trabajo y que la riqueza que se genera revierta en toda la sociedad. Sin pestañear desecha la única alternativa que puede acabar con el paro y la miseria de las clases trabajadoras. Por contra opone un programa de cada vez más tibias reformas pero para cuya aprobación debe contar con el permiso de los capitalistas y sus instituciones -como le ha pasado a Syriza-. Al negarse a tocarles la base real de su poder se convierte él en rehén de sus chantajes.

Los nuevos reformistas llevan tiempo desacreditando la idea de la revolución. Pero a la vez vemos que cualquier alternativa al sistema capitalista imperante que no pretenda acabar con él no consigue ni siquiera pequeñas mejoras para la clase trabajadora y sectores populares.

Pablo Iglesias ha defendido continuamente la necesidad de alejarse de los símbolos de la izquierda, escondiendo que lo que esta haciendo es alejarse de la ideas de la izquierda. Planteó que se tenía que escoger entre “ser mayoría o ser de izquierdas”, dejando claro que sus principios son el posibilismo y el pragmatismo. Lejos de ser un proyecto “realista”, en términos de dar una solución real a graves problemas reales, este pragmatismo se demuestra en el caso de Syriza un fraude de muy corto recorrido, incapaz de realizar las mas mínimas reformas sociales.


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