31 de mayo de 2015

¿SE DESCOMPONE LA UE? ¿QUÉ HACER?

Por Marat
Ante el embate de los euroescépticos en Estados miembros de la Unión Europea, alguno de los cuáles, en países del Este, se encuentra en el gobierno; ante la posible salida de Grecia de la misma (no importa que suceda, lo relevante es que se plantee); ante la pregunta del referéndum en el Reino Unido en relación con su pertenencia a esta asociación que no deja lugar a dudas -"¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea?"- es el momento de plantearse la viabilidad de este club de mercaderes, cuya unión política siempre estuvo en entredicho y sólo ha alcanzado un papel absolutamente subalterno frente a los intereses de los poderes capitalistas.

En mi opinión, la de alguien que suele equivocarse mucho, la pregunta no es tanto si sobrevivirá la UE sino hasta cuándo y, sobre todo, cuáles serán las consecuencias de la vuelta a la Europa de las naciones. Y digo naciones porque la fragmentación de los Estados es ya un hecho, primero en organizaciones territoriales que no pertenecían a lo que antes llamábamos Mercado Común (Yugoslavia, Checoslovaquía), después como tendencia en viejos Estados europeos (Gran Bretaña con Escocia, España con Cataluña, quizás antes que con Euskadi, flamencos en Bélgica, Véneto en Italia)

Si hubiera de reconocer algún aspecto positivo a la UE señalaría tres:
  • El primero, y más reciente, el de poner en evidencia la brillante afirmación de Marx y Engels de que "Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa." ("El Manifiesto Comunista". 1848) Si a nivel nacional esta frase es muy cierta, imagínense hasta qué punto se hace verdad con instituciones como el BCE o el FMI que, aunque es transcontinental, interviene sobre las políticas de la UE de un modo decisivo.
  • La evitación de una III G.M. durante 70 años en Europa, el período más largo que se ha producido de paz en el Continente que recordemos. Sin embargo, esto ya no es cierto. La guerra en Ucrania actual -en un impasse insostenible-, las guerras en la ex República Federal Socialista de Yugoslavia entre 1991 y 1999, potenciada por potencias como Alemania o USA, y la vuelta al viejo orden de la guerra fría, que se calienta progresivamente con tendencias mundiales de conflicto, apuestan por el fin de dicha paz. 
  • Un antiguo y ya acabado desde hace tiempo sentimiento de pertenencia a una comunidad supranacional que superase las tendencias nacionalistas europeas, que tan caras no resultaron a los habitantes del viejo Continente. Esto es algo que tiene acta de defunción con la aparición de partidos euroescépticos, populistas y abiertamente fascistas.
Si ésta es la realidad que hoy nos encontramos en una Europa que se blinda cobarde y criminalmente ante el deseo de los parias del Tercer Mundo de alcanzar un sueño que saben que ya no lo es pero que es infinitamente mejor que sus cotidianas pesadillas; si ésta es la realidad que hoy nos encontramos cuando alrededor de 23 millones de parados en el viejo continente se enfrentan a un desempleo crecientemente estructural; si ésta es la realidad que sufrimos en un territorio transnacional cada vez más desigual y menos libre y solidario; si ésta es la realidad que se impone en una Europa cada vez más cuestionada en relación con sus instituciones centrales; si ésta es la realidad que nos ahoga en una Europa que refleja que, desde la Europa de las dos y hasta tres velocidades, se ha vuelto sobre la competencia salvaje entre "capitalismos" y entre Estados; si ésta es la realidad que se nos viene encima en forma de amenaza fascista continental; si ésta es la realidad de una UE con dictadura de un país/capital nacional sobre el resto, cabe preguntarse qué puede hacerse desde una posición de paz entre los pueblos, que no entre las clases, de defensa de los derechos de la clase trabajadora, de alegato por las libertades que esa clase necesita para decir NO a su regreso a la esclavitud decimonónica, de búsqueda de alternativas de solidaridades internacionales entre los crecientemente desheredados. 

En mi insuficiente pensamiento sólo cabe responder frente a la descomposición de un mercado continental, que nunca llegó a ser tierra de igualdad, justicia y solidaridad auténticas, desde la recomposición de un nuevo internacionalismo de clase, desde el reconocimiento y aplicación de los derechos de los pueblos a su soberanía por encima de sus Estados pero anteponiendo los intereses colectivos de todos los oprimidos bajo la dictadura internacional del capital. Y esa fraternidad internacional, no sólo europea, sino mundial, porque la crisis es sistémica y universal, requiere de una reconstrucción, bajo formas actualizadas pero perennes, de lo alumbrado en 1871 en París, en 1917 en Rusia, en 1919 en Alemania y, por supuesto, fuera de nuestro continente en otros pueblos de la tierra a lo largo del pasado siglo XX. Eso o el caos, la medievalización del capitalismo y la vuelta a la locura de los años 20 y 30 en nuestro continente,    

Por mucho que deseemos que una nueva era ilustrada y emancipadora llegue, no vendrá ni desde el confuso magma de los populismos desclasados ni desde unos reformismos que, bajo apariencias de "nuevos" presentan las viejas formas que se agarran a un mundo en descomposición sino desde la insurreción y la voz de los explotados y expulsados del derecho a vivir por la mano criminal del capital. Y su emancipación no será votada en los parlamentos sino conquistada a fuego y piedras en las calles. 


Hoy, esto que parece una expresión de demencia para las víctimas que se han instalado en la aceptación del "status quo", deseando que pase el huracán, no está a la vista de lo inmediato pero los hechos vendrán como consecuencia de la agudización de las contradicciones de un sistema que prima el beneficio de una pequeña parte sobre la paulatina expulsión de una gran mayoría del derecho a existir. Las palabras escritas por Rosa Luxemburgo en la última noche de su vida, "¡Yo fuiyo soy, y yo seré!" volverán a cobrar todo su sentido revolucionario. No es una profecía desde ninguna nostalgia olvidada en el tiempo sino el inevitable hecho de que los esclavos volverán a exigir el pan, el trabajo y su libertad, más allá de los espejismos creados mientras tanto por el poder para entretenerlos. 

La violencia revolucionaria, más allá de las consideraciones éticas de quienes odiamos las consecuencias dolorosas de la furia social, se impondrá como hecho que se exprese desde la realidad de su necesidad histórica. El capital ya aplica esa violencia en Europa de forma creciente y responderá con ella cuando vea en peligro su posición. Las cartas están echadas.   

NI GUERRA ENTRE LOS PUEBLOS NI PAZ ENTRE LAS CLASES

25 de mayo de 2015

TRAS EL 24-M, VUELVE EL ZAPATERISMO SIN ZAPATERO

Por Marat

Zapatero se ha convertido en un referente progresista mundial” (Tesis doctoral de Pablo Iglesias Turrión)

Las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo 24 de Mayo muestran un vuelco muy mayoritario del mapa institucional español y anticipan una más que posible debacle del PP en las elecciones generales próximas.

El hartazgo social ante una corrupción sistémica, mucho más que ante las draconianas medidas de austeridad, recortes sociales, altísimos niveles de desempleo y gran extensión de la pobreza en el país, lo ha hecho posible.

Aunque Barcelona y Madrid capital son, a primera vista, las más llamativas expresiones del llamado cambio, frente al que en la gran mayoría de las plazas del territorio del Estado español no bastaría para impedirlo una alianza con Ciudadanos, lo cierto es que la sustitución de siglas es casi total.
Quisiera detenerme en primer lugar en el caso de Barcelona capital que, junto con los tres territorios históricos de Euskadi han experimentado el efecto del caballo de Troya “empoderado”, el cuál ha servido para debilitar la opción soberanista. En el caso de Bildu, les imagino arrepentidos de su coqueteo con Podemos. El españolismo patrio nunca ideó mejor invento.

Barcelona, con el éxito de la candidatura encabezada por Ada Colau, ha supuesto un mazazo formidable sobre la cabeza del convergente Trias, si bien no ha cambiado tanto el peso nacionalista, en sentido amplio, de otros municipios de Cataluña, donde el soberanismo incluso se refuerza. En cualquier caso, el hundimiento en las cuatro provincias del PSC, ya visible en otros comicios, y la atomización del voto barcelonés son dos cuestiones a tener en cuenta. Respecto a la segunda cuestión, la elección de la persona que encabezará la alcaldía de Barcelona pondrá a prueba la tensión entre el eje “izquierda”-derecha y el del nacionalismo catalán vs. nacionalismo español.

El caso de Madrid merece un tratamiento particular porque la previsible no investidura de la capital de una Esperanza Aguirre, que bien pudiera acabar su carrera política imputada por corrupción, derrotada por una más que posible coalición de la marca blanca podemita (Ahora Madrid) y el PSM, tiene que ver más con el fantasma de Tierno Galván reencarnado en Manuela Carmena, y con las “habilidades” de la Condesa consorte de Bornos para pisar callos, hacer el ridículo sin sentido del mismo, emplear un lenguaje matonesco y crearse enemigos tanto fuera de su partido como dentro de él, que con unas supuestas cualidades de arrastre de Podemos sobre unas marcas blancas que le darán muchos quebraderos de cabeza en los tiempos venideros. Ya se los han dado en muchas localidades primero a los electores que buscaban al partido del circulo morado y se hallaban con una sopa de nombres (Ahoras varios, algunos Ganemos, EnComunes diversos, Sísepuedes y mil nombres más).

La prueba de que el arrastre carismático de Manuela Carmena nada tiene que ver con el peso real de Podemos en estas elecciones es que por lo que respecta a los resultados de las municipales el desplazamiento del PP por el Gobierno no pasará por este partido y sus comparsas -con la excepción de Cádiz- sino por el PSOE de Pedro Sánchez, que ayer prácticamente alcanzó al PP en votos y porcentaje.

Lo mismo cabe decir de los resultados de las autonómicas, donde Podemos ha quedado no como primera fuerza en ninguna Comunidad Autónoma, ni como segunda, sino como tercera. Parece que La cara de Pablo Iglesias en su comparecencia en tv era un poema. 



Sabemos ya que Echenique, conato frustrado de Richelieu, no será presidente de Aragón, ni el sibilino Montiel, desplazado a colista (el quinto) de entre los cabezas de candidatura electos en la Generalitat Valenciana. Tampoco el mediocre José Manuel López, a 10 escaños de distancia del opaco Gabilondo, el cuál posiblemente no logre alzarse con la Comunidad de Madrid, dado que la suma de escaños de PP y Ciudadanos da la mayoría absoluta

La frase de Pablo Iglesias en dicha comparecencia de “nos hubiera gustado que el desgaste de los grandes partidos fuera más rápido” corrobora, fanfarronadas aparte sobre el carácter histórico del 24M y sobre ser “la palanca del cambio” -¿o será el palancanero?-, que sabe muy bien el papel que le toca a partir de ahora: el de escudero muletero del PSOE.

Desde el mismo día 25 de Mayo sonarán los teléfonos para ir avanzando sobre lo tratado en las primeras conversaciones de las últimas horas del 24, habrá reservados en restaurantes en los que se escuchen risas y susurros, el chalaneo será moneda de cambio, se producirán ofertas y contraofertas, personajes que habían pasado a segundos y terceros planos cobrarán relevancia en el acercamiento de voluntades y como muñidores oscuros de pactos. Se dirá mucho, off the record, eso de “te rasco tu espalda si tú rascas la mía”. Intercambio de cromos y negociación de sillones, vaya. Cádiz capital por la Comunidad de Andalucía y Madrid capital por el resto de capitales y de CCAA donde la suma de la rosa y los círculos lo haga posible. En el caso de la Comunidad de Madrid Ciudadanos sopesará con qué posible aliado puede rascar más, si con el PSOE o con el PP. Claro que una carambola a tres bandas también con los podemitas, lo mismo le hace un roto al tapete de la mesa de billar de su base electoral.

A la plebe se lo venderán con un lazo muy bonito de “gobiernos de progreso”, regeneración, transparencia, cambio de rumbo en la política económica, servicios, protección a los más débiles, “reversión” de las privatizaciones realizadas en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Ah, no, lo de la reversión, cuando mejore la economía porque se necesitarían enormes partidas extrapresupuestarias para indemnizar a los sectores empresariales que hicieron su agosto con las privatizaciones de los servicios públicos.

¿En qué quedó aquello de PPSOE, de “PSOE y PP la misma mierda es” o de la expresión delicadamente enunciada por el ex afilado del PSOE, Monedero ,el PSOE y el PP no son la misma mierda pero cagan parecido”? El PSOE ha sido milagrosamente “des-castizado” pero aún nadie nos lo ha anunciado públicamente. ¿O es algo aceptado tácitamente por los votantes del PSOE y de Podemos partidarios del pacto por “el cambio”? La política es el arte predilecto de los cínicos.

Bueno pero, si va a cambiar su política, el PSOE “bien vale una misa”...o 100.000. Todo “por el cambio y la gobernabilidad”. ¿O será por pillar cacho, ya que cielo se va a tener que tomar no por asalto, ni por consenso sino por pacto? Ya que lo viejo tarda mucho en “doblar la servilleta” (morir), si no puedes con tu enemigo, únete a él.

Quizá a más de uno se le nuble la vista y se le corte la sonrisa de ensueño pensando en su nuevo despacho cuando, al llegar a tomar posesión del mismo, se encuentre sobre la mesa una nota que diga “la caja está vacía” y al abrirla, para comprobar si es cierto, se encuentre en ella sólo una araña que cuelga de su tela emulando a Tarzán en su liana. De momento, el Gobierno en funciones de Fabra en la Generalitat Valenciana lo ha dejado hasta por escrito el mes pasado. Y el Ayuntamiento de Madrid tiene 5.000 millones de deuda. Presumo que la inmensa mayoría de Ayuntamientos y CCAA no goza precisamente de una economía muy boyante.

¿Qué dará entonces el “pacto de progreso” a los empoderados votantes, a esa “gente”, y a esas “personas” que no parecen pertenecer a clase alguna que no se reconozca en una media venida a menos?

De momento, como me decía el otro día por teléfono un amigo muy apreciado, cambio de caras, que reconforta -han ganado “los nuestros”-, un poquito de justicia, con cuentagotas, no vaya a sentar mal, mandando a unos cuantos enchufados al paro para poner a otros, y trans-parencia, mucha trans-parencia que, andando el tiempo se verá que es más a-parente que real. Durará lo que dura un bonito cuento narrado a infantiles mentes antes de despertarlas con alguna pesadilla.

Cuando se den cuenta, pasadas unas elecciones generales que volverá a ganar el PSOE, practicando un zapaterismo barato de ese que amaga por la izquierda y pega por la derecha, que aprueba medidas de bajo coste o gratuitas, que no cambia nada en lo esencial, que no lleva más que a un nuevo giro de la noria de la eterna transición hacia el mismo punto de partida, que de constituyente no tiene ya ni el nombre porque apenas se escucha ya, y que de recuperación de derechos sociales perdidos nada de nada, el despertar producirá la misma resaca que produjo el período que va de los primeros ayuntamientos democráticos hasta varios años después del triunfo del PSOE de Felipe González: una gran paz social, producto de una enorme desmovilización, por absorción institucional de los líderes sociales y por exceso de confianza en la sustitución de la calle por las urnas.

La segunda transición, así lo titulan los medios, ha comenzado, pero ésta es 2.0, con palmeros tuiteros, unos sospecho que profesionales y otros con muchas ganas de llegar a serlo. Mientras tanto, las calles han sido vaciadas. Esto funciona muy bien cuando el personal busca salvadores, antes que ser él mismo el que emprenda la lucha tomándola en sus manos.

Teseo continuará atrapado en su laberinto a expensas del Minotauro de pelaje alterno mientras siga sin aparecer en escena Ariadna con su hilo.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:
"Dile la verdad, no la engañes"http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/05/dile-la-verdad-no-la-enganes.html
"Syriza y Podemos, por la misma senda de la renuncia permanente": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/06/syriza-y-podemos-por-la-misma-senda-de.html

22 de mayo de 2015

"DILE LA VERDAD, NO LA ENGAÑES"

La mentira no se sustenta sólo en quien la dice sino también
en quien la acepta
Por Marat

1.-Un suceder del pasado con un punto de mala leche:
Hace ya bastantes años cuando aún encontraba interesante la noche, asistí a un espectáculo un tanto denigrante en uno de tantos antros en los que mientras te tomabas una copa veías una actuación. 

En él bar, un humorista que tal vez hubiese conocido tiempos mejores -esto es algo indeterminado para ciertos cómicos que actúan en lugares poco recomendables- abordaba su función con más tesón y esfuerzo que fortuna. Los primeros 10 minutos no estaban siendo precisamente un momento de gloria: ningún aplauso que le interrumpiera, algunos carraspeos, murmullos en las mesas, ruido en la barra del local y, sobre todo, ausencia total de risas.

Insospechadamente, el monologuista -aún no había entrado esa modalidad de gracietas de bajo coste en todas y cada una de las televisiones existentes- tropezó en el pequeño escenario en el que actuaba, al enredársele una pierna en el pie del micro que tenía delante.

Una chica sentada junto a su pareja en primera fila emitió una risa caballuna, más cercana al relincho de cuadrúpedo que a la fresca carcajada de un ser inteligente. Verás cómo me cae la del pulpo por esta descripción pero la expresión fue más o menos tal y como les he contado.

El caso es que la risa de la muchacha provocó la inmediata reacción del responsable de iluminación de la sala que, como un resorte, reorientó los dos focos de la misma, precipitando su luz sobre la pareja.

Lo que los focos iluminaron no fue para quienes estábamos sentados en lugares que nos permitían ver las caras de la pareja un cuadro que nos hiciera gozar de la belleza humana.

Del hombre diré poco, dado que tiendo a no fijarme mucho en la estética masculina, pero me pareció uno de esos sujetos que no llaman la atención por su aspecto. En la mujer -cosas de la costumbre- me fijé más. Era una joven a la que llamar fea sería un eufemismo imperdonable. Más que resultar poco agraciada diríamos que era tan fea tan fea que, si hubiese ido de acampada, los lobos habrían hecho fuego para que no se acercase.

La reacción del rencoroso cómico, herido en su orgullo, tras aquél relincho que opositó a carcajada, fue fulminante. Dirigiéndose al novio/marido/amigo/ligue circunstancial/... le espetó sin contemplaciones: “Dile la verdad, no la engañes”. La sala estalló en carcajadas y el humorista arregló su noche.

2.-Transparencia, corrupción y otras fábulas:
Disculpen este circunloquio-preámbulo pero me venía al pelo para lo que quiero contarles.

En esta campaña cada vez que he visto a un político en televisión me he acordado de la frase de marras -“dile la verdad, no la engañes”-, a la audiencia o masa votante, me refiero, porque la evidencia es que les están tomando el pelo. Cierto es que, por lo que he recogido por aquí y por allá, muchos no esperan gran cosa. Aún así, les están engañando incluso cuando sus expectativas son realmente bajas, limitadas al “qué hay de lo mío”, “vivo por debajo de mis posibilidades” y el “heat parade” “corrupción, corrupción, no me sé otra canción”.

Pues bien, centrémonos en este temazo central de la campaña electoral del 24M, de las próximas generales y de todo lo que acontecezca en el país, probablemente hasta no mucho más allá de que las elecciones de noviembre hayan pasado.

El 15-M, disidencia controlada a la europea, enfatizó y convirtió el tema de la corrupción en su cuestión central, a partir de sus primeros 6 meses de vida. Aún recuerdo cómo su irrupción fue coincidente en el tiempo con el incremento de la “preocupación de los españoles” por la misma en los sondeos del CIS durante 2012 y 2013. Poco a poco, la crisis económica y las políticas antisociales del gobierno de PP fueron teniendo que disputar posición con la cuestión citada. Incluso el gran tema estrella del 15mayismo, el asunto de la corrupción en Bankia y el dinero destinado a reflotarla por el gobierno de turno, quedaron ensombrecidos por la connotación política, ya no social del dolor producido por la crisis capitalista entre sus víctimas, por la coletilla “15-M paRato”. El asunto de las tarjetas black muestra bien a las claras que casi toda la demanda principal se iba centrando en aspectos como la llamada transparencia, la lucha contra la corrupción y la llamada participación democrática.

Lucha contra la corrupción, transparencia y regeneración formarían la triada de términos, con algún matiz diferencial según conceptos, para expresar la misma idea central machacada hasta la saciedad.

El resto, impago de la deuda, gran mentira de la dación en pago, que deja al embargado en la puñetera calle, reconvertida en dación en pago retroactiva, ILPs, wikiparticipación democrática (demostrada que es pura manipulación) son parte de los embustes que nos han ido contando durante el camino y que a muchos les encanta porque creen que si un nuevo Alfonso Guerra les canta la balada de los “descamisados” (No nos gustan los pijos. Mentirosos, hipócritas, miserables… La democracia no la trajeron los pijos”, como si fueran otros los segmentos sociales -la clase trabajadora- que fueran a alcanzar cuotas de gobierno, estarán vengados ¿Por quién/es? Si miramos a ciertos candidatos veremos que, como sus papás, no difieren demasiado de esos pijos.

Pero vayamos al asunto central de este artículo.

Parece que lo de obtener una web de partido premiada por Transparencia Internacional ha sido uno de los objetivos buscados por muchos partidos, entre ellos Ciudadanos, UPyD y el PSOE. Convendría que conociese algo sobre la idea de “transparencia” que vende esta entidad antes de comprar el concepto de limpieza que vende

Una de las cuestiones que vengo a defender en el artículo que acabo de enlazarles, además de señalar la faacia sobre el modo en el que se establecen los criterios de transparencia política, es la ausencia de críticas hacia las empresas como agentes que deben responder a ese criterio de limpieza y honradez.

Hace pocos días algunos titulares señalaban que “7 de cada 10 directivos alertan de que sobornos y corrupción son el modus operandi habitual en los negocios en España”. Son directivos de empresa, señor/a indignado/a. Y duplican el porcentaje de los países europeos que justifican el soborno como medio de lograr cifras de negocio. “Un 46% -de los directivos de EMPRESA encuestados- justifica pagar con regalos personales, de ocio, así como pagos en efectivo si éstos ayudan a la supervivencia y continuidad del negocio”. “El 34% opta por obsequiar con regalos personales, un 31% por realizar regalos relacionados con ocio y un 16% se decanta por directamente por el pago en metálico”. Plenamente edificante, sobre todo si tenemos en cuenta que el año anterior era sólo “el 36% de los directivos españoles el que aprobaba la práctica de comportamientos poco éticos para salvaguardar su negocio”. Estos son datos de los estudios de la “Encuesta Global sobre el Fraude” que periódicamente realiza la consultora Ernst& Young. Cuando el capital puede permitirse el lujo de cierto grado de sinceridad es porque sabe que tal arranque le saldrá impune.

Por qué quienes se presentan como el cambio, las opciones alternativas, no se preocupan de mostrar de qué modo debiera exigírseles en primer lugar a las empresas un comportamiento ético en cuestiones de transparencia y limpieza en los concursos con la administración es algo que el personal debiera preguntarse, si es que sabe algo de esta cuestión o le importa algo más que un carajo. No lo hará. Una parte aparenta que desconoce esta cuestión. Otra es pusilánime y cree que nada puede hacerse por eso de que “siempre ha habido pobres y ricos”. La mayor parte es cómplice moral y piensa que, al fin y al cabo, si su empresa logra contratos, algo les caerá a sus empleados, por lo que no importa demasiado como los consiga. Ese es el espíritu del capitalismo.

No nos engañemos, el capitalismo jamás será honrado. Y aceptar sus dictados impide serlo a quienes viven bajo él. No existe país en el que, de un modo u otro, no haya una implicación directa entre las mafias y las empresas. Y eso sin contar lo que es legal pero indecente.

3.-Y todo esto ¿a qué viene?
Pues viene a esa frase de la que hace un rato les hablé, la de “dile la verdad, no la engañes”.

Creo que esto de la rabia y de la indignación no es más que una verdad a medias y, si se vende como una realidad global, una gran mentira. En mi opinión hay un amplio sector de la sociedad española que no acepta hoy la mentira ni la falta de honradez política, porque ahora a muchos de los ciudadanos de a pie les va mal -cuando les iba bien la gran mayoría de ellos la aceptaban de buen grado o con resignación- pero no tienen reparo en consentir a los corruptores.

Hay otra parte que, siendo duramente golpeada por las políticas de recortes y por la perdida de derechos contractuales como clase trabajadora, es ciega a cualquier llamamiento a la inteligencia y a cualquier denuncia ante su situación porque está abducida por la ideología dominante del capital.

¿Cree ustedes de verdad que toda las complicidades entre partidos y oligarquía capitalista se acaba en las que hasta ahora han sido las dos fuerzas políticas principales, PP y PSOE?

Del PP ya debieran estar más que claros esos vínculos, sin necesidad de que aludamos a la consultora de Montoro, a la relación entre De Guindos y Lehman Brothers Europa, a la de Pedro Morenés y la industria armamentista (Instalaza y sus bombas de racimo, entre otras empresas armamentistas), a la Gürtel, el caso Bárcenas, la operación púnica, la amnistía fiscal a miembros del partido y amiguetes, los gastos de representación de la alcaldesa de Valencia y el largo etcétera de todos y cada uno de los principales dirigentes de dicha mafia. Los vínculos entre las distintas corrupciones de este partido y sus “patronos” empresariales, tanto de la construcción como de los servicios públicos privatizados son ya una constante en la que cada nuevo escándalo tapa el anterior. Y hasta, más que enfurecer, empieza a cansar.

Del PSOE podríamos contar las mil y una corrupciones de la etapa González, los asuntos de los EREs andaluces en los que apenas asoman las empresas (a la jueza Alaya éstas tampoco le interesan demasiado) y las jubilaciones de oro en los mismos tipos de corporaciones que González y Aznar privatizaron para sus amigos que ahora pagan a sus partidos con decorosas pensiones de dormitorios de mamuts.

Pero nos faltan los éticos, los anticorrupción, los de la transparencia y la regeneración. Esos que dicen venir limpios de polvo y paja porque “no tienen mochilas” ni “herencias”.

De momento sabemos que el ex afiliado de cuota de las Nuevas Generaciones del PP en Cataluña, Albert Rivera, ha sido asesor jurídico de La Caixa, que tiene una especial fobia a los inmigrantes (no a los “pisos patera” o la tarjeta sanitaria sólo a los que tienen papeles), que muchos de sus militantes vienen del PP, de Falange o de España 2000. También sabemos que algún candidato de este partido, por ejemplo en Gijón (territorio naZional) atesora sus pequeñas reliquias

Cosillas de menor importancia, si no fuera porque abundan en este partido los partidarios de aniquilar rojos, los cuáles sólo son dados de baja en el partido si los medios les pillan.

Ciudadanos, otro partido montado desde los medios de comunicación, admite sin pudir alguno su relación con el Ibex 35. Ciudadanos es una de las alternativas “amables” del capital para practicar exactamente la misma política económica del PP (con o sin FAES, con o sin Garicano) pero con alguna seña progre (matrimonio homosexual, aborto, educación pública,...)

Albert Rivera y su partido-muñeco que come en su mano (es ventrílocuo y, si no habla él, sus candidatos en las elecciones locales ignoran lo que tiene que decir).

Y ahora hablemos de Podemos, esa marca que era tan importante como proyecto que lo principal era crearla y luego ir inventado el programa sobre la marcha, rebajándolo tantas veces como fuera necesario, tantas como encuestas indicasen su conveniencia, tantas como elecciones hubiera y, sobre todo, tantas como obligase el poder económico de la derecha mediática y los ataques del PP.

Voy a hablar de la marca de Pablo Iglesias que ha tenido recientemente el cinismo de afirmar lo siguiente:

Si a Marx y a Engels les hubieran preguntado qué son ustedes, hubieran dicho socialdemócratas. ¿Por qué no socialdemócratas? Igual que Bernstein, igual que Rosa Luxemburgo, igual que Vladimir Ilich”.

Vamos a ver, falsario indecente, Berstein jamás tuvo nada que ver con las ideas que defendieron Marx, Engels, Rosa Luxemburgo o Vladimir Illich (Lenin). Justamente Berstein y Kautsky, más tarde, fueron quienes negaron la unicidad de la idea socialdemócrata= comunismo, que Marx y Engels habían mantenido. Para los reformistas el socialismo llegaría por evolución y sucesivas reformas del capitalismo y no como consecuencia de una revolución. Ya ves el alcance que ha tenido en la historia tu reformismo, Pablito. Por eso nunca he empleado el término socialdemocracia como insulto pero sí tengo claro que quienes usurpan el concepto son meros oportunistas carentes de principios políticos. Y sí, Lenin militó en el POSDR (Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia) pero, como respuesta al reformismo de la mayoría de éste, creó en él la fracción bolchevique, que acabaría por romper con los mencheviques (socialdemócratas reformistas) y convertirse en 1918, 6 meses después de la Revolución de Octubre, en Partido Comunista de Rusia, de mismo modo que Rosa Luxemburgo rompió con el SPD dos años antes para crear la Liga Espartaquista, más tarde Partido Comunista de Alemania (KPD).

Y ahora voy a hablar de cómo en Podemos también hay ejemplos claros de vínculos con los poderes económicos y sistémicos.

Hablemos de Gemma Galdón Clavell, responsable de la secretaría de programas de Podemos Cataluña (equivalente al cargo que ocupaba Monedero en la formación a nivel estatal antes de su dimisión/defenestración) y miembro de su Consejo Ciudadano Estatal.

Hace unos días me encontré con un artículo de prensa digital, periódico del que no voy a hacer publicidad alguna, sobre la señora Galdón y sus vínculos profesionales, directos e indirectos.

Dado que no soy proclive a tomar como cierto aquello que no compruebe por mi mismo, decidí investigar por mi cuenta lo que en dicho artículo se mencionaba sobre las actividades profesionales de doña Gemma Galdón que indicaban su vínculo con poderes económicos y fácticos realmente impresentables.

Y empecé por irme a la web de Podemos: http://transparencia.podemos.info/docs/perfiles/bienes/1042.pdf. El punto de arranque previo del documento anterior lo pueden encontrar ustedes en http://transparencia.podemos.info/perfil/estatal/gemma-galdon

Por si en la web de Podemos tuvieran la tentación de hacer "desaparecer" la información referente a estos enlaces, se la copio por orden de aparición en forma de capturas de pantalla. No es que desconfié, es que ya me ha ocurrido con otras "personas de interés".






Dirán ustedes que no es muy lógico insinuar falta de transparencia en dicho partido cuando ellos mismos publican los bienes de la aludida así como las empresas en las que trabaja. Más allá de que sea fácil o no encontrar dichos datos en la web de este partido, lo decisivo es que con el tiempo que llevaban colgados los mismos en la red, apenas nadie había reparado en ellos. Y es que, quizá esto de la transparencia, sea más un mito que una realidad si no hay interés en la sociedad en conocer lo que tenga que ver con ella.

Pero vayamos al asunto.

Una de las empresas en las que trabaja la señora Galdón Clavell es Eticas Research & Consulting, de la que es socia fundadora. Conviene ver su perfil curricular en dicha empresa.





Dice http://www.eticasconsulting.es/sobre-nosotros/ que Gemma Galdón ha trabajado en el Instituto Transnacional (TNI, Amsterdam), es decir en el Transnational Institute, que es una corporación dedicada a pastorear a los “progres” que recibe subvenciones, entre otros, de la Open Society Institute, una de tantas fundaciones del megaespeculador internacional George Soros.



George Soros es uno de los principales causantes de la crisis financiera de los tigres asiáticos (Tailandia, Indonesia, Filipinas, Malasia, Taiwan y Corea del Sur, teniendo sus repercusiones en Hong-Kong) a finales de los años 90-millones de personas de estos países pasaron a engrosar las listas de nuevos pobres-, mediante una especulación cambiaria masiva, el mismo George Soros que unos años antes, en 1992, tumbó la libra esterlina y se embolsó, en una operación especulativa que duró 24 horas, mil millones de dólares. Personalmente no tengo nada en contra de que un tiburón de las finanzas dé mordiscos devastadores a las economías del capitalismo, salvo que estos mordiscos acaban siéndolo sobre las carnes sangrantes de los sectores más débiles de las sociedades porque son los que, de verdad, se arruinan. El mismo George Soros cuya Fundación Open Society Institute jugó su papel en la desestabilización de los antiguos países socialistas de Europa, financiando al sindicato ultracatólico Solidaridad en Polonia, a la oposición húngara, más tarde a grupos como el “no-violento” Otpor o el más próximo a acciones terroristas Canvas en la ex Yugolavia y recientemente apoyando el EuroMaidan ucraniano. En medio, financiación de multitud de disidencias controladas, como la llamada primavera árabe, operaciones de falsa bandera y guerras de cuarta generación. Un filántropo este hombre.

Pero volvamos a Eticas Research y Consulting, una empresa muy volcada hacia la tecnología de la vigilancia y la seguridad, revestidas ambas, eso sí, de un “enfoque” ético hacia el equilibrio de ambas con la ética, los aspectos legales de ellas y la privacidad, de la que es socio fundadora la señora Galdón. Conviene echar una mirada a sus partnets o socios comerciales: http://www.eticasconsulting.es/partners/

Uno de estos socios es Cognitec Sistems, de Alemania, muy centrada en el reconocimiento facial y la biométrica: http://www.cognitec.com/ Les sugiero que se tomen la molestia de ver cuáles son los campos de aplicación de aplicación, según la propia empresa, de sus tecnologías: http://www.cognitec.com/applications.html

Otro socio de la empresa de la señora Galdón es la Agence Nationale des Titres Sécurisés (ANTS) francesa, vinculada al Ministerio del Interior, Ultramar y Entidades Territoriales de dicho país. Se dedica a la emisión de documentos oficiales como documentos nacionales de identidad, pasaportes electrónicos y biométricos, permisos de residencia, visados biométricos,...(https://ants.gouv.fr/En-bref/L-agence Las implicaciones a niveles de control ciudadano y de la inmigración extracomunitaria no debieran escapárseles a nadie. Uno de los socios de Agence Nationale des Titres Sécurisés (ANTS) es Morpho (http://www.morpho.com/qui-sommes-nous/?lang=en) que, entre otras cosas, trabaja en el diseño de productos para el control de fronteras, lucha contra el crimen y seguridad militar (http://www.morpho.com/)

En el Reino Unido, un socio de la empresa Eticas Reserach & Consulting es Atomic Weapons Establishment PLC (AWE) una empresa semipública ligada al Gobierno británico, y dedicada a cuestiones de la defensa nacional (http://www.awe.co.uk/). Entre otras cuestiones se ocupa del diseño, fabricación, soporte y desinstalación del arsenal nuclear del Reino Unido. Ha fabricado las cabezas nucleares para el misilTrident británico (http://es.wikipedia.org/wiki/Establecimiento_de_Armamento_At%C3%B3mico). Esta empresa es un eslabón más en la cadena de que vincula a los socios de la OTAN.

En España el socio de la empresa de la señora Galdón es Indra la cuál, entre otras cosas, se encarga de cuestiones que la ligan a la inteligencia (CNI) y la defensa nacional: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/02/el-gran-hermano-ya-esta-aqui-indra-sabe.html. Indra mantiene relaciones como proveedor del FRONTEX, una de las instituciones más criminales en el control de la inmigración irregular: http://antigonia.com/frontex-lobismo-y-privatizacion-del-control-fronterizo/

Podría seguir porque los partners de la empresa ética de la señora Galdón, dirigente de Podemos, llegan hasta la Comisión Europea (¿son casta o no son casta?). Pero prefiero dejarles a ustedes que continúen con la investigación porque la lista de socios de dicha empresa es larga, como podrán apreciar en el enlace que les he puesto unos párrafos más arriba.

En el perfil profesional de doña Gemma Galdón ya mencionado se señala que es miembro del Consejo Asesor Internacional de Privacy International, una entidad que afirma defender los derechos humanos en el ámbito del derecho a la privacidad de las personas. Lo cierto es que no veo muy claro cómo se defienden los derechos humanos y la cuestión de la privacidad cuando tus socios son empresas como las señaladas, salvo que se sea lo bastante cínico o lo suficientemente estúpido para defender la teoría de que el poder de la guerra, las tecnologías del espionaje, el control del gran hermano y de los sin papeles se equilibra lavándole la cara. Claro que si uno de los financistas de Privacy Interacional que asesora la señora Galdón vuelve a ser Geroge Soros a través de dos de sus fundaciones (Open Society Institute, el Open Society Justice Initiative), además del Parlamento Europeo y la Comisión Europea, uno empieza a sospechar qué es eso de la defensa de los derechos humanos, la privacidad y la ética que tanto importa a la señora Galdón.

En cualquier caso, la propia página de Privacy International no tiene empacho en admitir que la citada Fundación de George Soros es una de sus financistas.



Entre estos cuatro pilares de la política nacional se va a dilucidar la lucha entre “lo viejo” y “lo nuevo”. Viejo y nuevo que a partir del lunes 25 de Mayo pastelearán sus pactos postlectorales y volverán a colar una nueva transición, esta 2.0 para ciberidiotas y boboespectadores, no en el sentido griego del término, que empieza a resultarme cargante como excusa para usar el término idiota sin ofender, sino en el sentido más cognitivo y psiquiátrico de la expresión.

Tanto los ilusionados como los que practican el arte claudicante de "lo posible", los que se contentan con que les ofrezcan que ruede alguna cabeza y resplandezca la transparencia, los que siempre optan por el conformismo o quienes se apuntan al que creen que será caballo ganador, van a llevarse alguna sorpresa gorda los días venideros tras las elecciones, con el “realismo” de los pactos, cualquiera que sea el sentido en el que se produzcan, y esa sorpresa se les tornará amargura en los 100 primeros días de gobiernos locales y autonómicos, cuando vean que les han vendido humo que no llega ni siquiera a tímido reformismo.

Entonces será el momento de escuchar a muchos el “yo creía que..., el “me esperaba otra cosa” y el ponerse de perfil a lo egipcio silbando y procurando que nadie les pregunte en qué quedaron sus ilusiones. Y eso que alguno incluso se atreve a  ir desvelando sus propias mentiras cuando en menos de un año ha pasado del prometer acatar la Constitución “hasta que los ciudadanos la cambien para recuperar la soberanía y los derechos sociales" y de afirmar que pretendía "romper el candado constitucional" a prometer que “no quiere romperla”. 

Nada que no se vaya a repetir una y mil veces porque, al fin y a la postre, el engaño siempre funciona con quienes quieren ser engañados.

En todo caso, el "dile la verdad, no la engañes" hubiera sido una quimera deseable, si es que el votante la hubiera reclamado en algún momento y, lo que es más importante, si pudiera soportarla.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:

"Tras el 24M, vuelve el zapaterismo sin Zapatero"http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/05/tras-el-24-m-vuelve-el-zapaterismo-sin.html


"Siriza y Podemos, por la misma senda de la renuncia permanente"http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/06/syriza-y-podemos-por-la-misma-senda-de.html

18 de mayo de 2015

ELECCIONES EN TIEMPO DE GUERRA

Formamos en parte de un mundo en guerra y participamos en ella. Es cierto que nuestro territorio no es un frente de batalla y que nuestras bajas no son muy numerosas, pero esto no quiere decir que no participemos de forma cada vez más activa en la guerra y que no asumamos los costes y riesgos de forma creciente.

Nuestro territorio tiene una importancia geoestratégica decisiva y su utilización es necesaria en la guerra que se ha desatado por el dominio del mundo. Esa posición determinó que ya en 1953 se instalaran bases militares norteamericanas en Torrejón, Morón, Rota y Zaragoza y que posteriormente en 1982 entráramos a formar parte de la OTAN.

Desde entonces nuestra complicidad y participación en la guerra no ha hecho más que crecer; somos el sexto país exportador de armas del mundo, hemos enviado 137.000 efectivos militares a 50 países en cuatro continentes, todos los ministerios, excepto dos, contribuyen al gasto militar, camuflando los presupuestos militares; tenemos una deuda de más de 30.000 millones de euros por la compra de armamento; la base de Rota forma parte del escudo antimisiles, la base de Morón es sede de las Fuerzas de Acción Rápida (Punta de Lanza) de la OTAN; en la base de Torrejón se construye un super bunker para alojar un Centro de Operaciones Aéreas Coordinadas de la OTAN.

En el próximo mes de octubre se realizarán en el estrecho de Gibraltar las mayores maniobras de la OTAN desde la guerra fría. España será el país anfitrión y la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII será acreditada como fuerza de intervención rápida, capaz de desplegar 5.000 efectivos en cualquier lugar del mundo en 48 horas.

¿Podemos seguir  ignorando que participamos en la guerra? 

¿Podemos negar nuestra complicidad en el sufrimiento de millones de personas? 

¿Podemos negar nuestra responsabilidad en el riesgo que estamos asumiendo? 

Recordemos que esta guerra-mundo ya se ha cobrado 16,5 millones de vidas, que el 90% de las víctimas de guerra son civiles no combatientes y que de ellas más del 50% son mujeres y niños; que en el 2014 hemos alcanzado la cifra récord de refugiados que superan los 50 millones de personas.

Continúa los sacrificios de nuestra población, se repite constantemente que los recortes son necesarios, pero el militarismo en todos sus aspectos no para de crecer. Ante tanta evidencia la inmensa mayoría de las organizaciones políticas y sociales guardan silencio. Ahora, en período electoral cuando todos exhiben sus programas y propuestas y todo se llena de buenas intenciones, la guerra y nuestra participación en ella se silencian. Tan preocupados por los presupuestos y nadie denuncia los gastos militares; tan preocupados por la seguridad y nadie denuncia la militarización del país y nuestra participación en la guerra; tan preocupados y tan "solidarios" con la emigración y no se denuncia que las guerras en las que participamos son el principal causante.

Aceptar este silencio es asumir un papel cómplice y aceptar el recorte democrático que nos dice de qué no podemos hablar.

Emplazamos a las organizaciones que se presentan a las elecciones a que se pronuncien sobre el tema de la guerra y nuestra participación en cualquier forma en ella.


11 de mayo de 2015

LA FARSA POLÍTICA ESPAÑOLA Y SU CIRCO ELECTORAL

Por Marat
1.-Algunas pinceladas respecto al bazar político español: 
"Toda la vida en las sociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, se aleja ahora en una representación." (Guy Debord. “La sociedad del espectáculo”)

Una sociedad en la que el tiempo y la distancia respecto a los acontecimientos, como medios necesarios para la reflexión, ha sido sustituida por la inmediatez, el titular y el tuit es ya una sociedad posthistórica, una sociedad que ha perdido la capacidad de producir sentido/significado, y la conciencia de necesidad del mismo, para ser sustituida por una emisión constante de estímulos en forma de significantes performativos. El signo político como unión entre significado y significante hace mucho que ha dejado de operar porque los significados ya no existen y no hay referentes anclados en la realidad a los que remitirse.

La muerte de la política se manifiesta en la constante reproducción de la realidad social como mera representación teatralizada de sí misma. El show político es un constante realitiy al que cada vez más se le ve más la maquinaria infernal de la tramoya. Sin embargo, y a pesar de la creciente conciencia de pura simulación de la realidad en el escenario político, el sistema aún funciona porque ya no existe un enemigo real que le sustituya. La carcasa vacía que constituye hoy el parlamentarismo y la representación política se parece mucho a esa sensación de verdad-mentira que se expresa en la idea de guerra permanente entre los tres superestados -Eurasia, Oceanía y Estasia- de la novela de Orwell "1984". Sea o no cierta, en la medida en que una novela de ficción pueda contener "verdad", la existencia de esa guerra mundializada, uno no deja de tener la sensación de que es todo un inmenso espejismo, una telerrealidad representada ante un público/población para justificar la dictadura del Gran Hermano. Esta tendencia hacia el simulacro y la sociedad del espectáculo es una realidad innegable en el mundo actual en el que vivimos.

La banalización de la realidad social, el entrelazado de la exhibición de la desigualdad con el entretenimiento más alienante, la morbosa presentación de dolor ajeno, producto de esa desigualdad, junto con la presentación de recetas a cuál más falsa, inútil y tramposa para “mitigarlo”, que no erradicarlo, es parte del simulacro político. Todas las facciones que admiten la mentira del circo parlamentario como espacio de la acción participan de esa gran patraña, con la necesaria diferencia, para que parezca que hay disputa, de que unas bendicen el mecanismo económico del sistema y otras pretenden hacer creer a las víctimas del capitalismo que les mueve un espíritu humanista, una empatía con su aflicción y hasta, algunos, en el colmo de un fingido candor, un deseo de emancipación.

El capitalismo en su etapa senil se niega a erradicar la injusticia social, la pobreza y la explotación del ser humano. En su loca carrera hacia la supervivencia del más fuerte, sólo la concentración de la riqueza, nacida de la actividad económica y especulativa, es su horizonte. Una perspectiva que ya no planifica en el tiempo el crecimiento ni el desarrollo de las sociedades humanas como base de su expansión sino que se limita a intentar la conservación el mayor tiempo posible del actual “status quo”

Puesto que no puede ni pretende resolver sus contradicciones fundamentales, el capitalismo necesita del espectáculo, la representación teatralizada de nuevos jalones de la mentira que oculte que la pobreza de amplias capas de la clase trabajadora y la ausencia vital de posibilidades para sus vidas es la única realidad tangible.

En ese proceso hacia la falaz construcción de un trampantojo que esconda nuestra existencia nacional y colectiva real, los señuelos que el capitalismo patrio envía a los golpeados por la crisis para mandarlos a combatir contra molinos de viento han jugado un papel fundamental: lograr que la rabia colectiva quedase atrapada en el Mar de los Sargazos de un supuesto reformismo regenerador de la nada, de un bucle permanente hacia el descubrimiento de sucesivas “alternativas” políticas que son un camino tan cegado como la vagina de una sirena. Es el mismo que desde que la clase trabajadora existe ha sido puesto en marcha por el poder del capital en cada momento en el que su crisis le ha azotado de un modo especialmente virulento.

La trampa más perfecta que ha construido el capitalismo a lo largo de su historia ha sido el parlamentarismo. El “civilizado” ring de un combate inexistente en el que las reglas del juego parlamentario exigen la aceptación de condiciones que niegan la posibilidad de derribar el sistema económico en el que se asienta, si no es mediante una mayoría parlamentaria que no puede obtenerse porque el chantaje y la violencia latente o manifiesta del poder económico sobre la representación del “poder popular” lo impide. Y si esa mayoría parlamentaria llegase a producirse, el sistema tiene ya establecidas sus fórmulas para que nada cambie.

Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo y otros revolucionarios admitieron que los parlamentos burgueses debían ser empleados como trincheras desde las que hacer resonar la denuncia tanto frente a la hipocresía burguesa como a la reformista de una “democracia” formal opuesta a las necesidades reales de la clase trabajadora. Ello no les impidió denunciar el “cretinismo parlamentario” que tendía a olvidarse de que la razón de ser primordial de una organización revolucionaria estaba en la lucha extraparlamentaria y, en muchos casos, ilegal y clandestina. Algo que los reformistas de toda condición han “olvidado” para lograr la respetabilidad de los detentadores del poder capitalista.

En cualquier caso, no estaría de más recordar que han existido otros comunistas, algunos ignorados y despreciados por la propia historiografia oficial comunista, como es el caso de Amadeo Bordiga que planteó desde el II Congreso de la III Internacional una posición abstencionista respecto al parlamentarismo burgués, no exenta de argumentos sólidos que merecen ser discutidos. Para Bordiga, la labor parlamentaria tendía a absorber las energías y recursos del partido, conduciendo al abandono del trabajo de masas, convirtiendo a este en un engranaje de comités electorales centrados en la conexión con los “electores”. Por otro lado, Bordiga evidenciaba el modo en el que en la prensa burguesa sería desbaratado el intento del partido revolucionario de proyectar al exterior su actividad parlamentaria, al deformar aquella intencionadamente su mensaje. ¿Les suena?

Una visión mecanicista opondría ambas tesis, la leninista del “parlamentarismo revolucionario” y la abstencionista de Bordiga de un modo maniqueo y absoluto.

Creo que ese tipo de reduccionismos son simplistas y absurdos si olvidan los marcos históricos y las características de las sociedades en las que se producen.

Lenin tuvo razón al evocar su experiencia del “parlamentarismo revolucionario” en el contexto de la revolución rusa. La situación histórica era lo bastante explosiva, la crisis del régimen zarista era lo suficientemente madura y el partido bolchevique era sobradamente antagónico como para ser un elemento fulminante del parlamentarismo burgués.

Pero en 1920, año del II Congreso de la Internacional Comunista, tras el aplastamiento de las revoluciones húngara de Bela Kun y de la espartaquista alemana, la ola revolucionaria estaba agotándose en Europa, como así lo reconoció Lenin poco más tarde. Quizá en ese momento la crítica de Bordiga al “parlamentarismo revolucionario”, que apuntaba a los inicios de la socialdemocratización de los PPCC europeos, tuviera algún sentido, a pesar de que su llamada al abstencionismo pudiera incluso ser percibida, en un primer momento, como un salto en el vacío entre el bolchevismo y la nada.

Me pregunto si en un momento como el actual en el que el lamentable espectáculo de la farsa política española ha llegado a tales niveles de degradación y la evidencia de que no es posible reformar el capitalismo desde una perspectiva socialdemócrata – lo que nos ofrecen todas las opciones con posibilidades de gobierno es liberalismo o social-liberalismo descarnados y cínicos- no será un momento válido para volver a recuperar las tesis abstencionistas de Bordiga, mientras se intenta reflexionar sobre los necesarios pasos a dar para la reconstrucción de un discurso y de un instrumento emancipadores.

2.-Hablemos de política electoral: el rifirrafe Podemos vs Ciudadanos resucitará el viejo bipartidismo: 
Si volvemos sobre nuestra realidad nacional, encontramos que un amplio sector de nuestra sociedad está tan harto del gobierno antisocial del PP, de su política de recortes, del empobrecimiento de extensas capas sociales -con especial ruido entre las llamadas clases medias, mientras las trabajadoras continúan sin voz social ni política- que está dispuesto a “comprar” el falso relato “empoderado” de una salida de su situación ante la crisis que no va a producirse.

No se producirá porque la supuesta recuperación tiene los mismos pies de barro “burbujeante” que los años de esplendor -turismo, construcción y consumo- No se producirá porque gran parte del paro es ya estructural e irreparable. No se producirá porque los indicadores internacionales de la actividad económica mundial son pesimistas.

Y, fundamentalmente, no se producirá porque frente a 5 millones de parados, la transferencia más brutal que se recuerda de las rentas del trabajo a las del capital y el empobrecimiento galopante de amplios sectores de la sociedad española, el supuesto e indefinido discurso “constituyente” -que ya no se escucha- y “empoderado”, las reformas compasivas a la situación calamitosa de las familias, pomposamente llamadas “rescate ciudadano”, son pellizcos de monja que ni siquiera pinchan en la capa más superficial de la piel de un capitalismo absolutamente desigualitario y apenas aliviarán la situación de aquellas.

Esto sin contar que el ejemplo Syriza, en la que un Tsipras y Varoufakis “postureros”, improvisan dos discursos antagónicos que ponen de manifiesto el embuste de su mensaje supuestamente radical. Mientras en sus vuelos de Atenas a Bruselas redactan sus tácticas de negociadores comprensivos y sosegados con las instituciones europeas y los poderes fácticos, en sus vuelos de regreso hacia Grecia escriben los discursos de resistentes Leónidas a su ejército de espartanos en el paso de las Termópilas de la Toika. La estrategia es inconsistente porque deja ver con claridad que en la manga no llevan otra cosa que tácticas dilatorias sin auténtica voluntad de lucha frente al capital europeo. Sacar a relucir que una salida de Grecia del euro y su vuelta al dracma es una amenaza para la UE, porque el efecto de ello sobre la economía europea en forma de subida de los tipos de interés y de crisis financiera abriría el paso a formaciones de ultraderecha en Europa, carece de capacidad de presión real porque la realidad es que Bruselas y sus capitalistas hace tiempo que no se creen la amenaza, la ultraderecha europea ya existe y es fuerte y, lo más importante, ésta es el ejército de reserva político del capital.

Esa estrategia “antiausteridad” y de presión hacia un cambio de modelo de “salida de la crisis” esgrimida por la autodenominada “izquierda europea” (GÜE y PIE) y algún otro advenedizo "ni de izquierdas ni de derechas” está condenado al fracaso.

La derecha gobernante en la instituciones europeas concederá lo que ya esté dispuesta a conceder previamente y mantendrá, quizá ligeramente rebajadas, sus políticas de austeridad y desmonte del Estado del Bienestar. Su correlación de fuerzas se lo permite y lo hace, no por una cuestión de mera aritmética parlamentaria, sino precisamente porque el campo de batalla no excede ni un ápice de la legalidad institucional, el nivel de enfrentamiento está previamente restringido a una civilizada negociación por parte de esa llamada izquierda. 

En cuanto a sus desideologizados aliados, sus propuestas anticrisis o contracíclicas experimentan una contínua rebaja: del impago de la deuda a su "reestructuración" y de ésta a su "evaluación" y de la "renta básica" a la nada, acompañada por la aceptación de la enseñanza concertada, a la que han ido los recursos detraídos a la pública). La lucha de clases, desde el lado de los trabajadores, ha sido previamente desactivada por el reformismo sindical y político. 

Lo que se opone desde esas “izquierdas” y los empoderados que renuncian a ser izquierda es un supuesto antagonismo de intereses entre la llamada Troika y los “ciudadanos” en genérico (independientemente de la clase social, los intereses, el papel en la producción y la afectación o no de la crisis a cada uno de esos “ciudadanos”). Afirmar que Troika y capital, por un lado, y ciudadanos y clases populares y trabajadoras, por el otro, forman dúos sinónimos es simplemente una mentira porque la Troika no es sino el consejo de administración del capital pero no el capital mismo, que emplea de pantalla a dichas instituciones, y los ciudadanos son tanto los opresores como los oprimidos, los capitalistas como los trabajadores. El colmo de la desideologización es ese término espurio de "la gente", coleguismo expresivo carente de valor explicativo alguno y ajeno a cualquier referencia a la estructura social. La última pirueta de estos ilusionistas de saldo es la de haber pasado de la visión de lo colectivo a lo personal. Apelan a "las personas", lo que conecta con el planteamiento egoísta, insolidario e individual del "¿qué hay de lo mío?", desplazando del relato político el "nosotros", en lo que podría ser un guiño hacia un clientelismo político de nuevo tipo, el de los seguidores de "lo nuevo". 

El gran sarcasmo al que se enfrenta el reformismo ciudadanista es que ha acabado por nacer de él una marca electoral de futuro, Ciudadanos, que se apropia no sólo del concepto sino de la ideología subyacente a esta idea. Rehuir la lucha de clases es poner biombos a la realidad y muros protectores de los privilegios de los capitalistas, desviando las figuras reales en conflicto de intereses hacia un destino distinto a aquél en el que se encuentra el poder real: en el mundo de la producción y en las grandes corporaciones. Si se pretende combatir la desigualdad, disparar contra el intermediario del capital es poco menos que inútil porque a éste le basta con cambiar de recadero, como ya está haciendo al promover nuevas figuras políticas con similar función pero lenguaje aparentemente nuevo.

El papel de la llamada “izquierda europea” y de los partidos “empoderados” no es otro que, como el visir Iznogud, ser el califa en lugar del califa, recrear los nuevos Partidos Socialistas en lugar de los Partidos Socialistas aún vigentes. Pero el recorrido de esa operación es corto porque, en su versión más radical, acaba en la socialdemocracia -los partidos socialistas actuales son social-liberales, no socialdemocrátas- y el neokeynesianismo de la reformada socialdemocracia empoderada, en caso de ponerse en práctica, en el mejor de los casos será meramente coyuntural y el impacto de la inversión desde los Estados tendrá un efecto de creación de nuevas burbujas, al estar la economía mundial fuertemente financiarizada y el sector financiero desregulado. Las expectativas de crecimiento del 3% de la economía USA son a corto plazo (2 años), deben mucho no sólo al pasado “quantitative easing” sino a la anterior bajada del crudo, y al retorno a sus bajas tasas de paro que se producen dentro de un mercado en el que éstas siempre han sido bajas, incluso en períodos recesivos recientes en comparación con la UE y específicamente con la Europa Mediterránea. Por otro lado, la recuperación del consumo y del mercado minorista es en dicho país muy limitada.

Aunque la recuperación de la actividad económica, incluso en España, fuera más sostenida en el tiempo, la pérdida de derechos sociales y de protección a las clases trabajadoras sería ya irreversible dentro de los límites de reforma del sistema. Se ha configurado un nuevo sistema de recuperación de la tasa de beneficio del capital que implica un nuevo modelo de crecimiento sin Estado del Bienestar, o completamente jibarizado. La recuperación para lo público de los sectores privatizados sería imposible por el altísimo coste para los Estados que supondría la indemnización por expropiación de los sectores privados que entraron a saco en los servicios. Aquellos, los Estados, no podrían asumir el gasto público sin gravar de forma muy acusada a las rentas del capital y a las grandes familias. Ningún partido de izquierda reformista ni de formaciones ideológicamente amorfas estaría dispuesto a asumir el coste desestabilizador para sus gobiernos que ello supondría, salvo en el caso de que carezca de posibilidades reales de llegar al gobierno, en cuyo caso podría permitirse algunos brindis electorales al sol, si bien de carácter paulatinamente menguante ante la convicción de que para ganar votos hay que moderar las propuestas. ¿Les suena? 


Esto como respuesta a la primera parte del texto “La centralidad no es es el centro”, aparecida en el diario digital Público del “asaltacielos”, ahora presto a asaltar el centro y mañana...quizá la derecha, Pablo Iglesias. Se empieza de incendiario y se acaba de bombero...torero. Respecto al resquemor reflejado en dicho texto, por las veloces y voraces dentelladas de Ciudadanos al mercado electoral potencial podemita, volveremos más tarde.

Sin embargo, el capitalismo está siendo capaz de continuar vendiendo el mismo giro de la noria de la “ilusión” bajo formas que pueden parecer nuevas pero son tan viejas como el achacoso esquema de partidos de su caduco, pero aún con capacidad de generar espejismos, sistema burgués.

Al agotamiento del modelo modernizador felipista que acabó noqueado bajo la crisis de los años 80, pero con la apariencia de que eran principalmente los escándalos de sus 14 años de gobierno lo que le abatía, le sucedió el aznarato, que creó parte de las causas de la siguiente crisis económica nacional -el ladrillazo- y apareció desalojado del gobierno bajo el peso del Prestige, la guerra de Irak y el 11M. Le sucedió un zapaterismo ridículo, montado en una nueva cresta de la ola de falsa recuperación económica que abría de consumirse en la jactancia patética (recuerden la analogía de la  Champions League de Zapatero) de un Presidente insignificante que acababa con todas sus promesas. Ahora la pretendida recuperación, que sólo es una suma de bajas tasas de intereses, débil recuperación del consumo y división de cada puesto de trabajo en varios, es anulada como reclamo del voto por la difusión “urbi et orbe” de la corrupción galopante del actual gobierno. Su extenuación recuerda una más de tantas operaciones de recambio político como ha organizado el capitalismo español desde que en 1973 decidió elevar a los cielos la posibilidad de autoperpetuarse la dictadura con unos toques de maquillaje democrático y occidental.

La estrategia actual del capitalismo europeo y específicamente español respecto al supermercado de ofertas electorales varias no es otra que la de ganar tiempo. La indefinición respecto a cuál será la evolución de la crisis capitalista a medio plazo -si habrá o no recuperación real, con qué su alcance y capacidad de absorción del desempleo por el mercado de trabajo-, así como los efectos de dicha crisis a medio plazo sobre la estabilidad social y política en los países de la UE y en concreto en España -el reflujo de la movilización social puede ser coyuntural-, hace que el capital contemple la necesidad de disponer de diferentes opciones políticas a las que pueda echar mano cuando las actuales parecen quemadas (PP) o aún están en fase en restablecimiento (PSOE). El capitalismo español estaría contemplando y actuando en base a a la eventualidad de diferentes escenarios políticos posibles. En el momento político actual español estaríamos hablando de “disidencia política controlada” o de “regeneración”. Si se prefiere, de “refrescamiento” de las élites políticas nacionales.

En un primer escenario, al que llamaremos de cierta recuperación del crecimiento y de una parte del empleo (de baja calidad), los nuevos partidos -Podemos y Ciudadanos- han cumplido/están cumpliendo un papel de retención de voto que antes iba al PSOE y al PP, mientras se prepara un plan de remozamiento de los partidos antiguos mediante diversos toques cosméticos que consigan hacerles un adecuado “lifting” y los devuelvan con nuevos bríos al circo electoral. Nadie dé por acabados definitivamente a los viejos partidos porque esto, de momento, no es Grecia, ni parece que vaya a serlo a corto plazo, salvo nuevo cataclismo mundial.

La defenestración del mangante Rato y la renuncia de Griñan y Chaves a repetir electoralmente iría en esa dirección, seguramente complementada con una estrategia de “revelación” de todo o parte de los ya 715 nombres acogidos a la amnistía fiscal del Gobierno del PP e investigados actualmente, tras las municipales y autonómicas, si el resultado de éstas fuese demasiado negativo para el partido de Gobierno. Si las expectativas electorales así lo exigieran, se sacrificarían algunos peones políticos y de altos cargos de la administración, encausándoles, pero “dentro de un orden”, para generar la sensación de que el sistema político se "autodepura" para incrementar la confianza y lograr una cierta homeostasis.  Los empresarios que pudiera haber en dicha lista podrán seguramente seguir durmiendo tranquilos porque esto de la “regeneración” y la “transparencia” no va con ellos, faltaría más.

De momento, dentro del escenario 1, la foto fija preelectoral obtenida es la de un bipartidismo disminuido, con dos escuderos (Ciudadanos y Podemos) que flanquean su paso y cargan con la reserva de unos votos que, de no existir como sus depósitos temporales, hubieran podido acabar en la abstención o en otros partidos con un retorno probablemente más imprevisible.

Se dirá que el voto no es de nadie, salvo del que lo emite y que ningún partido puede arrogarse la propiedad del mismo de modo permanente. Muy cierto. Pero no lo es menos que Podemos hoy busca el voto desencantado del PSOE, tras haber estado a punto de acabar con el de IU, aunque antes pretendía recogerlo de todos lados, hasta que apareció Ciudadanos, que le cortó la expansión de "partido todoterreno". Mientras, su nuevo competidor naranja pretende, en primer lugar, captar el voto errante del PP, aunque también lo hace del PSOE y del propio Podemos.

Y habrá quien afirme que ello no enfeuda a las dos nuevas formaciones al PP y al PSOE y que muy bien podrían acabar sustituyéndoles. Cierto que todo fluye y nada permanece atado a un supuesto determinismo que dicte que las cosas son perennes pero Podemos y Ciudadanos son mucho más producto de un marketing comunicacional ajeno, el de los medios del capital, que de méritos propios y que esos mismos medios del capital regulan la velocidad de subida de los respectivos soufflés y también su bajada. 

Ahora que se ha puesto de moda recurrir a la analogía bélica de la "guerra ralámpago" (blitzkrieg) de la Wehrmacht para hablar de los rápidos ascensos en la expectativa de voto de "lo nuevo", suele "olvidarse" que este planteamiento tiene sus inconvenientes, siendo el primero de ellos el de que para funcionar como estrategia requiere de una debilidad absoluta del "enemigo", ese término del ideólogo nacionalsocialista Carl Schmitt tan del gusto de los señores Iglesias y Monedero, en una situación de crisis sistémica tal que lo acerque a una situación  de prederrumbe (la Rusia prerrevolucionaria de la I G.M.). Esto representa mucho más que una crisis económica, política e incluso cultural y moral. De no ser así, el llamado enemigo reacciona. Por otro lado, la blitzkrieg no funciona bien en una situación de parlamentarismo fuertemente asentado (incluso si existe un grado alto de cuestionamiento de la representación que, al final, no es tanto de ella como de las figuras que lo conforman) y con varias convocatorias electorales muy cercanas entre sí (europeas, autonómicas y municipales y nacionales) porque obliga a un constante reajuste de las tácticas que jalonan la estrategia general. De ahí la constante rebaja programática de Podemos, en cuanto ha encontrado resistencias mediáticas y políticas a sus propuestas iniciales. Al final, la guerra relámpago de Podemos puede que se haya encontrado con el "general invierno", aunque sea en primavera, y sus tropas se encuentren atrapadas en el barro. 

Hasta el propio Podemos admite el estancamiento de su ascenso electoral, cuando en realidad se deshincha velozmente y no por su frenazo en las elecciones andaluzas sino por efecto de sus propias contradicciones internas, un rápido deterioro de la marca que lleva a su descrédito y, de modo importante, una menor pleitesía comunicativa en medios que antes les eran muy proclives y que pronto han encontrado un nuevo juguete en Ciudadanos. 

El ascenso y descenso de Podemos como proceso artificialmente generado se confirma retrospectivamente cuando se observa que el meteórico escalamiento de Ciudadanos ha experimentado el mismo mecanismo de proyección mediática de un holograma con escaso cuerpo real previo como partido. La duda estriba no en que a Ciudadanos le suceda lo mismo sino en cuánto tiempo se producirá el desinfle respecto al tiempo tardado por Podemos. En el caso de Ciudadanos, una marca de derecha ultraliberal con algunas pinceladas "progresistas", su desinfle podría venir de su oportunismo táctico que pudiera plasmarse en alianzas de "geometría variable" (aquí con el PP, allí con el PSOE). Es cierto que la consigna de todos contra el PP le favorece pero la mayor parte de sus votos provienen de ese espectro ideológico. Veremos qué sucede en Andalucía tras el 24- nacional.

De cualquier forma, el sistema de producción en serie de partidos políticos está ya establecido. Se empieza inventando una marca y luego los medios harán el resto. La necesidad social de gregarismo bajo el que ampararse en tiempos de incertidumbre y la ambición de otros por hacer carrera política acabarán por poner la base social de votantes y afiliados. Del mismo modo, los que hoy llegan mañana se irán, buena parte de ellos a las organizaciones previas de las que venían, incluida una IU cuya anunciada muerte creo demasiado arriesgada. Es el camino de ida y vuelta de los arribistas y de quienes buscan un cementerio de los elefantes en el que reposar. Hoy y ayer. He aquí un ejemplo.

La difusión amplificada comunicacionalmente de las encuestas preelectorales dirigirán el voto de personalidades “oportunistas” que juegan a caballo ganador, como sucede con los grandes equipos de fútbol, que logran una prima de seguidores sólo por liderar la liga, de sujetos con limitado criterio crítico y propio, de defraudados por otras opciones electorales y de quienes ante una situación de cataclismo, como es el actual empobrecimiento de amplias capas de la población española por las políticas del PSOE primero y del PP después, creen que cualquier cosa nueva es infinitamente mejor que la vieja. Olvidan que el auténtico poder, el económico no se presenta a las elecciones, que no se le tuerce el brazo ni se le condiciona desde las administraciones y que si se tiene alguna posibilidad de tocar gobierno es porque se ha pactado previamente con aquél los límites de la política "alternativa". Mismos o muy parecidos perros con collares menos diferentes de lo que a simple vista parece.

En otro orden de cosas, es llamativo que el lenguaje “regeneracionista” o de transparencia de Podemos (los elementos “progresivos” de su programa político, que no debe confundirse con el de cada coyuntura electoral, son mero excipiente para contentar a su supuesto sector izquierda), tan coincidente de fondo con el de Ciudadanos, se haya ido quedando en una denuncia, sin más, de la corrupción pepera y "socialista" (básicamente en el caso de los ERES de Andalucía). Pareciera que la denuncia de la corrupción vaya liquidando paulatinamente el eje central del relato político de ambas formaciones hasta el punto de dar la impresión de que hay una huida hacia delante del tipo “echemos a estos del PP -el discurso antiPPSOE va desapareciendo rápidamente para quedar, en el caso de Podemos, en mera retórica antiPP- y luego ya veremos qué hacemos”. La ambición de cargo devora toda pulsión mínimamente reformista, por pequeña y sistémica que ésta sea. 

Recuperemos el aludido artículo de Pablo Iglesias en el panfleto digital Público. Sobre él cabe extraer dos conclusiones fundamentales:
  • La primera, que Pablo Iglesias pretende volver por dónde Zapatero pretendió hacerlo en su día: la recuperación del relato “socialdemócrata” como antídoto contra las consecuencias sociales de la austeridad.
PERO
    Se olvida del “pequeño detalle” de explicar porqué su admirado Zapatero (“referente mundial de la izquierda” en palabras suyas) pegó un giro a la derecha social-liberal primero y abiertamente liberal después. Cuando el capital dice “salta”, y en esta crisis lo ha dicho alto, claro y muchas veces, los gobiernos y quienes aspiran a llegar a ellos se tiran desde el trampolín más alto, ellos y a todo un país tras ellos. El recurso a la acusación de traición es muy pobre, demasiado manido y denota gran pereza intelectual. La realidad es que los gobiernos de las democracias burguesas carecen de mecanismos para afrontar el chantaje del capital y su atonomía frente al Estado. Esa y no otra ha sido la causa de que la socialdemocracia haya dejado de serlo. En cada crisis capitalista se ha ido dejando jirones de una identidad que, después de todo, se basaba en el pacto social con el capital, pues la socialdemocracia es eso en esencia: pacto social. 
  • La segunda, que la desolación por el golpe tremendo que han sufrido las aspiraciones de Podemos a alcanzar el gobierno a manos de la aparición de Ciudadanos pone en evidencia que hay mucha más similitud ideológica entre ambos partidos de lo que el señor Iglesias está dispuesto a admitir. 
    Por mucho que Pablo Iglesias se empeñe en que Ciudadanos es el "recambio"  o el plan renove del PP y que Podemos es “el cambio” (expresión del PSOE en 1982), lo cierto es que cuando sabemos que Podemos se plantea cómo meter la bandera rojigualda (la monárquica que Franco recuperó en su dictadura) en sus actos, quedan ganas de cantarle aquello de “Banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda” (https://www.youtube.com/watch? v=tGQ_FUyzctk), una enseña con la que, por cierto, también se identifica mucho el PSOE, como con la Monarquía, aunque éste tiene más dignidad que la de regalarle al joven monarca una copia de "Juego de Tronos".
Por mucho que el hartazgo de amplios sectores de la sociedad española hacia un partido, el PP, cuyos antecedentes más remotos están en Godsa -en la que era una pieza muy importante el señor Verstrynge, mentor del señor Iglesias-, una trama oscura de intereses de lavado de dinero negro, tráfico de influencias y financiación opaca, y cuya evolución posterior como partido ha sido el de una organización criminal, nacida para delinquir y transferir lo público a lo privado, no es suficiente dicho empacho para apoyar a un partido cuyas posiciones y propuestas políticas son tan cambiantes a “izquierda” y derecha, como el circuito más zigzaguante que pueda existir de Fórmula 1. Al final te das un leñazo importante, sobre todo si esperabas ser el primero en entrar en la meta. Es lo que ocurre cuando sólo se mira por los tres retrovisores de rédito electoral del vehículo-partido y no a la carretera de un proyecto coherente.

El problema del regeneracionismo de Podemos es múltiple.

Por un lado, le ha salido un competidor que juega en su mismo campo, lo hace con menos contradicciones discursivas (de momento) y con un relato que gusta más a ese sector que ya existía representado en la hoy mortecina UPyD y en el oscilante “centro” (derecha mal disfrazada) que bascula entre PP y PSOE. Ciudadanos podría tener más éxito que Podemos porque retiene mejor que éste el voto errante del PP y del PSOE, a Podemos se le están notando los costurones, y parece internamente (de momento) un partido con menos contradicciones y más cohesión internas. Si a ello unimos los escándalos podemitas, la jaula de grillos que es, el lío de los mil nombres municipales y el estigma “bolivariano” que tan bien ha manejado la Brunete mediática, entenderemos bien tanto los miedos a Ciudadanos que expresa la encíclica última (“La centralidad no es el centro”) del pontífice Iglesias como la pataleta de una de las referencias pensantes de Podemos menos conocidas pero no por ello poco influyente. Me refiero al señor Fernández-Liria, del círculo Complutense: La carta que nos queda: republicanizar el populismo”. En ellas, ambos expresan su preocupación (más veladamente en el caso del señor Iglesias, consternado por el guirigay discursivo centralidad/centro en el que está atrapada la secta podemita) por el modo y la velocidad en el que se está desinflando su partido-soufflé por el efecto de la irrupción Ciudadanos.

Quizá sin saberlo, el hallazgo más novedoso se encuentre en el del señor Fernández-Liria en su texto-elegía de lo que “pudo” ser y “no será”.

Fernández-Liria hace hincapié en un aspecto que yo mismo vengo notando después de escribir mi despedida del blog, que hoy reanudo, sin saber si habrá o no posterior entrega. 

Me refiero al hecho de que Podemos, como marca del supermercado de ofertas electorales, está sometido a las leyes del marketing y de su comunicación: todo producto, como los seres vivos, nace, se desarrolla y muere, aunque sea pronto para anunciar la muerte de Podemos. Está por ver si también se reproduce, pero en forma de mitosis. 

A mí personalmente, parece que también al señor Fernández-Liria y, según el mismo confiesa, a muchos espectadores (porque Podemos es parte de la sociedad del espectáculo) nos aburre soberanamente (en mi caso y en el de muchos otros hasta la irritación). Cada vez que uno enciende el televisor o lee la prensa y ve a al sumo pontífice Iglesias, que acabará de cura de pueblo cascarrabias, los obispos Errejón, Luis Alegre, Teresa Rodríguez y la del resto de monaguillos podemitas de ocasión, pegamos un bostezo que nos desencaja las mandíbulas y cambiamos a la Teletienda, mucho más entretenida.

Antes, la presencia de un tertuliano de Podemos en la televisión disparaba las audiencias; ahora, cada vez hay más gente que cambia de canal: se les nota demasiado que no se atreven a decir nada definido, salvo el sempiterno monotema de la lucha contra la corrupción” (Carlos Fernández-Liria. “La carta que nos queda: republicanizar el populismo”)

Vamos, que Podemos aburre hasta a las ovejas y no sólo por el exceso de sobreexposición, que hace unos meses detectaron ellos mismos y han tratado de paliar, ellos o sus mecenas digitales, sino porque, además de su discurso ambiguo, todoterreno, ni de izquierdas ni de derechas, no tienen nada que decir.

Y de ello ya no les salvan ni las jaimitadas de la propuesta de dar a cada niñ@ en las escuelas valencianas un vaso de zumo de naranja, ni las chorradas del lama Monedero tocando los cuencos tibetanos en los primeros cursillos espirituales de Podemos. Seguramente ha experimentado una epifanía.



Au contraire”, el exceso de exposiciones grotescas a las que nos tiene acostumbrados Podemos (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/02/podemos-quiere-matarnosde-risa.html) está provocando que decrezca raudamente la simpatía hacia la secta, incluso entre el sector más friki de seguidores de la serie “The Big Bang Theory”, y el personal pase a decir cansinamente cuando es sometido a algún tipo de información podemita “¡vaya panda de gilipollas!”.

Volviendo por un momento al señor Monedero ,y en beneficio de su propia salud mental y de un mayor respeto por sí mismo, cabe decir que su dimisión-defenestración le será, con el tiempo, provechosa. De momento, es cínico que haya apelado en su crítica pre-"dimisionaria" a una vuelta a los círculos a los que fustigó de modo absolutamente inmisericorde en Junio del pasado año tras el primer conato de rebelión de las bases en su encuentro con el sanedrín podemita en Lavapiés. Fue entonces cuando el “intelectual” -últimamente esta palabra se ha degradado mucho a partir de a quienes se les aplica- Monedero dijo aquello de “los círculos no son democráticos”, lo que no era sino un modo de deslegitimar las asambleas del pseudomovimiento devenido partido oligárquico. Paradojas del destino, que se burla del sainete de Dúo Pimpinela representado por dos de las almas de Podemos, los Anticapitalistas de Miguel Urbán y Monedero, unos y otro coinciden ahora en un tramposo llamamiento a la voz de las bases, cuando las dos partes han manejado en distintos momentos el argumento de la necesidad de la organización por encima de un asambleismo estéril.

Monedero se despachaba hace unos días con aquello de “a veces nos parecemos a los que queremos sustituir” en un calentón de boca que, a pesar de venir del cínico que venía, no dejaba de estar justificado en la evolución de Podemos desde su prediseño, ajeno a un debate colectivo y público, y pactado entre los trotskos de Izquierda Anticapitalista y los tuerkeros, hasta su electoralismo absoluto, su desvergüenza ideológica y su capacidad para admitir a todo sujeto trepa y carente de escrúpulos morales, pasando por sus juegos de pactos oportunistas, sus variaciones programáticas al socaire de las encuestas  y su juego respecto a Ciudadanos, frente a los que ya representan la farsa de enfrentamiento que antes hicieron PP y PSOE. 

Del patético papel de enamorados representado por el hijo de un “tarjetablack”, Ramón Espinar (Podemos) con Inés Arrimadas (Ciudadanos), donde los periodistas hubieron de recordarles que tenían que marcar diferencias, a la negativa del señor Iglesias a compartir Chester con el paladín “ciudadanista” señor Rivera, vamos acercándonos a la vieja performance de enfrentamiento PSOE y PP.

Acabando con el asunto del señor Monedero sólo me cabe recordar aquella estrofa del sabio Enrique Santos Discépolo cantada por el eterno Gardel

"Fiera venganza la del tiempo, 
que le hace ver deshecho 
lo que uno amó... "


Sólo me cabe una duda: ¿quien tiene más fuerza y razón para declamarlo, Juan Carlos Monedero respecto a Podemos o estos frente al primero?

No se fíen ustedes del "postureo" calculado del NO PACTO. Las elecciones andaluzas y las municipales/autonómicas estaban demasiado cerca unas de otras. Si el PP no sufre una debacle total, cosa improbable pero no imposible, las elecciones no serán adelantadas respecto a noviembre en más de dos meses. Con el verano de por medio, podría mantenerse la interinidad de gobierno de los entes locales y autonómicos hasta septiembre. Entonces será cuando los partidos habrán de retratarse. Iremos viendo, según se acerquen las generales, de qué modo Podemos se reconvierte hacia el sentido de la gobernabilidad, acercándose al PSOE, y los ultraliberales Ciudadanos con pintas de modernillos, y mucho coqueteo con el fascismo patrio, harán lo mismo, hora al PP, hora al PSOE. Será entonces cuando entendamos mejor que en España más de 100 años de alternancia liberales-conservadores no es gratuita. De momento, "El Confidencial" ya anuncia el pacto de los claudicantes de la progresía. El artículo se titula "Bases de Podemos, IU y PSOE promueven un pacto de "frente amplio" contra el PP". No se sorprendan cuando vean que el PSOE alterna en una misma ciudad/pueblo o Comunidad Autónoma pactos con Podemos e IU por un lado y con Ciudadanos por el otro. E incluso cuando los pstoree a todos ellos y veamos que los cacareos de gallos de corral enfrentados por la tetosterona electoral se quedan en amancebamiento múltiple. Les sugiero que si andan ustedes con ganas de bloguear (¡viva la destrucción del idioma!) repasen dos artículos de este desaprensivo que les deja sus dolorosos partos desde hace años:
Si se los saltan, tampoco morirán entre terribles sufrimientos. Simplemente adelanto en ellos lo que les he anunciado un poco más arriba y está pasando. ¿Que tal lo de tragarse lo de PPSOE se queda en PP? ¿Bicarbonato?

Lo contrario, prolongar una situación de desgobierno o provocar una nueva llamada a las urnas sería no tan suicida para el PP y el PSOE como para Podemos y Ciudadanos. Para Podemos porque el tiempo corre en su contra y daría fuerza a la acusación del partido del gobierno y su Brunete mediática de que son antisistema. Justo lo que el partido de los círculos quiere demostrar que no es cierto, con su esfuerzo centrista. Para Ciudadanos porque estaría negando esa pátina de sensatez, moderación y diálogo que pretende transmitir.  

Si un aprendizaje cabe extraer de este época de operaciones de laboratorio político es que el concepto de soberanía popular y la autonomía de la política frente a los poderes económicos es una ficción. El poder del capital a través de los canales de formación de la opinión y troquelamiento mental destruye organizaciones políticas, con la colaboración interna, obviamente, y erige otras de la nada. Del fulgor y gloria de IU y UPyD hemos pasado a su ruina política, también por disparates propios, y de la más absoluta nada hemos pasado a formaciones con un 15% de expectativa de voto y líderes de cartón piedra pero muy telegénicos. Aquella frase de Alfonso Guerra, cuando sólo existía una televisión -«Prefiero un minuto de televisión que 100.000 militantes»- se ha vuelto profética, mucho más en una era de decenas de canales televisivos, Internet, prensa digital a mansalva, foros y redes sociales, con sus "community managers" profesionales y sus gregarios con trabajo de balde, ilusión a raudales y algunas ambiciones inconfesables.

En este escenario, el más inmediato, la persistente persecución de Podemos a su propio trasero ideológico, que está en Ciudadanos, muy bien podría acabar en una reedición del viejo bipartidismo PP-PSOE -coyunturalmente debilitado-, esta vez con escuderos.

Pero volvamos a la idea de los escenarios de la que empecé a hablarles hace muchos párrafos.

3.-Siempre hay una bala en la recámara del capital:
Habría un segundo escenario, el de la extensión “sine die” de la crisis capitalista, la cual incluso podría llegar a profundizarse en función de la evolución de la situación económica en países centrales como USA, Alemania y China, cuya desaceleración del crecimiento es ya más que palpable. Tengamos en cuenta que hasta el pasado febrero China era la mayor poseedora de bonos estadounidenses de deuda -acaba de ser superada ligeramente por Japón- y de una cantidad no desdeñable de la deuda europea. El efecto de que China vaya desprendiéndose de dicha deuda para contener el alza del yuan y las dificultades de recolocación de una deuda con intereses a la baja está por estudiar pero bien pudiera materializarse en una crisis de liquidez. A ello debiera añadirse la posibilidad de que las descomunales cifras de inyecciones de dólares en USA en el pasado y, menores pero que van a continuar manteniéndose en el tiempo -de euros en la UE-, hayan generado burbujas financieras que acaben por estallar más pronto que tarde.

Si este escenario de mantenimiento de la crisis mundial, tras un paréntesis de débil recuperación, que puede estar llegando a su fin (la caída de la confianza inversora en Alemania en Abril, la situación de la economía rusa y la rápida profundización de la crisis en países como Brasil o Argentina n o son datos positivos), se produce, estaremos ante un más que probable aumento de la desestabilización social y política derivada de un incremento de la depauperación de las condiciones de vida, el crecimiento del desempleo y la reducción de los salarios para la clase trabajadora.

En ese eventual marco económico, social y político el maquillaje “regeneracionista” y anticorrupción, destinado a aliviar tensiones sistémicas y a desviar la rabia social contra los efectos de la crisis capitalista sobre las clases trabajadoras, no funcionará porque enchironar a algunos políticos no da de comer a los sectores empobrecidos ni paga las hipotecas. Calienta pero no alimenta.

En esa circunstancia, la función de las nuevas ofertas políticas actuales bien podría ser la de actuar, a su pesar pues buscan la máxima “respetabilidad” institucional, como factores que incrementen la deslegitimación y desestabilización del sistema político, al evidenciar que no son fuerzas que vayan a mejorar la situación de las clases trabajadoras sino que pueden llegar a ser sus nuevos verdugos.

En el escenario hipotético  de profundización de la crisis, Ciudadanos podría actuar a corto plazo como profiláctico para una clase media que se conformaría, en un primer momento, con un cierto grado de “regeneración” política, al obtener las cabezas de unos cuantos “funcionarios” políticos del sistema.

Dado que hablamos de una crisis estructural del capitalismo, esas clase medias, desprovistas de una dominancia de la clase trabajadora y de las organizaciones de las que ésta carece hoy, se radicalizarán a medio plazo en sus posiciones políticas. Éstas no se inclinarán hacia un proyecto socialista puesto que intuyen que sólo en el capitalismo pueden subsistir, aunque no sea ante cualquier capitalismo sino ante determinado modelo de capitalismo. Ignoran que su evolución tiende a eliminarlas como superfluas y, cuando llegan a detectar su fin como clase, añoran el pasado y sobre él edifican su modelo social y político.

Puesto que la socialdemocracia ya no podrá ofrecérselo, porque el capital hegemónico no avanzará en la dirección de la reconstrucción del Estado del Bienestar sino de la selva, la clase media central (ejecutivos intermedios, profesionales independientes bien remunerados, sectores de la pequeña y mediana burguesía empresarial) podrían llegar a optar por un modelo político que defienda cierto nivel de protección social -corporatismo- y una negación de la democracia representativa como consecuencia de su hartazgo de lo que consideran culpa de los políticos respecto a su situación de clase. Serán la base activa de un proyecto ya abiertamente fascista, no simplemente populista en el que Ciudadanos ya no jugaría un papel más que subalterno o incluso marginal, dado que su perfil liberal le aleja de una oferta económica que proteja a las baqueteadas clases medias.

Los sectores de las clases medias en riesgo de descenso social que mantengan su apoyo a Podemos (parte de los profesionales y de la mal llamada clase media-baja, representada por segmentos en decadencia) experimentarán una contradicción entre cierta conciencia de depauperación social y de que la evolución del capitalismo se convierte en el enemigo de su supervivencia y la imposibilidad de asumir una conciencia de clase decisiva, capaz de trascender sus propios intereses para representar los del conjunto de excluidos por el capital. La naturaleza de unos estratos que perciben la precariedad pero no se consideran explotados y el hecho de que la conciencia de clase es siempre externa a la misma (a través de las organizaciones revolucionarias que hoy no existen) se lo impide. Las previsibles tensiones internas, que seguramente irán en aumento en el proceso de derechización de Podemos entre los sectores reaccionarios y de "izquierda" podemitas, provocarán un abandono de parte de dichos estratos sociales, que pueden experimentar un nuevo sentimiento de orfandad política a la búsqueda de representación.

Si se produjese un giro a la izquierda de Podemos, cosa harto improbable porque su necesidad de crecer electoralmente les modera a gran velocidad, dicha organización podría llegar a retener cierta base social y de voto entre la clase trabajadora pero, dado la dirigencia de Podemos representa ante todo los intereses de las clases medias que sienten su supervivencia amenazada, y son las que tienen expresión política y voz mediática, dicho sector popular quedará mudo, como hasta ahora lo ha estado durante todo el período de la crisis capitalista.

Por lo demás, ni las clases medias en riesgo de laminación ni la clase trabajadora aspiran a una sociedad que represente algo alternativo a un mejor nivel de vida y de consumo para unas y otra. Ello les unce al carro capitalista.

En cualquier caso, y ante la imposibilidad actual y a medio plazo de construir un proyecto de partido, una propuesta política, una capacidad de poner en crisis, no el sistema de partidos dentro de la estructura política de la democracia burguesa, sino el sistema capitalista, lo que se abre en el caso de profundización de la crisis económica y sistémica es una fosa entre la razón (1789) y la locura (1922 y 1933). Y el camino abierto hacia una nuevo fascismo que ya no vestirá los trajes SS de Hugo Boss sino los de un alternativismo que no les pertenece pero bajo el que se camuflan crecientemente. 

Lo que la izquierda deje vacío lo ocupará el fascismo. Un repaso a los años 30 en Alemania sería ilustrativo.

La decepción que Ciudadanos y Podemos pudieran dejar en ese escenario de corrupción galopante y crisis sistémica aún más profunda abonaría el perfecto escenario social para un mayor cuestionamiento al sistema de partidos. De la “regeneración” al rechazo, no a los partidos sino a la propia idea del sistema de representación. Puede que entonces veamos qué otras caras tiene "lo nuevo", se llame VOX o de otro modo.

4.-A falta de propuestas alternativas, una inmediata y personal
Seguramente, en medio del momento preelectoral y tan falsamente presentado como crítico, a muchos de ustedes les asalte la “urgencia” del “sí, lo que usted quiera contarme pero ¿qué haría ante las próximas elecciones municipales y autonómicas?”

ABSTENERME. Esa es mi respuesta. No el voto en blanco, ni nulo, que es la eterna cantinela de los que sólo censuran el sistema electoral, a lo sumo el régimen de partidos, pero balan como borregos ante el sistema económico que sustenta el cretinismo parlamentario, la democracia burguesa y, como mínimo, el circo electoral que nos ofrece como farsa el capital para entretenernos.

A lo largo de mi vida me he abstenido algunas veces más de las que he votado. El derecho al voto no puede convertirse en una obligación que tape la boca y la razón de protesta del abstencionista. Ese es el discurso de los lacayos con alma de súbditos antes que de sujetos soberanos cuya decisión de votar o no no puede depender sólo del forceps prediseñado sino también del sujeto y sus circunstancias. Someterse a ese tipo de chantajes es ruin. Nuestra palabra, la de todos, es parte del carácter inteligente y autónomo del ser humano y condicionarla a meter o no una papeleta en una urna es un discurso propio del poder y de sus siervos.

Si la democracia se limita a votar cada cuatro años a unos partidos, algún referéndum y a hacer uso de la participación digital, controlada por quien determina cuál es la pregunta, y manipula incluso el resultado final, es una vulgar patraña.

Ejercer la democracia es opinar todos los días, no ser multado ni encarcelado por hacerlo, desafiar ese riesgo, decidir mucho más allá de lo meramente institucional, plantearse no hacerlo, ser respetado sin críticas absolutistas se vote o no, comprometerse o no en otros muchos ámbitos que el de acudir a las urnas, opinar, y, sobre todo, ejercer la libertad de ser más allá de votar o no en unas elecciones. El resto es plebiscitar un sistema determinado de control social y político.

Y ahora voy a explicar porqué me voy a abstener en esta ocasión.

¿Recuerdan ustedes lo que decía la reforma del artículo 135 de la Constitución, que nos endosó el ex Presidente Zapatero, ese que tanto le gusta al señor Iglesias? Se lo voy a recordar yo

1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria.

2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.

Una Ley Orgánica fijará el déficit estructural máximo permitido al Estado y a las Comunidades Autónomas, en relación con su producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario.



La actual situación económica y financiera no ha hecho sino reforzar la conveniencia de llevar el principio de referencia a nuestra Constitución



3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.



Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.



El volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas en relación al producto interior bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.



4. Los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo podrán superarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados.



5. Una Ley Orgánica desarrollará los principios a que se refiere este artículo, así como la participación, en los procedimientos respectivos, de los órganos de coordinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de política fiscal y financiera. En todo caso, regulará:



a) La distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas, los supuestos excepcionales de superación de los mismos y la forma y plazo de corrección de las desviaciones que sobre uno y otro pudieran producirse.



b) La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit estructural.



c) La responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.

6. Las Comunidades Autónomas, de acuerdo con sus respectivos Estatutos y dentro de los límites a que se refiere este artículo, adoptarán las disposiciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de estabilidad en sus normas y decisiones presupuestarias.

Esto para quienes intenten colar el camelo de alguna syrizada o “rescate ciudadano”. Cuiden sus traseros, si su “ilusión” consigue sustituir la sodomización que el PP ejerce por otra pseudoprogre.

Bueno, pero como vamos a ganar las elecciones en noviembre, derogaremos ese artículo. La estupidez humana carece de límites, como el universo, como bien dijo Einstein.

En primer lugar para reformar la Constitución, aunque sea en un solo artículo, se requiere de 3/5 partes del Congreso o, lo que es lo mismo, de al menos 210 diputados. En el caso del Senado, son necesarios al menos 159 senadores. ¿De verdad creen ustedes que la composición futura de las dos cámaras facilitará la obtención de esas cifras? ¿En qué país creen que viven? Pero incluso si existiera numéricamente esa cifra que lo hiciera posible, creen ustedes que los partidos encargados de llevar a cabo tal derogación la aplicarían? Saben ustedes que ni Podemos, ni el PSOE, ni tampoco IU se han comprometido hasta hoy en abolir la LOEPFS (Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Fiananciera)? Les sugiero que lean el contenido de esta ley que les he puesto en el enlace y se empapen en ella porque es la que desarrolla el reformado artículo 135 de la Constitución -con el voto de PSOE y PP- del que antes les he hablado. 

Por otro lado, si en alguna esfera es especialmente notoria la pérdida de soberanía nacional de los países de la UE es en la económica. La Comisión Europea y el BCE definen los marcos y límites del juego económico en cada país. Ellos, junto con el FMI, determinan las políticas anticrisis y de austeridad que los países aplican con un margen de maniobra prácticamente inexistente en tanto que se pertenezca a la UE y el euro y se admitan las reglas del “juego democrático-burgués”. Y si no que no se lo pregunten a Syriza, sus políticas de privatizaciones, sus más que “pobres” medidas antiausteridad, su amnistía fiscal a los grandes defraudores y la propuesta de Varoufakis de crear un “banco malo” para absorber los activos tóxicos. ¿Les son familiares las dos últimas medidas?

Cuando las soluciones, siquiera coyunturales, son aplicadas lo mismo desde la derecha más reaccionaria que desde la pretendida izquierda, es que la segunda no se comporta como tal. El sacrificio del hamletiano Varoufakis, que dudaba entre aprovechar el momento para poner en jaque al capitalismo europeo o ayudarle a salir de su crisis, destituido de su papel de interlocutor en las reuniones con los acreedores del FMI y de la UE, rol que ahora asume el propio Tsipras, deja claro cuáles son los límites de acción para las opciones reformistas en los países mediterráneos; en realidad de cualquier país que no sea la propia Alemania. Si alguien cree que cambiando de marca en los gobiernos va a cambiar la orientación de sus políticas económicas demuestra palmariamente que ilusión viene de iluso...o de cínico.

Participar hoy en el simulacro político que representa el juego electoral es simple y llanamente complicidad. Me preocupa especialmente cuando ésta la ejercen las víctimas de la crisis capitalista, aunque entiendo la necesidad psicológica de creer en una salida al dolor de sus vidas cotidianas. Pero no deja de ser un asunto de fe y una mentira, dos conceptos que con harta frecuencia suelen ir juntos porque la fe no es otra cosa que una esperanza, sin datos objetivos reales en que asentarse, en que las cosas serán diferentes a como son en realidad. Si hay una salida a la opresión de clase, la explotación y la pobreza hoy que los parlamentos han perdido cualquier posibilidad mínima de ser mecanismos de transformación social, si es que alguna vez hubo una por pequeña que ésta fuera, no pasa ya por la acción política legal y respetuosa de las reglas del juego.

Una parte de ustedes dirán que mi comportamiento electoral no ofrece alternativas. ¿Acaso esperan ustedes que las propuestas emerjan desde lo individual cuando lo colectivo no las ofrece? ¿Niega eso la legitimidad de la crítica o la posibilidad de que el diagnóstico sea certero? También me reprocharán que con mi abstención favorezco la continuación del PP en el Gobierno. ¿Prefieren ustedes una des-”ilusión”, mayor que la del segundo gobierno Zapatero, con un gobierno “antiausteridad” que continúe con la misma, por mor del poder del capital y de la UE, y que, tras su descrédito, abra el camino a una opción abiertamente fascista como depositaria de una rabia incrementada y, desde hace mucho tiempo, desviada hacia donde no se cuestione el capitalismo? Yo por mi parte no voy a ser cómplice de esta pantomima electoral y mucho menos del descrédito al que las opciones antiausteridad van a someter a la idea de izquierda a partir de las banderillas, los rejonazos, el estoque y el descabello a lo PP a la clase trabajadora. Lo mismo el "quedar para septiembre" les ayuda a reflexionar sobre para qué sirve tanta moderación y viaje al centro.

No, no soy ningún purista del todo o nada, cómodamente instalado en ningún sillón, sino alguien hastiado de que cuando “la indignación” ha tomado forma política haya acabado convertida en permanente carrousel de rebajas oportunistas para alcanzar el gobierno. Para ese viaje no hacen falta tantos disfraces. Algunos ya conocimos eso en la transición política. Sólo que entre ese momento y el actual hay una enorme diferencia. La clase trabajadora no había sufrido entonces tal nivel de agresión ni de lejos. Pues bien, cuando el capitalismo ha vuelto a niveles de agresión contra los asalariados que recuerdan los tiempos dickensianos, lo que nos ofrecen como alternativa los llamados progresistas o antiausteridad es un eterno viaje al centro.

Pero hombre, ¿se va usted a abstener ahora cuando en las pasadas elecciones europeas de hace un año pidió el voto para IU? SÍ y por muchas razones.

No voy a dar mi voto a Podemos ni al PSOE a través de una IU que acepta converger con una única condición: hacerlo con sus siglas.

La reacción de la dirección de IU frente a su intento de fagocitación por Podemos se ha limitado al mencionado intento de salvar las siglas. El Manifiesto “la militancia con Cayo” (Lara) es una penosa muestra de claudicación e indefinición ideológicas y cobardía políticas, bajo la aparente contundencia de la nada: esconderse tras un coordinador general cuya reacción antiPodemos ha sido tímida, sin duda por estar en minoría dentro del Comité Federal de una IU saboteada, entre otros, por una dirección del PCE entregada a la supervivencia profesional de su cúpula transmigrando a Podemos.

Si dicho Manifiesto hubiera querido ser realmente una oportunidad frente al giro derechizado, ciudadanista y desnaturalizado que ha significado su entrega a los Ganemos y Ahoras varios y a candidatos como Luis García Montero, que propone pactos postelectorales con Podemos y el PSOE, habría planteado la urgencia de una Conferencia extraordinaria de IU que diese lugar a una reorientación política, un giro a la izquierda y hacia la clase trabajadora, la necesidad de plantear una ruptura con sus sectores más entreguistas a esa pandilla de aventureros y de sepultureros de las ideas de izquierda llamada Podemos y otros ciudadanismos desclasados. Todo ello junto con una definición clara de cuál es su política de alianzas, con quienes y en qué se basa.

No voy a votar a una IU que mantiene en su dirección a sujetos como Manuel Monereo, un auténtico caballo de Troya al servicio de Podemos.

No voy a votar a una IU que va con Podemos en 10 capitales de provincia, que se disuelve en confluencias ciudadanistas con podemitas o sin ellos  y que para el Ayuntamiento de Madrid desconozco si apoya una o dos candidaturas (Raquel López-IUCM o Ahora Madrid,) según qué instancias y dirigentes de IU se pronuncien al respecto. 

No voy a votar a una IU que tiene por candidato a Presidente de Gobierno a un pinchaúvas (Alberto Garzón), profesional de la política del estilo de los fabricados en serie por el marketing político (joven, modernillo, neutro, "prudente", como le gusta decir a las señoras de derechas,...) que sigue empeñado en converger y entenderse con los podemitas a toda costa. No intenten darme lecciones aclaratorias o se las devolveré yo ciento por uno.

IU es una opción socialdemócrata. No considero el término socialdemócrata como un insulto que arrojar a nadie, aunque creo que ya no hay espacio para la socialdemocracia porque el Estado capitalista carece de herramientas de intervención económicas.

Dicho esto, siempre que he votado a IU ha sido contra el PSOE porque éste último es la entrega más indecente de la clase trabajadora al capital. Cuando no lo he hecho, me he abstenido o he votado una candidatura comunista.

Esta vez no votaré tampoco a una organización comunista. Serán pocas las que se presenten a estas elecciones del 24-M y, por otro lado, creo que son muy conscientes la mayoría de ellas de la camisa de fuerza que representa el sistema electoral en el camino hacia una ruptura con el capitalismo.

Habría apoyado esta opción si los grupos comunistas hubiesen querido avanzar hacia una unidad orgánica, a partir de un debate ideológico útil y leal, sin trampas fundamentalistas que impidiesen el encuentro, y en base a una voluntad de construcción.

No es cosa de un día lograr dicha unidad pero han dispuesto de 8 años desde el inicio de la crisis capitalista para avanzar en esta dirección. El resultado de no hacerlo ha sido el de que hoy la mayoría de esas organizaciones son mucho más minúsculas, sufren una creciente perplejidad ante una realidad que hace mucho no comprenden, más allá de un diagnóstico más o menos correcto de la parte económica de la crisis capitalista, y un doctrinarismo y dogmatismos de museo que no puedo compartir. El marxismo no es eso y el horizonte comunista, si no reverdece, se irá alejando más y más, justo cuando es más necesario.

Por eso y por mucho más, el 24-M me iré a hacer senderismo, si no me rompo antes una pierna.

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